Carles Porta: "La realidad y la muerte no entienden de sensibilidades"
Crónica negra
La adaptación televisiva del espacio radiofónico ‘Crims’ se estrena hoy en Movistar dirigido por el periodista catalán. La primera historia será el crimen de Guardia Urbana.
Movistar+ estrena El crimen de la Guardia Urbana, la primera entrega de Crímenes, bajo la dirección y voz de Carles Porta. Crímenes es la adaptación televisiva del programa de radiofónico Crims, de Catalunya Radio, premiado con un Ondas en 2021. Este true crime relata algunos de los sucesos más impactantes de la crónica negra española de una forma exhaustiva y rigurosa.
–¿Qué nos vamos a encontrar en esta serie documental sobre el crimen de la Guardia Urbana?
–Son cuatro capítulos en los que explicamos la historia intentando que la gente se ponga en la piel del jurado popular. En el primero verán los hechos explicados por los policías que lo investigaron; en el segundo está la versión de Rosa, la primera detenida; el tercer capítulo ofrece la versión de Albert, el otro detenido y amante de Rosa; mientras que el último episodio es el veredicto, la decisión del jurado popular. Al final, vemos el caso en 360 grados.
–¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de este primera entrega de Crímenes?
–Todos mienten, hay una mentira por centímetro cuadrado.
–Usted está acostumbrado a lidiar con temas de la crónica negra…
–Hace 5 años que me centré en este ámbito. En realidad he hecho crónica negra toda la vida. En estos últimos años lo he realizado de forma más intensa. La crónica negra forma parte de la vida. Nuestros crímenes nos definen como sociedad. Me parecía interesante contar esa parte oscura y negra de la sociedad. Además, narrativamente siempre es muy completo un crimen y el suspense siempre está encima de la mesa.
–¿Cómo ha sido el proceso de adaptar un programa de radio a la televisión?
–Es muy difícil porque la televisión es muy exigente y necesitas que la gente se ponga delante de la cámara. En este tipo de casos resulta complicado convencer a los protagonistas para realizar las grabaciones con la cámara. Acceder al material tampoco es fácil, pero convencer a los protagonistas cuesta mucho más. Las historias que contamos son casos juzgados y eso nos facilita el acceso a los sumarios y a los diferentes personajes de un crimen.
–Ha comentado que las claves de esta versión televisiva de Crímenes son el rigor periodístico, el respeto y el ritmo narrativo. Esas tres premisas están muy presentes en este true crime…
–Sí. Es una norma que me inventé para entender qué hacemos y cómo lo hacemos. Las tres erres. Rigor, lo que decimos tiene que ser cierto para no perder fuerza, los espectadores deben creer ciegamente en nosotros. Mucho respeto por la gente que se pone delante de la cámara, y sobre todo por las víctimas. Si no fuésemos respetuosos no tendríamos tanto público. Y por último el ritmo narrativo. A la hora de contar una historia para televisión tienes que tener un ritmo muy trabajado y equilibrado, intenso en algunos momentos y tranquilo en otros.
–Tras ver el primer episodio, llama enormemente la atención la siguiente frase: “la realidad y la muerte no entienden de sensibilidades”. ¿Qué nos puede comentar sobre ello?
–Le decimos al espectador que va a ver un programa que no tiene la sensibilidad como premisa principal. La realidad y la muerte son como son, no ponen filtros, la realidad y la muerte duelen. Y eso es lo que pasa con los programas de Crímenes. Hay momentos que duelen, intentamos no utilizar el amarillo del sensacionalismo ni el rojo de la sangre, ya que en nuestros programas no aparecen cadáveres. La realidad y la muerte no entienden de sensibilidades.
–La historia del crimen de la Guardia Urbana contiene todos los alicientes posibles: violencia, triángulo amoroso, sexo, venganza, denuncia, mentiras…
–Totalmente. Es muy difícil que un guionista, por muy bueno que sea, hubiese llegado a ese nivel de imaginación. En este caso todos los protagonistas son policías, los vivos y el muerto. Todos los elementos que has mencionado forman parte del crimen de la Guardia Urbana.
–A título personal, poner voz a este tipo de historias no debe ser una tarea sencilla…
–Intento no ponerme sangre en la boca y ser lo más neutral posible en la narración. Me obsesiona la realidad y trasladarla al espectador de una forma neutral. Intento no juzgar, solo explico. Pongo los hechos en boca de los protagonistas, como se puede observar en esta primera entrega sobre el crimen de la Guardia Urbana. En las descripciones hay que ser preciso y concreto, con las menores palabras posibles. El meterse demasiado siempre ensucia. Paso más horas recortando que añadiendo. Para mí es muy importante ser preciso y no excederme.
–¿Qué otros relatos se abordarán en próximos capítulos de Crímenes? –Uno de ellos será el crimen de Brito y Picatoste, dos tíos que se fugaron de la cárcel de Lleida y violaron y mataron a una chica durante el tiempo que permanecieron fugados, el de la línea 4, otro de índole xenófobo, el de Talleda con un asesino en serio como protagonista, uno que se resolvió por un mordisco a la víctima, te estoy haciendo spoiler total (risas). Son crímenes muy distintos y la fuerza de las historias reside en que los protagonistas nos lo cuentan en primera persona.
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