¿Calidad significa siempre tener audiencia?

Análisis

Los audímetros señalan que TVE está en su peor momento histórico

'Órbita Laika' programa de La 2
'Órbita Laika' programa de La 2 / RTVE

La campaña con la que la Corporación de RTVE quiso reconciliarse con los espectadores partía de una premisa errónea. ‘La gran consulta’ ha recorrido España preguntando a los usuarios cuáles son sus preferencias. Pero la hipocresía está servida. Cada mañana, cuando nos desayunamos con las cifras de audiencia de la jornada anterior, constatamos cómo, por lo general, los programas más vistos son los que el común de los mortales calificaría clara y llanamente como telebasura y colaterales. De esta manera iríamos descendiendo hasta llegar a los espacios en teoría más valorados (incluso por ese público al que ahora se consulta), y sin embargo, a la hora de la verdad, invisibles.

No será con cifras tan abultadas como en otras épocas, pero Tele 5 continúa puntuando con un 16% realitys como Secret story (que no es más que una edición renovada de Gran Hermano), La isla de las tentaciones o Sálvame. Antena 3 ha encontrado en las telenovelas turcas un salvavidas con el que mantenerse en lo alto, lo que unido a las altísimas cifras de sus informativos (el de mediodía con Sandra Golpe supera el 22% con frecuencia) hace que el cara a cara con Telecinco mensual funcione.

El canal Premium de TVE, La 1, se tiene conformar con un 8%, que dudamos puedan hacer subir las novedades: La noche de los cazadores, Sequía, Las tres puertas, Cuéntame y Las claves del siglo XXI.

Pero es en La 2 donde encontramos el mayor contraste entre la calidad y las bajas cifras de audiencia. Hace unos años se instaló la franja cultural de las ocho de la tarde. Nunca ha subido del “uno coma”. Página 2, Arqueomanía, Atención obras, Escala humana o Días de cine llevan atrapados años en ella. El único estreno de 2022, ‘This is philosophy’, apuntó esta semana un 1’1%.

Lo mismo le ocurrió al informativo La 2 noticias, que cancelaron a traición a partir del 12 de marzo de 2020. Todos hablaban bien de él, pero no hubo manera de sacarlo de la zona del “uno coma”.

stats