'Los Chiripitifláuticos' en el recuerdo ante el fallecimiento de Barullo

Santiago José Martínez, que interpretó a Barullo en Los Chiripitifláuticos, ha fallecido en Madrid debido a un ictus a los 56 años. Se hizo un personaje popular por su aparición en TVE cuando era niño y además fue de los primeros actores negros en aparecer en la cadena pública española. Martínez intervino en la segunda etapa de este espacio infantil de aventuras y posteriormente no se dedicó a la interpretación. Era peluquero en un hospital madrileño y fue reclutado por Santiago Segura para aparecer en la primera y tercera entrega de Torrente.

En los distintos homenajes que ha tenido Los Chiripitifláuticos, instalados en la memoria de millones de espectadores que han superado ya el medio siglo, siempre estuvo presente Martínez, un vivaracho pequeño que iba de la mano del payaso Poquito (a cargo de Nicolás Romero), niño adoptivo en la vida real

"Chiripitifláutico” no significa nada en concreto. Se inspira en el trabalenguas “Supercalifragilístico…” de Mary Poppins, que era la película que estaba de moda cuando en 1965 el programa Antena infantil se convertía en el contenedor vespertino de una TVE en blanco y negro y bastante monótona. Cuando por allí aparecían Boliche y Chapinete (Joaquín Portillo había sido Top, el amigo de Tip, en la radio) animando a los niños, el cristal se convertía en una fiesta. Además de sus diálogos el dúo daba paso a actuaciones circenses y rondallas escolares.

Todo muy pionero, como Krusty el Payaso en Los Simpson, que viene a parodiar esa televisión infantil de otro tiempo. Boliche, Chapinete y el payaso Patatín, que llegó a ser encarnado por Isabel Pisano, la que protagonizó bastante después Bilbao de Bigas Luna, se quedaban cortos y anticuados.

El argentino Óscar Banegas, uno de los creadores más inquietos de aquella TVE que se mudaba a Prado del Rey, para animar el anticuado formato se sacó de la manga a un aventurero trolero, el Capitán Tan, a cargo de un joven actor bastante expresivo, Félix Casas. La televisión para los niños españoles comenzaba a cambiar... A partir de entonces sería “chiripitifláutica”.

Fue un imaginativo espacio que, durante dos etapas, se extendió durante casi diez años en la programación de la Primera Cadena y quedó grapado a la memoria sentimental de una generación. Los espectadores bien talluditos aún puede cantar lo de "...chiripitifláutica es la sonrisa de mamá, chiripitifláutica es la sonrisa de papá, chiripitifláutico el gesto alegre del bebé, chiripitifláutico es don José", remedando la sintonía que en los años 70 compusiera Julio Mengod.

Al Capitán Tan (Félix Casas murió en enero de 2020) se les sumó Lomotoro-Francisco Cano, Valentina-Mari Carmen Goñi (tanto Cano como Goñi aún viven) y el Tío Aquiles-Miguel Armario. Un cuarteto glorioso. Fueron las principales estrellas de aquella televisión sin mando a distancia (porque no hacía falta), en la que mandaba un tal Adolfo Suárez.

La imaginación de Banegas fue incorporando a Los hermanos Malasombra (Luis González Páramo y Carlos Meneguini, éste ya fallecido), “más malos que la quina”, unos antihéroes de lo más naif; y los celos de este productor ejecutivo llevaron a cesar a Locomotoro porque Paquito Cano disfrutaba de galas por su cuenta y de un próspero negocio inmobiliario que prosiguieron sus hijos.

Cuando el programa se recuperó, como episodio diario de diez minutos en 1972, se difundieron bulos desde el entorno de Banegas sobre Cano, que no volvió a ponerse la boina hasta 1981 a petición de Lolo Rico y por una semana para La cometa blanca.

En la segunda etapa, ya como Los Chiripitifláuticos, se incorporaron Poquito y los personajes del circo de Don Mandolio, Fileto Capcómico y su león Leocadio o Barullo, el pizpireto niño negro que interpretaba el fallecido Santiago Martínez.

Mari Carmen Goñi (su hija dobla a numerosos personajes en series y películas, como Lisa Simpson) ha repetido en todas sus conferencias sobre aquel programa que los directivos de TVE cancelaron Los Chiripitifláuticos por “obsoletos”, porque “eran más cursis que Walt Disney”. La memoria de este programa está resumida en el libro Chiripitifláutico…es Don José, de Cruz Delgado y Jorge San Román.

La caída de los de Óscar Banegas coincide, hace 49 años, con el meteórico ascenso de los payasos de

la tele. Los Aragón se zamparon a ojos de los directivos de TVE a Los Chiripitifláuticos aunque coincidieron en la parrilla entre 1973 y 1975. Podrían haber convivido durante mucho tiempo más. En enero del año antes que murió Franco se despidió el Capitán Tan y todos los suyos en la programación de tarde con Un globo, dos globos, tres globos.