Inmaculada Casal, "como era rubia decían que era una frívola"
Entrevista
La jefa de Sociedad de los informativos de Canal Sur saltó al primer plano nacional al conocerse su relación con María del Monte
Cómo TVE ayudó a vertebrar Andalucía gracias a 'Telesur'
La historia de Inmaculada Casal: de 'Contraportada' a las portadas
Inmaculada Casal forma parte de la vida de los andaluces desde que hace 39 años se asomó a las tardes de la Primera Cadena, cuando se interrumpía la programación nacional, para conducir el programa Andalucía Junta en el pequeño plató de TVE Andalucía en el chalet de la avenida de la Palmera que era la sede de la corporación en Sevilla. Es decir, toda una vida, ante las cámaras aunque no la veamos ahora todos los días. En Contraportada, en Canal Sur, a la que pertenece con el carácter de fundadora, se convirtió en el amable y sonriente rostro de la crónica social. Es jefa de Sociedad (incluye Cultura, Salud, asuntos sociales) de los servicios informativos de la autonómica.
"Yo nací en Cataluña, por casualidad, casi por error, porque mis padres estaban trabajando allí, pero yo soy y me siento muy andaluza por los cuatro costados, y por eso he trabajado siempre: por una televisión andaluza pública de calidad. Es lo que me mueve", señala esta periodista que fue fichada para aquel programa de TVE que sufragaba la Junta de Andalucía cuando estudiaba en la Complutense, aunque desarrollaba los estudios en Sevilla, en Nuevas Profesiones. Una profesora, Tere Carrillo, que trabajaba en TVE, fue la que avisó en clase. Y se presentó. "Era una niña. Siempre he querido hacer televisión para mi gente, estaba muy segura, era lo que me gustaba y por eso estudié Periodismo. Lo que era más difícil era haber comenzado tan joven, con veinte años. Empezar en TVE era una aventura".
"Y era niña pero me vestían de mayor, esas hombreras, esos pendientes", reconoce la veterana presentadora cuando se ve en aquellos años y la peinaban y maquillaban para que pareciera que tuviera treinta o cuarenta años. Los años 80 eran así. Y la frescura en aquella televisión se presentía como un riesgo innecesario. El jefe de producción del centro territorial, Epifanio Rojas, fue el que recomendó que debía parecer que tenía mucho más que veinte años, aunque diera tan bien en pantalla.
"Se estaba fraguando Canal Sur e hicieron Andalucía Junta como un avance". El programa de dos horas en la tarde pasó a la Segunda Cadena y cuando cerró esa etapa, con la finalización de su primer contrato, Inmaculada formaba parte de la Dirección General de Medios de Comunicación Social, origen de la cadena autonómica. Y ella estaba en la puerta de la oficina del futuro Canal Sur, atendiendo a todos lo que acudían. "Nunca se me han caído los anillos al poner un café", admite. Eran, literalmente, cuatro personas.
"Los que llegaban me reconocían: tú eres la de la tele. Yo he sido conocida como 'la de la tele' y he entendido siempre lo efímero que es la fama. Hay gente que se agarra. La fama es como un perfume, se te va y no tiene valor. A los dos días la gente se olvida de ti y no pasa nada". "El que crea que puede cambiar el mundo y dictar sentencia desde la televisión, se equivoca", advierte sobre los egos que se pueden descontrolar.
"Yo iba, por ejemplo, por Castilleja de la Cuesta y no podía ni andar. Yo salía en pantalla y tenía un 60% de audiencia", recuerda con humor, "pero después la fama no es nada". "He admirado siempre a María Teresa Campos, capaz de hablar de cualquier tema. Abrió la puerta a las tertulia de política. Y hablar de los famosos siempre interesa y por eso a mí me ha interesado", señala sobre quien ha sido unos de sus referentes.
"En Canal Sur hay que dar la imagen real de Andalucía y es el empeño de todos los que trabajamos aquí. Hasta donde llega Canal Sur no alcanzan el resto de cadenas. Y tenemos la suerte de trabajar para una tierra de gente muy empática, abierta. Y tenemos un cantera de talento, una cantidad de artistas de los que se alimentan todos los canales españoles. Por eso Canal Sur debe potenciar todo lo bueno de Andalucía", expone Inmaculada Casal sobre la misión de la cadena autonómica. Andalucía más allá de la crónica negra o las noticias de las temperaturas extremas. "La imagen de Andalucía que han dado en ocasiones los canales de Madrid me ha dado pena", confiesa,.
Enumera temáticas y personajes. Cuando era impensable que hubiera una estrella Michelin andaluza donde siempre ha habido "ingenio y arte" para dar de comer.
