La canción de Eurovisión que compitió con 'Waterloo' y dio paso al levantamiento en Portugal en 1974
Historias de la tele
Antes de 'Grândola, vila morena', el tema que puso sobreaviso a las unidades militares llamadas a la Revolución de los Claveles, el tema portugués que fue al festival, 'E depois do adeus', sonaba para la movilización en la noche del 24 de abril del 74
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Hace medio siglo que jóvenes oficiales del ejército portugués actuaron contra la dictadura que campaba por el país vecino desde los años 20 para dar paso a un sistema democrático y abrir una nueva etapa para Portugal tras despojarse además de sus colonias africanas. La que se llamaría Revolución de los Claveles acabó con un régimen férreo en el que cualquier vecino era tildado de sospechoso contra el orden y las fichas policiales controlaban a casi un tercio de la población.
Para que los destacamentos afectos a la renovación estuvieran en contacto y coordinación se establecieron una serie de melodías que emitidas a través de la radio daban las órdenes. La nostálgica Grândola Vila Morena, de Zeca Alonso, fue la que sonó pasada la medianoche del 25 de abril de 1974 en Rádio Renascença por la que los cuarteles en pro de la regeneración democrática se ponían en marcha. Esa canción se convirtió en símbolo de libertad y su nombre está unido a esta revolución por la que los ciudadanos portugueses de forma espontánea colocaron claves en los cañones de los fusiles de los reclutas que salían a la calle: un gesto de un golpe en pro de la paz y de la prosperidad.
Antes de que la célebre Grândola sonara, la primera canción que ponía sobreaviso a las tropas rebeldes fue un tema de Eurovisión, que se pinchó sobre las once de la noche del 24 de abril. Como primer sonido de alerta, en la radio sonó E Depois do Adeus, de Paulo de Carvalho, la canción eurovisiva portuguesa de esa misma primavera, que compitió con Peret, por España, con Olivia Newton-John, por el Reino Unido; y con Abba, y otra pieza para la revolución, Waterloo, todo un himno pop.
Así que la lánguida balada pronunciada por Carvalho en Brighton, que obtuvo un penúltimo lugar merecido, la verdad, fue la señal de prevención para iniciar la que sería la Revolución de los Claveles que supuso la instauración de la democracia en tierras lusas.
La agencia EFE ha entrevistado para esta conmemoración al capitán Carlos de Almada Contreiras, encargado de este sistema de coordinación a través de la radio, como ya se había planeado en Chile y que adoptó a través de la lectura del Libro blanco del cambio de Gobierno en Chile. Este volumen editado por la Secretaría General de Gobierno del régimen de Pinochet pretendía justificar el golpe de estado de 1973 fabulando una amplia conspiración del equipo del presidente Salvador Allende por la que iba a ejecutar a la cúpula militar mediante un autogolpe. Así que fue un libro de intención torticera de Pinochet el que alumbró la idea para crear el sistema de avisos en la rebelión portuguesa pro-democrática.
Las tropas fueron puestas en guardia con un tema popular de Eurovisión (la balada compitió la rumba Canta y sé feliz de Peret, que hubiera sido un título más optimista). E depois do adeus el enamorado que ha visto roto su amor habla de "quería saber quién soy, qué hago aquí. Quien me abandonó, quien me olvidó", lo que tenía su carga simbólica ante la opresión de la dictadura a través de una letra romántica.
La intervención se puso en práctica con un tema de más calado ideológico, con sonido de marcha, de Grândola, Vila Morena, con la letra "o povo é quem mais ordena, dentro de ti, ó cidade" (el pueblo es quien más ordena, dentro de ti, oh ciudad). Los fusiles tomaron las ciudades pero sin disparar contra el pueblo, con claveles rojos de paz.
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