¿Cómo estuvo Felipe González? Mucho mejor que Jordi Évole
Entrevista
El ex presidente reflexionó con frases certeras el terrible presente de Europa en 'Lo de Évole' en La Sexta
A estas alturas no deberían de existir muchas objeciones para declarar que Felipe González ha sido la figura política más brillante del último medio siglo español. Observando la web ahora mismo este juicio de valor queda aún más claro. Su sagacidad y claridad de criterios le convierten en un consultor al que hay que preguntar y, por supuesto, oír. En su propio partido hubo voces que pedían dejar a un lado a estos mayores que cimentaron lo que aún es el PSOE y la España actual.
"La política es inhumana", porque deja las obras sin acabar. Era su obsesión durante su labor gestora. Esa preocupación le honra por responsabilidad pasada y también actual. A sus 80 años el de Heliópolis mantiene cordura y observación que lo rejuvenecen por encima de toda la nueva política. Desde su segundo plano, acolchado, claro que sí, está al tanto de Rigoberta Bandini o de La casa de papel. Se permite decir lo que piensa porque piensa lo que dice. Lamenta de estos tiempos que se multipliquen los inquisidores que acotan, en definitiva, el espacio de libertad y opinión de los demás.
Fijémonos lo claro que lo tiene sobre Díaz Ayuso que prefirió reservarse palabras explícitas. FG recordó que sabía cómo acabar en el portada de El País a 4 columnas. Y lo puede hacer a día de hoy. Con su pestañeo insistente puede acentuar cuando quiere quitar importancia a cosas que soliviantaban la agenda anterior a la guerra. No hay nadie como él para desdeñar arrugando la mirada.
Jordi Évole recibe cada año el regalo de unas horas del presidente del 82. En esta ocasión se acumulaban las efemérides, pero toda evocación quedó desbordada por Ucrania, un país destinado a que Putin la arrase.
Un conflicto que reformará el orden internacional. El periodista optó por una actitud de entrevista, en momentos de interrogatorio, examinando párrafos de un discurso real comparando con el diario manuscrito del sevillano. Ya sabemos, conocer más sobre don Juan Carlos parece ser la fijación de quienes más le critican.
No regaló juego sobre Vox pero sí recordó la influencia rusa en el independentismo catalán
Felipe González es una figura no tanto para una entrevista al uso, tipo rojo vivo, sino para escuchar. Para proponerle un tema y que desarrolle, como quiera, sus reflexiones, sus sentimientos, sus recuerdos. Por ejemplo, se evoca como un niño normal que no tuvo juventud por los estudios y las exigencias paternas con el negocio familiar. Reconoce que no fue un buen padre por falta de tiempo.
Sus documentos forman parte del legado que se custodia en el Ártico, gélidas y acertadas transiciones en Lo de Évole. El invitado estuvo muy por encima del entrevistador. No habría problema por parte de nadie en reconocerlo.
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