Cosas a tener en cuenta antes de lo nuevo de 'The Crown'

Es la alta política en zapatillas, las miserias en el pico de la cima, donde no llega el ruido de la calle y donde falta el cariño y el contacto sincero. Pobre príncipe de Gales, tras una niñez de maltratos escolares. Ahora le queda una juventud palaciega donde no podrá fiarse de nadie, porque en Buckingham todo el mundo va a su bola.

La tercera temporada de The Crown sigue siendo la serie de la reina de Inglaterra, pero también es el relato de un marido egoísta, una hermana trepa y unos hijos al límite del desamparo. Estos nuevos diez episodios que llegan este domingo 17 (los seguidores la aguardan como agua de mayo), extraen una mayor presencia del heredero, con una amante que no podrá ser esposa (sí, claro, Camilla), frente a una soberana en la edad madura que sigue aún planteándose por qué le ha tocado vivir con la corona en la cabeza.

La juvenil Claire Foy (y sus problemas con el sueldo de su paternaire en la ficción) da paso así a la actriz británica más reconocida en estos momentos, Olivia Colman, soberana que ahora habrá de afrontar cómo terminan de desgajarse territorios remotos del imperio de sus antepasados, unido a una grave crisis que se lleva por delante parte de la industria de la metrópoli y una sensación latente de fracaso colectivo.

También está el asunto de la infidelidad matrimonial. La prensa amarilla ventiló durante meses la relación de la monarca con el jefe de su cuadra, harta en verdad del mal temperamento del duque de Edimburgo.

También hay un lógico cambio de actor y tras Matt Smith llega Tobias Menzies, como un marido de la reina que nunca perderá ese carácter agrio y altanero que lleva en su selecta sangre germana. Peteer Morgan, el productor ejecutivo de la serie, ya dio muestras en la película The Queen su poco afecto por el consorte.

En el zafarrancho familiar la guinda la pone la princesa Margarita, la insolente hermana menor a cargo de Helena Bonham-Carter, muy a gusto en este rol de cuarentona engreída.

En estos capítulos sufrirá las continuas crisis matrimoniales con su marido, lord Snowdon, Anthony Armstrong-Jones (que encarna Ben Daniels). Eso sí que van a ser crisis y no la del 73, que es la que va a marcar el declive del Reino Unido que ha de encarar su clase política y una reina que ha de mantener la calma pese a todas sus desazones.

Tras Churchill, en la primera temporada; el lamentable MacMillan en la segunda; ahora en la tercera el primer ministro de referencia es Harold Wilson, a cargo de Jason Watkins.

Los hijos de la reina, planteándose qué hacer en la vida, los interpretan Erin Doherty, como la princesa Ana (veremos su primer boda, con el jinete olímpico Mark Phillips); y Josh O’Connor como el desdichado príncipe Carlos.

Será la reina madre la que le ponga los pies en el suelo sobre andarse con cuidado con su familia aunque se sienta un adulto. Marion Bailey es quien da vida a la longeva viuda de Jorge VI en esta temporada.

En esta anfa de episodios veremos a Emerald Fennell como Camilla; pero apenas la silueta de Emma Corrin como Lady Di, el personaje central de cara a la cuarta temporada para el año próximo. Será por entonces cuando también adquiera peso Margaret Thatcher, a cargo Dana Scully, es decir la actriz Gillian Anderson. Será quien ordene la guerra de las Malvinas.

Un aliciente para los espectadores andaluces será comprobar los escenarios de nuestra tierra convertidos en lugares caribeños. Gran parte de los exteriores han sido grabados en Almería; diferentes puntos de la provincia de Cádiz, como Jerez y San Fernando; y la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache. Todos ellos, telón de bastantes escenas exteriores de The Crown que, recordemos, su títulos de crédito iniciales son creación infográfica gaditana, de la producción del isleño Javier León, Leon Studios.

En el Campo de Gibraltar se ha estado rodando la cuarta temporada.