Jesús Mosquera, 'Toy Boy', habla por primera vez
Entrevista
El actor malagueño era futbolista del Antequera cuando hace un año comenzó a prepararse para ser el protagonista de esta serie de Antena 3
Esta es la primera entrevista de Jesús Mosquera como actor. Hasta ahora había hablado como futbolista, un joven de casi 26 años que hace dos veranos preparaba la temporada para continuar su andadura en el Antequera, en Tercera División. Protagoniza la serie de Antena 3 Toy Boy, ambientada en la provincia malagueña. La vida le dio un vuelco cuando se fijó en él una responsable de casting que visitaba los gimnasios de la Costa del Sol. Mosquera, nacido en Fuengirola en 1993, comenzó hace un año a preparar su papel de Hugo Beltrán, un stripper que acaba en la cárcel por un delito que no ha cometido y que al salir busca venganza y respuestas. Esta serie de Antena 3 es de la productora Plano a Plano (Allí abajo, El Príncipe) y es la cantera de otros jóvenes actores como Jesús.
–Sonará como una película ¿cómo le ficharon para dar este salto a la televisión?
–Pues estaba de vacaciones, había terminado el curso con el Antequera y me estaba preparando para una temporada más. Estaba en el gimnasio, en Fuengirola, con unos amigos, y se acercó una chica que nos habló de un casting pero sin detallar para qué era. No estaba claro, pero la chica insistió en que me presentara. Fue una pequeña entrevista donde tenía que hablar sobre mí. Hubo una preselección, pasé varias pruebas y fueron unos cuatro meses de selección. En la última fase ya me desvelaron todo, que incluso era para un personaje principal y que suponía una oportunidad única.
–¿Cuándo se ha puesto por primera vez ante una cámara?
–El rodaje de Toy Boy lo comenzamos el 8 de octubre, pero el 22 de enero del año pasado comencé a prepararme para la serie en Madrid. Estuve ocho meses de preparación. Ya sabía que tenía que dejar el fútbol y centrarme las 24 horas para tener garantías de esta a la altura.
–¿Cómo había sido su trayectoria de futbolista?
–Yo estuve en el Málaga, de alevines a cadetes. En juveniles pasé a Bilbao, en el Athletic, y regresé. Estuve dos años en el filial del Málaga y pasé al Betis B. Tuve unas lesiones, no encontré equipo y finalmente me fichó en el Antequera.
–¿Es un central leñero?
–Era, porque ya juego poco. No, no era leñero. No me gusta la violencia y al entrar no me gustaba ser muy expeditivo. Ahora no estoy en condiciones de pisar el césped.
–¿La experiencia del fútbol le ha servido para preparar su personaje?
–En la vida a todos nos pasan cosas que nos hace sentir rencor, pero no tanto como a mi personaje. En el fútbol he tenido experiencias que te marcan, que te dañan, sientes impotencia y sí puedes trasladar aquellos recuerdos a lo que cuenta la serie, pero sin llegar a sus extremos.
–¿Cómo es Hugo?
–Es un joven que ha sufrido mucho. Cuando la vida parece sonreírle se lleva un palo muy grande y le condenan a 14 años. Cumple 7 años en la cárcel y sufre porque es inocente. Al salir busca venganza pero también quiere que le respondan sobre todo lo que lleva rumiando en la cárcel.
–¿Siente la responsabilidad de ser un novato que se enfrenta a una serie de prime time?
–Siento esa responsabilidad. Y no tanto porque la ficción se centre en mi historia, sino por no desentonar en todo el trabajo colectivo.
–¿Cómo le han tratado los actores con los que está trabajando?
–Es como todo. Cuando te encuentras con gente respetuosa, que te ayuda, por mucho que te pueda arrugar que sean estrellas, si ellos te arropan sacan lo mejor de ti. Nunca me he sentido incómodo en el rodaje.
–¿Con qué actores está rodando?
–Sólo llevamos unos capítulos y no he coincidido con todos, pero sólo puede tener buenas palabras sobre Pedro Casablanc, que es un hombre magnífico. Es muy grande. Yo le llamo jefe, porque es increíble. No me puedo sentir incómodo con alguien asi. Y con las dos chicas con las que tengo las tramas, Cristina Castaño y María Pedraza, también me lo han hecho todo más sencillo. Todo muy bien. Ha sido una conexión positiva.
–María Pedraza (La casa de papel, Élite) está digiriendo una popularidad reciente.
–Ha sido un proceso rápido, como me ha contado. Pero lo lleva muy. Es una mujer muy trabajadora y me ha ayudado mucho.
–¿Los veteranos le previenen de cómo puede ser la fama?
–La gente del rodaje ya ha visto otros casos y me hablan de lo que puede ocurrir. Pero por mucho que te digan, no te lo puedes imaginar.
–¿Ahora mismo se puede tomar una cerveza en una terraza?
–Ahora mismo, sí. No sé cómo me voy a tomar lo de ser conocido.
–¿Se han hecho muchos selfies con usted?
–Como jugador de fútbol tuve una vida muy tranquila, sin selfies. Ya han empezado a acercarse personas que me han visto en los rodajes y se hacen fotos conmigo, por si acaso.
–¿Qué Malaga se verá en Toy Boy?
–Los lugares son auténticos. Hay mucho exteriores. Esta serie va a oler a Málaga. Y los interiores son reales, no son decorados.
–¿Hay algún sitio que salga especialmente favorecido?
–Hemos grabado en Mijas unas secuencias espectaculares. También en el Puerto de la Duquesa, en la Cala del Moral... los paisajes también cuentan las historias.
–¿Qué proyecto tiene para después?
–No tengo nada más a la vista ni me lo planteo. Toy Boy es mi primer proyecto de ficción. Es muy importante, y quiero hacerlo bien. Me estoy preparando físicamente, tenemos escenas de baile, coreografías que forman parte del trabajo de mi personaje y todo tiene que ser creíble. En la ficción formamos un grupo de amigos que tenemos que dar verosimilitud a un equipo de strippers.
–¿Ya no tiene cuerpo de futbolista, sino de stripper?
–Hay que marcar más los abdominales. Hemos estado entrenando muy duro. Con dietas estrictas y hemos llegado al objetivo. Hay que mantener el cuerpo en el rodaje... y no es fácil.
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