Frank Cuesta se juega la vida en su labor ecologista
Reivindicación desde Tailandia
DMax estrena esta noche el primero de los documentales sobre la labor de denuncia de Frank Cuesta sobre el maltrato de animales
Las cámaras del canal DMax se trasladan nuevamente hoy hasta la residencia de Frank Cuesta en Minburi, Tailandia. Es allí donde el activista y presentador tiene la base de su asociación en defensa de los animales y un refugio donde cuida de ellos hasta su puesta en libertad. Se trata de un arduo trabajo que Cuesta quiere compartir con los espectadores a partir de las 21.30 con dos capítulos especiales de Wild Frank Rescates. El programa mostrará su lucha contra el tráfico ilegal y la explotación de animales y la importante labor de su asociación, que se encuentra situada en el ojo del huracán del tráfico animal por autoridades y colectivos de furtivos tailandeses.
Frank ha vuelto a jugarse la vida, como revelerá unas secuencias, porque “es su día a día”.
En esta miniserie el naturalista hace un llamamiento al turismo animal responsable e insta a los viajeros a hacer fotos de animales que se encuentran en libertad y no de los que están siendo explotados en numerosos puestos callejeros o parques turísticos. “Lo que para nosotros es un momento de felicidad, para ellos es una cadena perpetua. Y por eso queríamos hacer El precio de una foto”, expresaba en esta semana Frank en El Hormiguero.
Los documentales de español afincado en Tailandia están producidos por Molinos de Papel (Callejeros). Entre los casos que presentará en las dos entregas nuevas en DMax se encuentra el de un turista que ocultaba 15 botellines de plástico con crías de serpientes en su interior, con un precio en el mercado que rondaría en su conjunto los 30.000 euros. El infractor fue detenido.
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