'Barrio Sésamo', en favor del español y contra los supremacismos
Integración y diversidad
Mientras en la televisión pública catalana el castellano es el idioma de los malvados y los personajes de clase baja, en la televisión pública estadounidense se defiende a los inmigrantes latinos y a usar su idioma
Mientras hay espacios infantiles en la autonómica catalana TV3 donde expresarse en español, en castellano, es “de malvados”, en Estados Unidos es un idioma que da “superpoderes”.
Es el consejo que dieron a Rosita, la monstrua mexicana que un día llegó a Barrio Sésamo, Sesame Street, e hizo mucho por la inclusión de los inmigrantes en el país.
Frente a los supremacistas anglosajones que llegaron a arrinconar el español en las escuelas (¿suena que algo parecido está pasando en determinados territorios de la propia España?) la respuesta de los creadores de Sesame Street, espacio de la televisión pública, PBS, fue crear un personaje inmigrante que descubrió que el bilingüismo es una oportunidad para ser mejor. Y expresarse en español y en inglés, sin presiones, es una forma de sumar amigos por todas partes.
Rosita apareció en 1991 y fue una pica en la televisión en inglés en favor de nuestra cultura y la globalización. El personaje desapareció pero fue rescatado en 2015 y hace mucho por los escolares estadounidenses por la integración.
La historia de Rosita es una de las que aparecen en 50 años de Barrio Sésamo, serie documental de por ahora dos entregas que se ha estrenado en Movistar +. En esta docuserie se retrata cómo este espacio nacido en 1969 contribuyó a lanzar un mensaje de diversidad revolucionario cuando en las calles se reprimían aún las manifestaciones contra la segregación racial.
En Sesame Street comenzaron a aparecer en pantalla personas de raza negra o asiática y que convivían con otros seres diferentes, monstruo peludos y personajes de felpa, como Epi y Blas, que pese a las formas de ser distintas convergían en un sentimiento de amistad, de buena vecindad.
Vecinos de distintas edades, personas de la calle con profesiones tan valiosas como corrientes. En España, en la memorable etapa de Espinete, los niños convivían con el anciano quiosquero Braulio o el juvenil Chema, el panadero. Y así desde hace más de medio siglo en todo el mundo.
La serie de Movistar + pone en valor aquella iniciativa por la que las marionetas de Jim Henson se convirtieron en buenos ejemplos para todos, y qué era lejos o cerca y qué estaba arriba o abajo. Y que expresarse en español era de lo más normal. Sin complejos.
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