Y el Emmy es para 'Juego de Tronos, 'Fleabag' y 'Chernobyl'
Gala de premios repartida
La superproducción de la HBO cerró las tres horas de entrega con una despedida coral tras la sorpresa de la serie británica Phoebe Waller-Bridge a la mejor comedia
A las cinco de la mañana hora española Juego de Tronos ponía su colofón en la historia televisiva llevándose el Emmy al mejor drama, en fin, a la serie del año, en una despedida coral, tras homenaje anterior por todo lo alto, que incluía la presencia de George R.R. Martin y de sus actores y creadores de una superproducción de HBO con su sello andaluz. Tuvo un final con sabor a medias, como sucedió en la propia ficción, porque no fue esa noche de aluvión que se preveía en principio de un historión que ya tiene más de 50 estatuillas aladas en su palmarés. Pero por supuesto el carismático Peter Dinklage, Tyrion, no podía irse de vacío del Teatro Microsoft de Los Ángeles y se llevó un merecido premio a mejor actor de reparto en drama.
Otro de los Emmy indiscutibles ha sido para Chernobyl, mejor miniserie. La coproducción de Sky y HBO se puede calificar como lo mejor (o al menos lo más interesante) de la pasada temporada. Black Mirror, de Netflix, se llevó un merecido galardón a mejor telefilme por el interactivo y laberíntico Bandersnatch.
El premio de remate para el Trono de Hierro fue anunciado por Michael Douglas, a dos velas por El método Kominsky, en una categoría de intérprete de comedia que se llevó Bill Harder, de Barry, de HBO.
Ha sido una noche repartida, con una gala de tres horas donde también se homenajeó a Veep y cuyas grandes emociones han sido las sorpresas, como el inesperado premio a Fleabag como mejor comedia. La serie de la BBC de Phoebe Waller-Bridge se ve en nuestro país en Amazon Prime Video y tras una primera temporada que pasó de largo, se ha consagrado en esta segunda con la historia muy personal de una protagonista indiferente al bien y el mal. Si era la hora de premiar a las mujeres, con Fleabag ha quedado remarcado, para disgusto de La maravillosa señora Maisel, que aspiraba a subir al escenario para esta categoría. Phoebe también es la mejor actriz de comedia (una comedia negra y ácida en su caso) del año y su serie también se ha llevado el premio de mejor dirección en comedia. Tan sorprendida estaba la británica que calificaba el momento de "viaje chiflado". Fue también una noche de reclamación, como haría Michelle Williams por la equiparación salarial, especialmente para las mujeres afroamericanas.
Entre las mujeres ya se había producido la sorpresa en interpretación dramática. Otra serie de la BBC, Killig Eve, se llevaba el Emmy, pero no para Sandra Oh, una de las favoritas (Globo de oro como acreditación), sino para su compañera Jodie Comer. La Khaleesi Emilia Clarke se quedó sonriente en la silla.
Y entre los actores a mejor interpretación en drama ni Bob Ondenkirk (Better call Saul) ni Kit Harington (Jon Nieve en Juego de Tronos) se llevaron un Emmy que parecía teledirigido a ellos. La reclamación del transformismo y la homosexualidad de Pose, serie de FX y que en España también se ofrece en HBO, tuvo su reconocimiento con Billy Porter.
Ozark, de Netflix, dio el zarpazo de la gala con el premio a mejor dirección, con Julia Garner en interpretación de reparto; y La maravillosa señora Maisel se tiene que conformar con las interpretaciones de secundarios en comedia, Tony Shalhoub y Alex Borstien.
De las que se han marchado sin nada en los bolsillos se encuentra la serie de Ben Stiller, Fuga en Dannemora o la última True Detective.
En papel masculino principal de miniserie el premio fue para la dura recreación de Así nos ven, de Netflix, con un actor hispano Jharrel Jerome; y una estrella como Michelle Williams se llevó el galardón femenino en miniserie como Fosse/Verdon, dejando sin premio (otra vez, sin ganar nada pese a estar nominada en todas las galas de este año) a Amy Adams, que aspiraba por Heridas abiertas. Otra consagrada, Patricia Arquette, se llevaba su estatuilla poractriz de reparto en miniserie por The Act; y ya que Hugh Grant se volvía de vacío su compañero Ben Wishaw conseguía el de actor de reparto en miniserie para Un escándalo muy inglés.
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