Vuelta a lo básico: los teléfonos sin internet ganan adeptos
Los llamados 'dumbphones' ofrecen funciones limitadas como llamadas y SMS, sin conexión a internet ni apps, como alternativa a la hiperconectividad
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En plena era de la hiperconectividad y los teléfonos inteligentes, un nuevo tipo de dispositivo está ganando adeptos: los dumbphones o 'teléfonos tontos'. Estos móviles básicos se caracterizan por carecer de conexión a internet y ofrecer únicamente funciones esenciales como realizar y recibir llamadas o enviar mensajes de texto.
Su popularidad radica en que se presentan como una alternativa para aquellos que buscan desconectar y evitar la dependencia digital.
Según datos de Statista, cerca del 50% de los usuarios de smartphones en España pasan entre una y cuatro horas diarias conectados a internet a través de sus móviles, mientras que un 4% supera las ocho horas diarias frente a la pantalla. Sin embargo, esta hiperconectividad no siempre se traduce en mayor bienestar o productividad. De hecho, el Estudio Generación SPCial revela que el 75,5% de los jóvenes españoles se ha propuesto reducir el tiempo de uso del móvil y el 56,5% ha considerado hacer una desintoxicación digital.
¿Qué son exactamente los dumbphones?
Silvia Martínez, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, explica que "el término dumbphone hace referencia a un tipo de dispositivo básico, con un nombre relacionado con el concepto de teléfono tonto, para hacer una distinción clara con los smartphones o teléfonos inteligentes, que ofrecen una gama muy amplia de funcionalidades y la posibilidad de instalar distintas aplicaciones". Estos dispositivos se orientan principalmente a personas mayores que prefieren un terminal sencillo y a padres que quieren limitar el uso de pantallas en sus hijos.
El Gobierno de España, siguiendo las recomendaciones de un grupo de expertos, ha sugerido que los menores de 16 años no dispongan de un smartphone y opten por un móvil básico que permita la comunicación con sus padres o tutores cuando sea necesario. Además, se baraja elevar la edad mínima para registrarse en redes sociales de los 14 a los 16 años y se propone que los dispositivos móviles incluyan avisos sobre los riesgos de adicción en niños y adolescentes.
¿Son los dumbphones una solución viable?
Aunque el papel de los dumbphones en el mercado de telefonía móvil es aún residual, cada vez más usuarios de diferentes generaciones se interesan por estos dispositivos como una forma de marcar distancia con la hiperconectividad y disfrutar mejor de su tiempo. Según el estudio de SPC, el 12,2% de los usuarios ya ha cambiado su smartphone por un "teléfono tonto".
Sin embargo, los expertos señalan que no existe una solución única para regular el tiempo dedicado a la conectividad. Mientras algunos optan por limitar su exposición a través de alertas y registros de uso, otros prefieren eliminar completamente la tentación con un dispositivo sin estas capacidades. Lo importante, según Silvia Martínez, es "tomar consciencia del punto de dependencia o alta exposición que tenemos, y tener la voluntad de cambiar hábitos y rutinas".
El futuro de los dumbphones
A pesar del creciente interés por los dumbphones, César Córcoles, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, considera que "es difícil que tengan una penetración lo suficientemente alta en el mercado como para preocupar a los grandes fabricantes de smartphones". No obstante, la tendencia está en marcha y habrá que ver quién gana la batalla: si los usuarios hiperconectados o aquellos que desean regresar a un pasado menos digital, pero quizá más consciente del mundo real.
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