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América, América

El Festival de la OTI, desaparecido del mapa en el año 2000, cumple hoy 40 años de su primera edición, organizada por TVE

El chileno Florcita Motuda, ganador de la OTI de 1998, en el centro, fue un adelantado del eurovisivo Chikilicuatre.
Francisco A. Gallardo

25 de noviembre 2012 - 05:00

¿Conocen a Anabel Russ? ¿Les suena de algo? ¿Nada? Pues la desconocida Anabel Russ fue la cantante española que ganó el Festival de la OTI en el año 1996. En fin, un ejemplo de la poca trascendencia que ya generaba el festival que reunía a las cadenas ibéricas y latinoamericanas durante un par de noches (llegó a ir por delante de Eurovisión en eso de las semifinales y gala final) para deleite de estilistas y diseñadores de otro tiempo. Con todo el potencial que tiene el contacto con nuestra América, como bien se vino a comentar en la reciente Cumbre de Cádiz, en ese continente donde incluso ahora está nuestro salvavidas económico, el musical que reunía a una veintena de países con el nuevo siglo desapareció del mapa. No había cristo, ni canal, que se animara a organizarlo. Murió abandonado por todos aunque de vez en cuando hay quien piden que vuelva. ¿Por qué?

Si hoy estuviera vivo el "Festival de la Otitis" (Martes y Trece dixit en sus parodias) cumpliría 40 años y hasta daría tema para una crónica en 300 millones, otro invento de la TVE setentera para capturar a lazo el otro charco, esas tierras que hace doscientos años comenzaron a coger el escampavía de la independencia. Con lo mucho que se divirtió el personal con el "¿Por qué no te callas?" del Rey, las cumbres iberoamericanas son la traslación política y diplomática a aquellos tremendos festivales de pajaritas y floripondios que cantaban a la fraternidad con títulos como Hermano hispanoamericano, Gloria Janeth, Honduras, 1979; o Una canción para dos mundos, Jesús Fichamba, Ecuador, 1992. ¿A qué Josema y Millán se quedaban cortos?

Hace 40 años el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, llamado a ser el ombligo de Naranjito, acogía el primer Festival de la OTI, el orgullo del tercer mundo, un remedo eurovisivo promovido por España en un momento de euforia política para sacudirse complejos franquistas y una oportunidad similar para otros tantos regímenes bananeros. Portugal, que también vivía en su dictadura, tampoco faltó. Y al cantante mexicano, Alberto Ángel El Cuervo, lo descalificaron porque le dio por cantar Yo no voy a la guerra, todo un canto a la objeción y a los malos recuerdos. La TVE de Franco, dirigida entonces por Adolfo Suárez, se mosqueó y tiró de un buen puñado de jurados para decir que el mexicano se marchara con su sermón a otra parte, que no viniera complicar la fiesta. A partir de ahí la cita de la OTI arrancó con malos rollos y muchas dudas, pese a la voluntad de los presentadores, Rosa María Mateo y el chileno Raúl Matas. La representante española era Marisol, que cantaba Niña cuando ya no quería serlo, pero ganó Brasil. Claudia Regina y Tobías, con Diálogo.

Con el espejo de Eurovisión, hasta 1981 los votos se emitían vía telefónica, lo que generaba problemas continuos. Se cambió por un "jurado de expertos" que a veces, la mayoría, se cubrió de gloria.

Marisol, la primera representante

TVE tiró la casa por la ventana para el primer Festival de la OTI y para el que se seleccionó a Marisol, que acabó en tercer lugar. Entre las canciones españolas más interesantes enviadas a la OTI podrían figurar el Amor de medianoche de Cecilia (1976), Rómpeme, mátame, de Trigo Limpio (1977); y, desde el lado comercial, Querer y perder de Dyango (1980) y Eres mi debilidad, Marcos Llunas, 1995, padre e hijo.

Por ser menor de edad

Shakira. La cantante colombiana iba a ganar de calle la preselección de su país en 1992, pero al final se tuvo que quedar en casa. Al ser menor de 16 años no podía acudir al festival. Otras figuras comerciales de primer nivel que participaron en la OTI fueron la mexicana Yuri, que fue tercera en el 84, o Carlos Mejía Godoy.

'Latino' la más vendida

La mayor revelación salida de la OTI fue Francisco, surgido a su vez del programa Gente joven, un OT del Jurásico. El tema Latino fue un gran éxito y el valenciano se hizo muy popular. Le dio tiempo para ganar otra vez, en 1992, y presentó las dos ediciones siguientes que se celebraron en su ciudad natal.

Betty quedó la última

En el Festival de hace 40 años la cantante que quedó en último lugar fue la peruana Betty Missiego, la que siete años después se plantó en Jerusalén por España en Eurovisión y quedó segunda. Por España ganaron la OTI María Ostiz (1976), Ana Reverte (1993) y los mencionados Francisco (81 y 92), Llunas (95) y Russ (96).

México ganó también seis

España, gracias a unos "jurados de expertos" muy entusiastas, ganó 6 veces, al igual que México. Argentina se alzó con la OTI en 4 ocasiones y Brasil, en 3, aunque faltó durante el último decenio. Venezuela, Puerto Rico, Chile y Estados Unidos ganaron dos veces cada uno de ellos y Nicaragua, una.

El año de Sevilla

Como entrenamiento de cara al 92 el teatro Lope de Vega de Sevilla acogió la edición del 1985. La gala la presentaron Paloma San Basilio y un recuperado Emilio Aragón. Por España acudía Caco Senante, con polémica por un videoclip subido de tono. Ganó México. El jurado compensó al país, sacudido por un gravísimo terremoto.

Ganadores de todo tipo

El jurado del 98 sorprendió con la victoria del chileno Florcita Motuda por su 'happening' Fin de siglo. La más evocada de los 28 OTIs es Solo canto por cantar, de Nydia Caro, Puerto Rico, ganadora del 74. La última vez ganó Hierba Mala, EEUU. El público de Acapulco pateó porque prefería la canción de Cuba.

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