¿Es seguro subir conversaciones y fotos a chatGPT?

Hay que tener cuidado cuando se comparte información personal con la IA y esto incluye las fotografías

¿Por qué existe un debate ético con las fotos editadas por IA al estudio Ghibli?

ChatGPT
ChatGPT / Wu Hao, Efe

La oleada de imágenes al estilo Ghibli ha vuelto a poner sobre la mesa algunas cuestiones importantes sobre la Inteligencia Artificial (IA); no solo en relación a los derechos de autor, sino también a la propia seguridad de los usuarios. Una ingente cantidad de información circula por la red y miles de imagenes han caído bajo el foco de este algoritmo para volver a brillar como fotogramas de El viaje de Chihiro o Mi vecino Totoro. Y en muchos casos se trata de fotografías personales.

El debate está servido de nuevo y la pregunta inevitable es si esta práctica es 100% segura. "Miles de personas están subiendo fotos suyas o con sus familiares a ChatGPT", informa Eduard Blasi, abogado especializado en protección de datos. "¿A cambio de qué? No solo estás entregando tu imagen, estás regalando el acceso a imágenes privadas y únicas que subes voluntariamente".

El peligro de la 'moda Ghibli'

"Cuando subimos una foto, un vídeo o un archivo, le estamos facilitando a la plataforma una mayor capacidad de aprovechamiento", prosigue el experto en sus redes sociales. "En este caso, OpenAI puede entrenar su algoritmo sin tantas complicaciones. Tenemos que dejar de llevarnos por cada moda que sale porque cada vez le damos más control sobre nuestra información y regalamos nuestra privacidad".

¿Qué implicaciones puede tener ofrecer esta información? Las posibilidades para la IA son inmensas. Cada pequeña muestra de privacidad que entregamos, se queda guardada en el sistema y puede llegar a servir para posibles suplantaciones de identidad en el futuro. Además, se han llegado a compartir fotos de niños pequeños, algo que aumenta todavía más el peligro al vulnerar sus derechos a la intimidad. Las imágenes subidas a ChatGPT no desaparecen.

Ceder el control: el problema de entregar la privacidad a ChatGPT

Algo similar sucedió en el año 2019 con FaceApp. Millones de usuarios subieron fotos de sus rostros a esta aplicación por la curiosidad de ver cómo se verían de mayores y el problema es que se trataba de una enorme operación de recogida de datos biométricos. "La imagen de nuestra cara es el dato biométrico más sensible y necesita la máxima protección", escribe la abogada Manuela Battaglini en LinkedIn sobre este mismo caso. "Esto es un problema grave, al no saber los protocolos de seguridad, pues una de las mayores amenazas es el robo de identidad. Y no nos dan ninguna garantía".

Con esta información se puede acceder al contenido de un teléfono móvil o a una cuenta corriente. "Son datos únicos para cada persona", explica Jorge Francos, consultor y analista de sistemas, en un informe del 2020. "Eso sí, es un arma de doble filo: si los datos son robados o suplantados quedarían inservibles porque no se pueden cancelar y crear uno nuevo como si nos clonaran la tarjeta de crédito". Por este motivo, es importante la privacidad de cada persona y velar por algo que, en muchas ocasiones, se regala con demasiada facilidad.

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