No sale ahora tanto en pantalla, pero está ahí. Su tema favorito, la Casa Real, o asuntos especiales como la coronación de Carlos III, coberturas que sigue llevando personalmente. Ha retransmitido todas las bodas reales desde 1989. "Lloré en la boda de la infanta Elena, a los pies de la Giralda, porque me parecía maravilloso que Sevilla se vistiera de Domingo de Ramos para un acontecimiento así. Me sentí muy orgullosa de mi ciudad. Sevilla fue una protagonista más". Durante años siguió a don Juan Carlos en todos los actos posibles, "nos conocía a todos los periodistas por nuestro nombre", y es la primera sorprendida de todo lo que ha sucedido, y destapado, después.
La etapa de 'Contraportada'
"Contraportada era un programa de Informativos, estuvimos trece años. Te da coraje que después te encasillen como algo menor. En Contraportada hicimos todo tipo de información y además son noticias que tenemos que currar, interpretar", defiende sobre aquel programa y sobre su sección actual. "Teníamos un abanico de temas, siempre con acento andaluz, en obras de teatro, escritores, las fiestas, la gastronomía, no eran chismes", recuerda la periodista sevillana . "Contraportada se acabó pero no fue cancelado por ningún motivo concreto. Batió récords de audiencia y creó marca, entrevistábamos a muchos personajes conocidos no querían salir en televisión, teníamos". Isi Sayago, Inma Contreras, Juan Belmonte fueron algunos de aquellos compañeros de programa. "Era un ejemplo de programa: tocábamos todas las provincias y todos los temas". Ahora no tiene tanto tiempo para hacer tantas piezas como quisiera para las Noticias.
"A principios de los 90 me decían que tenía un lenguaje demasiado coloquial. Como era rubia me decían que esta niña es una frívola. Y yo siempre he entendido que hay que acercarse a la gente de la calle, en un lenguaje accesible". Casal estudió también Derecho y eso le permitió tener más conocimientos para la información de tribunales. El Caso Arny fue uno de los juicios que siguió de cerca, una crónica absolutamente siniestra de la Sevilla de aquellos años. "Fue un cúmulo de errores y de mala baba".
"Yo siempre he recomendado a los compañeros que se enfrentaban a una cámara que se imaginen que están hablando con un hermano, un amigo", revela sobre el estilo que ha tenido en sus narraciones. Un detalle, su madre tenía un boutique en Sevilla que ayudó a vestir mejor a más de un periodista e Inmaculada se ríe con este secreto. "Fue pionera. Mi madre, Concha, es de las mujeres más elegantes de Andalucía. La elegancia sale de dentro, es la empatía y no la talla, no es vestir caro, es algo que se lleva. Puedes ser elegante con un pantalón corto y una camiseta. Hay gente guapísima que no es elegante y viceversa. Queda cursi eso de que la belleza está en el interior. Pero después de un primer vistazo así es", subraya la periodista.
"Canal Sur está en un buen momento de hacer cosas y el público está reaprendiendo a sintonizar con la cadena andaluza y vamos a tener proyectos de cara a la nueva temporada", avanza.
Los entrevistados favoritos de Inmaculada Casal
Por su profesión ha podido conocer de cerca a todos los personajes que son, "hay quienes me apasionaron y otros me decepcionaron", reconoce. Ella ha estado apegada a los mayores, a la experiencia, "de ellos aprendes de los errores", así que de sus entrevistados se queda con Antonio Gala, "un amigo y un maestro" en su vida. "Y de Carlos Cano me enamoré de él y de toda su familia, con una mujer encontadora, esa es la Andalucía que yo quiero". "En Contraportada he visto cantantes que empezaban con un disco, tenían éxito, se volvían tontos y a los dos años nadie se acordaba de ellos", recuerda. Frente a los mediocres, la figura de Rocío Jurado, que se llevaba de comer a sus entrevistadores para seguir con la charla, todo sinceridad.
Inmaculada Casal saltó a la popularidad nacional tras el Orgullo de Sevilla de 2022 a raíz de desvelar su esposa, María del Monte, una relación que ya duraba veinte años. Se hizo público, se casaron y disfrutan de la naturalidad de que todo el mundo lo sepa. "Yo soy ya abuela y somos una familia feliz. Que hablen de mí o de María no me molesta. Estamos en esta vida para ser felices y hay que ser valientes sin hacer daño a nadie. Mi amor ni lo he pregonado ni lo he ocultado. Tampoco lo hubiera hecho si me hubiera enamorado de un hombre. Mis compañeros todos lo sabían y hablaba de mi casa con toda la naturalidad". "Yo he ido con María a todos los lados, a todas las fiestas".
Estuvo junto a María del Monte cuando fue segunda en la final de Tu cara me suena que ganó Roko. A lo largo de estos años ha conocido de cerca a muchos artista en ese algo tan indescifrable como es el éxito. "Ser artista no es cantar ni bailar bien, como decían Lola Flores, tienes que ser real", es su conclusión.
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