Cuando Chicote se enfrentó a Franco, llega el fin para la Taberna La Concha de El Rocío
Cabreos memorables
La pesadilla rociera ha cerrado al cabo de diez años de pasar por el programa de La Sexta, sin haber nunca conseguido buenas críticas del público
Alberto Chicote visita en 'Pesadilla' una taberna sevillana y lo resume en una frase
Alberto Chicote ya pone mala cara para grabar lo nuevo de 'Pesadilla en la cocina'
La ensaladilla ácida, el salmorejo sin gracia y la paella con arroz vaporizado y gambas microscópicas fueron algunos de los platos de Taberna La Concha con los que se sorprendió a Alberto Chicote cuando Pesadilla en la cocina recaló en la aldea de El Rocío. Una buena ubicación que habría salvado al local durante todos estos años y que pese a las malas críticas en Tripadvisor (Chicote no podía con el genio e ideas del dueño) permaneció abierto tras no aprovechar los consejos del chef.
La Taberna La Concha nunca podía aspirar a la estrella Michelin, su propietario, Antonio José Franco, nunca se empeñó en la calidad, "esto es una taberna, no un restaurante". Pero sobre todo no lo decía, sino que lo chillaba. La entrega rociera fue el episodio con más gritos por metro cuadrado que ha tenido este espacio de La Sexta. Cualquier frase de Chicote era reaccionado con los chillidos de Franco, que arrasaba rompiendo platos y golpeando las paredes, para estupor de los empleados, que fueron todos despedidos tras pasar el programa.
Los chillidos de Antonio José Franco se van ahora a la localidad de Chillón, en Ciudad Real, de donde es este hostelero que en la grabación de 2014 dejó impresionada a la audiencia para disgusto de sus padres y sobre todo de su marido, el cocinero de la taberna que aceptaba las indicaciones de Chicote, pero que no pudo poner en práctica. Ha anunciado en las redes esta mudanza.
La popularidad de Franco se mantuvo durante todo este tiempo y él vestía la chaquetilla de chef, ufano de su lamentable paso por la pesadilla. Tras un decenio en El Rocío, marchándose a la ermita cada vez que el genio le salía por las orejas, ahora se va a La Mancha.
Para la posterioridad queda su doble aparición en Pesadilla, las imitaciones de Miki Nadal, que llegó a visitarlo a La Concha, y sus airadas respuestas a Chicote cuando le visitó para ver cómo iba todo. Ya por entonces, en 2015, había dejando en un cajón la vajilla que le facilitó el programa y los aparatos para las comandas, para hacer más efectivo el trabajo de los camareros, tenían como destino un mercadillo sevillano.
Franco cierra la taberna en El Rocío, donde se había convertido en un personaje popular. Chillón le recibe con los brazos abiertos
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