Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Voces
Precios de los 70
En la primera gala de Tu cara me suena la cantante Lolita, jurado del programa y que siempre tiene una "aneeécdota" que contar, aportó un recuerdo feriante en el que son razonables los protagonistas de la historia pero no la cuantía que manejaban. Se supone que nunca pudo ser tanto dinero, como le observaban los compañeros en el plató.
La anécdota de Lolita se refiere a su adolescencia, antes que se convirtiera con 18 años en una fulgurante estrella con Amor, amor, en 1976. Seis años antes de lanzar ese primer disco le prestó el dinero que llevaba para disfrutar en la Feria de Sevilla para ayudar a un amigo, Bertín Osborne, que por entonces, estaba internado en el colegio de Campillos, conocido centro de enseñanza que cerró sus puertas hace unos meses. En el Colegio San José estaban matriculados alumnos que tenían un comportamiento difícil y los padres pedían mano dura con ellos.
Lolita, que según el contexto de su anécdota, sería en el año 1970. Ella tenía 12 años y el jerezano, 16. El joven estudiante estaba muy preocupado en la plaza de Cuba, porque debía regresar a Campilllos en lo que habría sido una escapada para estar en la feria y volver antes del lunes por la mañana. Lolita ayudó para que se buscara un autobús, tal vez un taxi, y le dio, nada menos, que las 10.000 pesetas que llevaba en el bolsillo, y que le dio su padre Antonio González El Pescadilla (no Pescaílla) para que se divirtiera con sus amigos en el real que entonces aún se celebraba en el Prado de San Sebastián. Bertín, según su amiga Lolita, nunca le reintegró aquel abultado dinero feriante.
La hija de Lola Flores, no obstante, se ha quedado dudando sobre si en 1970 podía manejar tan alegremente 10.000 pesetas. Al cambio directo de hoy serían 60 euros, lo que ya es respetable pese a la inflación, pero al cambio del poder adquisitivo serían más de 1.200 euros. En 1970 el salario mínimo rondaba las 3.500 pesetas y un utilitario de gama baja, que le costaba su esfuerzo adquirir a la clase media, suponía unas 80,000 pesetas. Por 30.000 pesetas se compraba una inversión del hogar como un televisor o una lavadora.
Si es por los precios de la Feria, si Lolita llevaba encima 10.000 pesetas tenía de sobra para toda la semana de juerga. Los cacharritos costaban unas 8 o 10 pesetas el viaje y si en una caseta pedía una media botella de manzanilla (no existían recelos por vender vino a menores) la cosa le habría salido por unas 40 pesetas que junto a una comida para varias amigas no habría superado las 300 pesetas.
Con esas 10.000 pesetas, en caso de que fuera así, Bertín Osborne pudo regresar a Campillos en taxi, de sobra, y hasta podría haberse comprado un billete de avión para Madrid.
Al margen de la exactitud de esa cifra, al público le gusta que Lolita en Tu cara me suena desgrane momentos y vivencias. Es de esas artistas que siempre vivieron en primera fila, donde la colocaba su madre que tan orgullosa estaba de su descendencia artística.
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