Alberto Chicote halla en Málaga un restaurante desastre donde pese a todo se cocina bien
Nueva entrega
'La Bámbola' es el lugar de parada de 'Pesadilla en la cocina' de esta semana
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¿Un lugar destartalado y feo donde no va la gente pero su cocinera es buena y aceptablemente limpia? Ese es el enigma al que se va a enfrentar en esta semana Alberto Chicote en Málaga. Pesadilla en la cocina viaja a una de las ciudades con mejor oferta gastronómica popular de toda España y con buenos precios.
El local que pide ayuda a Chicote es un desangelado restaurante que se llama La Bámbola, que pese a su nombre no es de cocina italiana, aunque allí hacen una buenas pizzas. Una de sus especialidades son las "berenjenas insufladas" y el chef está deseando probarlas. El punto del aceite es siempre un problema para los cocineros que abusan de las freidoras.
¿Se come bien en La Bámbola? En el próximo Pesadilla en la cocina se comprobará que sí, aunque el talón de Aquiles de nuevo serán las "cocretas" (como pone en el cartel). Chicote no encuentra croquetas a su gusto en ninguno de los localas que ha de resucitar. En el caso de este restaurante malagueño la comida no es el problema para que no vaya el público. El material además está en el congelador, sin fecha, pero bien conservado. No hay pringue rancia como en otros sitios.
El problema de La Bámbola se encuentra en la mala relación personal del matrimonio que regenta el local. De hecho es una hija de ellos la que da la voz de alarma. María Jesús es una mujer muy temperamental que durante años ha sido camarera y ha tenido que entrar en la cocina de su restaurante para disgusto de ella misma. No le gusta cocinar pero lo hace bien. "Pues mira que es difícil cocinar bien cuando no te gusta", admitirá Chicote.
Su marido, José, es el que sirve en la sala, pero la falta sangre y ánimo. Parte de su desmotivación procede de su esposa-cocinera que le impide trabajar a gusto en su propia sala. Y siempre tiene una disculpa para no hacer bien su trabajo. "Te voy a cambiar el nombre por el de El Excusitas", le advierte el chef.
Este es el punto de partida del Pesadilla en la cocina en Málaga de esta temporada. Un nuevo reto para Alberto Chicote porque va a tener que reforzar su lado de 'coach' de trabajo y va a tener que echar mano de de sus dotes de terapeuta. Una cuestión de caracteres fuertes que una vez más para a poner en tensión a los espectadores.
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