¿Por qué Chanel debería ser la representante española en Eurovisión 2022?

Esta era la canción que desde hacía años se merecía la representación española: un videoclip en vivo de tres minutos, un espectáculo total, con una artista capaz de dejar con la boca abierta al continente. Ya lo hizo Eleni Foureira con Fuego, pero representaba a Chipre. Ahora es una cubana, Chanel, la que se impuso en la primera semifinal y fue el sorpresón agradable que se merecía el Benidorm Fest y TVE.

Menuda gala, Chanel será cuarta en intervenir en la final y quinta, Rigoberta Bandini, la otra favorita de cara al sábado, con catarsis del auditorio con Ay, mamá. Pero SloMo es espectáculo, baile y adicción para oírlo, para verlo. Si Foureira gritaba “fuego-o”, su émula española grita “agua” con toda la complicidad fan.

Con Chanel tenemos la representación que España necesitaba y ha surgido en el contexto idóneo de la pugna de Benidorm, fiesta nacional de los eurofans. Apunten a Chanel para mañana sábado y véanla antes en youtube...

La música electrolatina exaltada con calidad en todas sus vertientes y con una cantante que lleva (e interpreta) ese ritmo en la sangre. Lo han podido hacer otros países, pero España debe presentarse, por fin, con algo así.

¿Que otros ya han hecho algo parecido a Chanel? Sí, pero esta es la primera vez que España puede enviar a Europa la visión esencial de lo electrolatino a través de una artista completa, una diva sin complejos.

Rigoberta se ve amenazada. No tanto ella, sino sus incondicionales. Ay, mamá también es un gran tema, pero la puesta en escena debería ser mejorable de cara al continente. Estamos ya ante eurodramas y salseo, como pide el acontecimiento de este sábado. Benidorm coge ya carrerilla y sólo los instantes de slow-motion de SloMo ya valen un pasaporte a Turín.