'Informe Semanal', 1973: cuando TVE iba muy por delante de la realidad política
De aniversario
El programa más veterano de la TV en España cumple en este sábado 50 años de emisión. Nació cuando Adolfo Suárez era director general de la cadena pública
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Ha sido durante estas décadas el programa de más prestigio de RTVE y uno de sus emblemas que tuvo sus etapas de laguna y una decadencia que sólo el apego por su carácter histórico le salvaron. Informe Semanal ha cumplido este viernes medio siglo de permanencia ininterrumpida en la parrilla y lo celebra este sábado con un especial en La 1. Cuando arrancó sólo había 30.000 televisores en color en España y hoy es un contenido que se puede ver bajo demanda en la palma de la mano. En 1973 los reportajes se grababan en cine, con mucha voluntad y vocación por parte de su equipo, frente a las posibilidades e inmediatez un mundo globalizado.
(Esta es la promo de TVE, que recupera el estilo de una de las más memorables cabeceras de Informe Semanal)
Hace 50 años sólo existía la Primera Cadena y una Segunda, el UHF; que apenas llegaba a las grandes ciudades y poco más. El share de espacios como Semanal Informativo (su primer nombre, conducido por José Antonio Silva) se acercaba al 90% de cuota. En un universo audiovisual tan fragmentado la actual TVE tiene que reclamarse por señas de identidad de siempre, marcas de prestigio y una plantear contenidos que realmente interesen a una audiencia impaciente y distraída en otras pantallas mientras está ante el televisor.
El nacimiento de Informe Semanal en la primavera del 73 se enmarca en una época de oro para la televisión pública, en la recta final del modernizador director general Adolfo Suárez, llamado a objetivos aún más elevados. Pero su labor en estos años decisivos en los que TVE está muy por delante de la vida política española de una dictadura agonizante, y ante una sociedad con ganas de despertar, Suárez timonea una de las etapas más valiosas y estratégicas de la corporación.
La época del nacimiento de Informe Semanal es la de la consolidación del medio televisivo como forma de información y ocio de la casa, su influencia es creciente y tras más de quince años de experiencia en las emisiones hay medios, intención e ideas de hacer contenidos innovadores e interesantes. Casi un tiempo de arcadia feliz sino fuera por la aún feroz censura.
Informe Semanal nace junto a Estudio Estadio, abuelo de los formatos deportivos con ambición estelar; aparece en pleno apogeo de la primera temporada del Un, dos, tres, el concurso por excelencia de la etapa de monopolio de TVE; llega poco antes de El circo de TVE, que renueva la concepción de los espacios infantiles tras aterrizar el preescolar La casa del reloj; y por entonces Félix Rodríguez de la Fuente está rodando la primera temporada de El hombre y la tierra, la docuserie más prestigiosa de toda la historia de la cadena pública y que arrancó con la fauna amazónica venezolana, precisamente uno de los temas del primer Semanal Informativo junto a un análisis de la situación de la vivienda por entonces y el estreno de una vulgar película de catástrofes, La aventura del Poseidón.
El equipo de Pedro Erquicia estaba llamado a trabajos más elaborados y de nivel. En la formación estaaban Carmen Sarmiento, Manu Leguineche o Javier Basilio. En la parrilla habrá al poco otro espacio de análisis de fondo, Los reporteros, donde se seguirían forjando Manolo Alcalá, Miguel de la Quadra-Salcedo o Tico Medina.
La TVE del 73 asiste a la consecución de su primer premio Emmy, para La cabina, de Antonio Mercero. Y no habria otro para la TV en España hasta la serie La casa de papel. Por entonces es Mercero quien luce el mayor éxito en ficción popular, Crónicas de un pueblo, a la que se suman Los camioneros. En esa TVE más que series como entendemos ahora se producen "dramáticos", en noches teatrales de Estudio 1, donde en esa temporada se grabará la notoria Doce hombre sin piedad, o en Novela, en adaptaciones literarias de unos diez episodios.
Las series extranjeras son procedimentales, como los detectives Ironside (en silla de ruedas, Raymond Burr, ex Perry Mason) o Cannon (entrado en carnes, algo insólito frente a los policías arquetípicos, a cargo de William Conrad), la primera serie emitida al completo en color en España. Por entonces en nuestro país, habitado por 35 millones de españoles (así se llamará el polémico programa de consumo de José Antonio Plaza y Alfredo Amestoy) había 5,6 millones de televisores (comprados a letras), de los que 30.000 eran color. A última hora de la noche de los sábados del 73 quien camina por la pantalla es Kung Fu.
El mensaje de una España más moderna en apariencia que en sus huesos sociales va calando ante el espectador de una TVE que emite apenas quince horas al día entre sus dos cadenas. El búnker que defiende la permanencia del régimen franquista pondrá todos los obstáculos posibles para impedir relevos e innovaciones en una cadena pública que verá frustrado el tímido aperturismo de principios del 74, mientras arrecia la crisis económica.
El equipo de Erquicia con Informe Semanal, formato inspirado en el 60 Minutes estadounidense del que habla Jesús Hermida, briega para ser una ventana de aire fresco, lo que no son los controlados Telediarios. La democracia le sentará bien al programa por donde pasarán como conductores Rosa María Mateo, Ramón Colom, Baltasar Magro, Adela Cantalapiedra o Mari Carmen García Vela. Su directora más destacada, Alicia Gómez Montano, falleció cuando estaba destinada a presidir RTVE. Y entre sus presentadores incluso una Reina, Letizia Ortiz.
En la TVE de 1973, que consigue el segundo puesto en Eurovisión con Mocedades y Eres tú, se atisba cómo será la televisión de la transición y en los años posteriores antes de la irrupción en las privadas. En el ámbito infantil hay una cantera progresista que experimentará con los contenidos de Un globo, dos globos, tres; en la franja del entretenimiento el equipo de José María Íñigo se la juega en el UHF con Estudio abierto; Fernando Fernán Gómez señala el camino en la ficción de caché, a lo BBC, con el censurado telefilme Juan Soldado y su posterior El pícaro; y en el ámbito de los informativos, ese Informe Semanal que fue bandera de europeísmo, visión internacional aireada y rigurosidad para contar sin ataduras los temas de portada. Medio siglo después es una marca de TVE que reclama lo mejor que fue y debería seguir siendo la corporación pública.
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