'La Caza. Monteperdido' intriga en los Pirineos

TVE ha anunciado la próxima emisión de su serie policíaca La caza. Monteperdido, un thriller dirigido por Salvador García Ruiz y Álvaro Ron, basado en el best seller internacional de Agustín Martínez. La cadena pública tiene el reto de recuperar espectadores en la franja estelar y volver a mostrar músculo en una vertiente como la ficción que siempre había sido sello de la casa. Tras recientes fiascos como El Continental o Traición,Traición la trama de intriga en el Pirineo Aragonés se convierte en una baza de prestigio. Megan Montaner (Sin identidad), el barcelonés Alain Hernández (Mar de plástico) y Francis Lorenzo (Águila Roja) encabezan el reparto de los tres investigadores de las desapariciones que centran la historia.

El elenco los completan Pablo Derqui, Carla Díaz, Bea Segura, Jorge Bosch o David Solans, con la colaboración especial de la veterana Beatriz Carvajal (su última aparición fue en Los misterios de Laura) y Jordi Sánchez (Recio en La que se avecina).En diciembre concluyó el rodaje de esta ficción prevista para estrenarse entre febrero y marzo, y tras haber grabado durante más de seis semanas en la comarca oscense de La Ribagorza.

Esta es una ficción de DLO Producciones (que hizo la versión televisiva de Alatriste) donde las calles de Benasque y Cerler representan el pueblo ficticio de Monteperdido, junto a otros enclaves naturales pirenaicos como los Llanos del Hospital, el barranco de Remuñe, la Besurta o los ríos Ésera o Senarta. El Valle de Benasque era “el lugar perfecto que describe la novela”, con una magia y una naturaleza que se convierte en un personaje más de la historia. Un entorno complejo y laborioso con localizaciones de difícil acceso que fue un reto para la producción. La Caza. Monteperdido se ha grabado con cámaras 7K, la primera vez en una serie de TVE, para resaltar así todo el paisaje que envuelve al espectador.

El argumento de 'Monteperdido'

La historia arranca con la desaparición de dos niñas de 5 y 11 años, Ana y Lucía. Tras una extensa búsqueda el caso nunca se resolvió y los vecinos quedaron marcados por la tragedia. Una de las pequeñas reaparece a los cinco años y dos agentes de la UCO especializados en desapariciones, Santiago Baín, teniente al final de su carrera, y Sara Campos, joven sargento, trabajarán junto al cabo de la Guardia Civil local en una investigación que se transforma en un laberinto.