La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España
Ejerce de romano y de hincha de la Roma, optimista ante la llegada de Luis Enrique, lo que le que genera debates matinales con los madridistas que le rodean. Es un apasionado de la Historia y del cine, puntos de fuga de los clichés de su televisión comercial. Con él bromean en los canales de la competencia pero sus opiniones siempre son escuchadas y tenidas muy en cuenta en su casa, que ahora mismo reúne a un 28% de la audiencia española, y fuera de ella. Su familia está a dos mil kilómetros del despacho, por lo que Paolo Vasile (Roma, 1953) tiene claro que si está en Telecinco es para trabajar, y mucho, al pie de los monitores, después de 28 años de catodicismo empresarial. Por encima de las críticas, su misión siempre es sacar la rentabilidad a cada uno de sus empeños: la garantía para sobrevivir en esta jungla caribeña de la TDT.
-La crisis: tormenta perfecta en las empresas de medios ¿Cuál es su armazón para seguir encarando estos tiempos?
-La televisión, como contenido, no está en crisis, vive un momento de grandísima audiencia, porque se están batiendo las cifras de consumo, con más de 240 minutos por habitante, y precisamente uno de los factores más importantes del ascenso es por la crisis económica. La gente ve más televisión porque es gratis, pero sobre todo porque le gusta. Antes de la crisis ya se veía cada vez más televisión. La gente también sigue la tele como compañía, una de las intenciones básicas de Telecinco. En la televisión comercial vivimos la crisis económica pero nuestra crisis no es de talento.
-Y la crisis vino a unirse al encendido de la TDT con tantos canales…
-Tal cantidad de editores es un problema. Es un despilfarro económico que cada uno haga su televisión. Ahora todas las cadenas estamos en apuros, porque las que antes ganábamos, ahora ganamos mucho menos; y las que no eran viables se encuentran en una posición muy complicada.
-¿Cuál es el panorama que usted vislumbra a medio plazo?
-Seguiremos como líderes en la televisión comercial mientras seamos capaces de defender esta posición. Un liderazgo que no ha surgido porque Dios lo ha querido así y fuera una obligación... Con las gafas de la envidia parece que nos han regalado el puesto que ocupamos y todo lo que tenemos lo hemos construido gracias al público y a pesar de lo que han dicho en contra de nosotros. Si Telecinco sigue teniendo su equipo de profesionales, el mejor, pensamos que seguiremos adelante. Con la crisis habrá reajustes en el sector, porque las crisis hacen aflorar todos los vicios del sistema. Cuando todo va bien el dinero puede ocultar los defectos. En la situación actual, si no tienes pérdidas o mantienes unas deudas razonables, se puede seguir adelante. En nuestro caso estamos fuertes y de la crisis saldremos reforzados.
-¿Internet terminará estrangulando a la televisión?
-No, porque internet se alimenta de la televisión: los vídeos más vistos son los de televisión, las series se descargan, se busca en la red los programas que no se han visto. Habrá interconexión, como estamos probando, pero internet no acabará precisamente con la televisión.
-¿Qué balance hace de la compra de Cuatro?
-Desde el punto de vista empresarial hemos cumplido los objetivos en el tiempo previsto. La reorganización de los trabajadores se ha hecho en menos de seis meses, con despidos inevitables. Fue heroico que la plantilla de Cuatro mantuviera el ritmo durante el año anterior de transición. El cambio editorial necesita más tiempo. Para reactivar la cadena necesitamos al menos de un año.
-Y se encuentra ahora, por ejemplo, con la marcha de los programas de Pablo Motos...
-No querían escucharnos sobre que pedíamos mejoras en los programas para ganar audiencia. Así era imposible remontar. En el prime time no tenemos problemas. Cuatro será la cadena de la ficción. Y en las sobremesas yo quiero a Los Manolos para toda la eternidad y para el resto de franjas tenemos nuevos programas.
-En Telecinco les ha fallado en esta temporada la ficción...
-Hay mucha competencia y ya digo que para seguir haciendo televisión hay que ganar siempre. Estamos preparando nuevas series como Homicidios, con Eduardo Noriega, Cheers, 2055, las nuevas temporadas de Aída, Tierra de lobos... Y en realities, con Supervivientes hemos alcanzado el 25% de cuota, pero eso es una exageración. No se puede alcanzar una cifra así todos los días.
-Isabel Pantoja será un fichaje sonado para la próxima temporada.
