Serrat, vetado durante años en TVE por Eurovisión, y cómo se reconcilió con el Dúo Dinámico
Semblanza
El flamante Princesa de Asturias de las Artes superó el escándalo de Eurovisión de 1968 y su silencio en televisión no le impidió en absoluto ser el principal autor en español en los años 70
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Sobre la talla artística de Joan Manuel Serrat no pueden existir dudas y sobre su talento juvenil, tan grande como el de su osadía, aún más. El Serrat que despuntaba al inicio de su carrera a mediados de los años 60 acompañó al cantautor de su mejor época, el brioso treintañero de los años 70 y el joven que hacía 20 años que tenía 20 años de los 80. Serrat dice que siempre le gustó cantar en el idioma que le prohibían, en catalán cuando era un mocoso en un franquismo que iba a ninguna parte; y en castellano cuando los independentistas lo ven como un anciano complaciente con España. Así que este señor siempre ha cantado lo que le ha dado la gana y a los demás nos ha encantado. Hay que ser mala persona, o ciego espiritual, para escamotear su valía o siquiera cuestionar por qué va a recibir el Princesa de Asturias de las Artes.
El valor (en todas sus acepciones) indudable de Serrat se dibuja en ese tiempo de clandestinidad donde se sucedían los discos magistrales que los amigos compartían como secretos inconfesables y se tarareaban con entusiasmo. Un viaje que parte desde el Mediterráneo hasta los Campos de Soria y que alcanza con esa normalidad que dota la democracia al Uruguay de Mario Benedetti: El sur también existe. Claro que existe. Y Serrat, por fin, ya existía en TVE. Fue Carlos Tena, poco antes de liarla con Las Vulpes, el que lo llevó en 1981 a la Casa de la Radio en Música, maestro, cuando el Noi de Poble Sec viajaba En tránsito.
Un ídolo en América de punta a punta que no necesitó a la televisión en España para ser lo que era y cantar a Violeta Parra en el extranjero cuando no lo podía hacer aquí. Fue censurado en su concierto de 1974 en Barcelona (se emitió en un espacio de TVE como gesto de aperturismo, A su aire). El recital de 1975 grabado en Madrid en el Parque de Atracciones no llegó a emitirse al dictarse una orden de busca y captura por sus declaraciones contra las últimas ejecuciones del franquismo. Estuvo exiliado en México durante un año. Cómo suena Volver a los 17 cuando se presentó de nuevo en Chile. Ay, Chile.
Cuanto más crecía su nombre fuera de la televisión más palidecían todos esos que intentaban taparlo. El entorno de la dictadura no le perdonó el desplante de querer pronunciar en catalán una canción sin apenas letra como el La, la, la del Dúo Dinámico. La sorpresa que se llevó el Noi es que no le dejaran un resquicio para negociar. Y si ganó Massiel, mejor. A Serrat no le habría hecho falta ganar, o no, Eurovisión. Ni siquiera le llegó a perseguir esa sombra.
Serrat y el Dúo Dinámico
Lo de cantar el La, la, la en catalán "o res", o nada, fue un órdago en plena promoción de un tema que también, por ejemplo, se grabó en inglés. Lo de ganar Eurovisión era un asunto de primordial para el régimen y precisamente en una canción donde el idioma no parecía ser un obstáculo derivó en una de las grandes polémicas de la historia de TVE.
Serrat, que sabía que con su decisión se desmarcaba de cualquier reproche 'colaboracionista', sufriría un boicot durante años. Massiel, llamada a toda prisa y preparando la intervención en un par de semanas, terminó defendiendo en Londres el La, la, la. Londres se preparaba a festejar el apabullante éxito de sir Cliff Richard con Congratulations, con gran disgusto general.
Más que suposiciones señalan que el meollo de la intriga estuvo, cómo no, en Alemania. Por entonces se daban sólo 10 votos por país (la canción que más le gustaba a cada uno de los diez miembros del jurado), con un máximo de 6. El jurado alemán dio 2 puntos a Reino Unido y entregó 6 decisivos votos que daban la victoria a Massiel, abuela de Iniesta, para clamor de una España que comenzó a palpar Europa a través de la tele y de las canciones eurovisivas.
El último en votar aquella noche, Yugoslavia, país no alineado donde no se votaba, se puso de perfil y eludió a los dos favoritos. Al principado de Mónaco también le debemos lo suyo por aquella victoria en el Royal Albert Hall.
Se dice aún que a cambio del favorcillo germano al ministro de Información, Manuel Fraga, hubo una mejor disposición de las autoridades de TVE para implantar el sistema de color PAL, el que finalmente se impuso en 1974. La RFA siempre mantuvo muy buen rollo con la España de Franco. Ains.
Todos esos recovecos de la historia sentimental española sellaron su última cicatriz en 2011, en un disco recopilatorio del Dúo Dinámico, que se llevaron años sin hablarse con el barcelonés.
En 2011, al enterarse Serrat de que Manuel de la Calva y Ramón Arcusa estaban preparando duetos con versiones de sus canciones se ofreció para hacer la versión en catalán del La, la, la que las autoridades del franquismo consideraron un auténtico agravio.
La canción, los compositores y el admirado cantautor catalán zanjaron así, más de cuarenta años después, cualquier deuda o resquemor del pasado, porque el Dúo Dinámico sufrió lo suyo cuando se enteró de la decisión de Serrat a través de los periódicos. Todos se quitaron así las espinitas.
En esa versión de 2011 del único tema que España ha ganado en Eurovisión en solitario Manolo y Ramón cantan sus estrofas en castellano y Joan Manuel, en catalán, aunando las voces en un estribillo que se tarareaba en toda Europa sin problemas de fronteras, mucho antes de concebirse el Espacio Schengen.
España unió a Europa en 1968 para enfado de un Reino Unido que al final terminó por marcharse de esa unión.
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