El programa de Canal Sur donde descubrimos a Ana Blanco

Ana Blanco está unida a los recuerdos históricos de España de los últimos 28 años, desde que se asomó por primera vez al Telediario del fin de semana el sábado 15 de septiembre de 1990. Desde entonces no ha faltado en su cita para narrar las noticias a los espectadores, desde los días de ensueño del 92 en Sevilla y Barcelona a los resultados electorales habidos desde entonces, entre atentados de ETA y jornadas tan negras como el 11-S y el 11-M.

En todo momento estaba la voz serena de Ana Blanco y una imagen inalterable, salvo las arrugas propias de la edad. Un estilo propio, sobrio pero siempre jovial, que admiran compañeros y rivales. Por encima de todos los cambios políticos habidos en RTVE y los bamboleos directivos que han sacudido todos los despachos, Ana Blanco (Portugalete, Vizcaya, 1961) ha permanecido en la mesa del plató, confirmada por once directores general y siete directores de informativos (debutó con María Antonia Iglesias y fue fichada por Ramón Colom como director de TVE. Su supervivencia es todo un logro. Su último cambio lo ha vivido con el terremoto tras el fin de José Antonio Sánchez y ha pasado de la edición nocturna a la de sobremesa, que por cierto es unos de los informativos más veteranos del mundo, ininterrumpido, sin cambiar la hora, a las tres de la tarde, desde hace 60 años, en 1958.

La siempre calmada periodista vasca (no se le recuerda ningún repunte visceral), licenciada en Pedagogía por Deusto, tuvo un primer contacto con la audiencia andaluza en un concurso, aunque sólo con su voz, En A por todas, presentado por Andrés Caparrós y producido por Tesauro.

Por entonces Ana, llegada de su tierra natal donde se forjó en la radio, era la presentadora de Zap, zap en Telemadrid, con Agustín Bravo y se había presentado a las pruebas para incorporarse a los nacientes servicios informativos de Antena 3, noticiarios que comenzaron a presentar el recordado sanroqueño Félix Bayón, Esmeralda Velasco y el ínclito José María Carrascal. Por entonces nadie podía sospechar que aquella novata desechada en San Sebastián de los Reyes, ya con 29 años pese a su rostro siempre juvenil, iba a ser la periodista incombustible en Torrespaña. Su dulzura en el off le añadía énfasis a los premios que se entregaban en Canal Sur el simple formato de preguntas de Andrés Caparrós, que tenía un gato negro a modo de Ruperta y que estaba patrocinado generosamente por Caja San Fernando. Ana era un off pasajero y nadie podía sospechar que esa voz nos iba a acompañar en nuestras vidas.

Por esa profusa y constante trayectoria, donde figura haber entrevistado en estos años a todos los presidentes y jefes de la oposición y haber narrado las tres bodas reales, la Academia de Televisión le ha concedido el Premio a la Trayectoria Jesús Hermida, lo que era Premio Toda Una Vida. Ana Blanco recogerá este máximo galardón el 23 de octubre, en la gala de los Iris, y su nombre se une asía a una galería de indiscutibles: Jesús Hermida, Miguel de la Quadra Salcedo, Antonio Mercero, Chicho Ibáñez Serrador, Josefina Molina, Matías Prats senior, José de las Casas, Pedro Amalio López, Emilio Aragón MilikiMiliki, Rosa María Calaf, Rosa María Mateo, Concha Velasco, José Ángel de la Casa, José María Íñigo, Laura Valenzuela, María Teresa Campos, Mayra Gómez Kemp, Fernando García de la Vega, Paloma Gómez Borrero y Javier Sardá.

Toda un vida desde aquel debut en primera división, el 15 de septiembre del 90, junto a una entonces también novata Francine Gálvez, que se equivocaba mucho y que se orientó a programas divulgativos o de entretenimiento. Entres sus parejas en el plató han figurado sus competidores Matías Prats, Pedro Piqueras; o veteranos como Jesús Álvarez. Presentaba el Telediario de la sobremesa a principios de este siglo cuando por las noches estaban Alfredo Urdaci, y Letizia Ortiz. Hay pocos nombres que reúnan tanta historia a sus 57 años y que además para el público tenga una imagen tan perdurable y de tanta credibilidad.

Y como ejemplo de su serenidad perenne, este vídeo...