-Con su presencia en Supervivientes hemos llegado a un acercamiento. Ese programa ha beneficiado a la imagen ella, que es una artista grande, y a mí me gusta trabajar con el mejor talento que haya.
-¿No causará eso grandes celos en su principal estrella, Belén Esteban? Les critican porque ustedes parecen sufrir de belén-dependencia...
-Belén Esteban es un personaje extraordinario. Es la precursora del 15-M. Representa a la mujer que protesta, inconformista. Representa al desahogo de la gente. La gente puede estar indignada de forma pacífica y pronunciarse de forma enérgica, como Belén, y mostrar la decepción por un sistema. Yo no digo que Belén haya sido el origen del 15-M, pero vaticina su concepto, porque ella dice cosas de sentido común... Y Telecinco sólo depende de su público, no de nadie en concreto.
-Jorge Javier sería su estrella más eficaz.
-Este es un buen ejemplo de profesionales que saben crecer, que se empeñan en mejorar. Es una persona que sabe escuchar y los presentadores de Telecinco destacan porque es mejor saber escuchar que saber hablar. Y ahí están Ana Rosa Quintana, Jordi González, Emma García…
-¿No peca Telecinco de una parrilla inmovilista, sin riesgo ni variaciones?
-Los nuevos formatos se buscan cuando las cosas van mal, pero en Telecinco nos va bien. La televisión que va bien es la que contraprograma menos y se mueve menos. Nuestro destino es fracasar y por eso cuando las cosas funcionan es mejor no tocarlas. Yo sólo conozco dos casos de programas que han concluido cuando iban bien: Médico de familia, porque Emilio Aragón quería seguir su formación musical, y Crónicas marcianas, porque Sardá no quería seguir.
-¿Y qué pasó con Sardá para que no cuajara en su regreso?
-Sardá era Crónicas marcianas y esa era su fortaleza.
-¿Cómo valora la supresión publicitaria en TVE después de casi dos años de su puesta en marcha?
-Ha sido una magnífica idea para corregir una mala idea del Gobierno como abrir la TDT a tantos canales. Era necesaria la supresión para las cadenas privadas.
-Pero el sistema de financiación deja a la cadena pública en una situación precaria, diría que insostenible.
-TVE tiene una montaña de dinero. El problema es que gasta más de lo que tiene. Si un millonario gana 5 millones al mes no puede gastar 6 millones. TVE no puede tener la Champions o sus contratos con las majors americanas de cine. Es una cadena multimillonaria y si tiene que ahorrar 400 millones porque no se pueden conseguir con la financiación, lo tiene que asumir.
-¿Ese sería el modelo para las autonómicas? ¿cuál es el futuro para estas cadenas?
-Lo de las autonómicas es muy difícil entenderlo en clave empresarial. Sólo se sostienen desde el punto de vista político. Es el vicio de TVE multiplicado por cada una de las comunidades. Pero creo, personalmente, que no es el momento para hablar de las autonómicas desde las cadenas privadas porque son los políticos los que están hablando ya de ellas.
-¿Cómo son sus relaciones con La Sexta y Antena 3, y más tras cuestionar la presidencia de José Miguel Contreras al frente de Uteca?
-Yo estoy en mi despacho todo el día de lunes a viernes, como todo el mundo. Si me buscan, aquí estoy. Me gustaría que volviésemos a las relaciones de hace años, cuando había un ambiente competitivo pero éramos profesionales que nos respetábamos mucho. Creo que ahora no es así. Espero que con el tiempo baje la tensión actual.
-¿Tiene algo que objetar sobre el tratamiento de Andalucía en Telecinco? Han arreciado voces desde lugares como Ubrique...
-En Telecinco hablamos de personas. En nuestra cadena trabajan muchos andaluces, que defienden su tierra, y yo, que para los italianos soy un hombre del sur, me identifico con el sur de España. Tengo mucha simpatía por Andalucía. No había caído, pero nunca hemos preparado nada para herir a los andaluces. Creo que Jesulín de Ubrique, Paqui la de la Coles o cualquier otro personaje representan a una tipología de persona más que la representación de un lugar.
-¿Qué opina de las imitaciones de Piqueras y su estilo "apocalíptico"?
-A él no le gustan esas bromas, pero nosotros tenemos menos noticias de sucesos que Antena 3. Tal vez Piqueras comunica muy bien ese tipo de información.
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