Las personas, la clave de la transformación digital
ESTRATEGIA
Jóvenes profesionales del entorno aseguran que el proceso exige un cambio de mentalidad y más formación específica
Teresa Suárez y Keka Sánchez están en la frontera entre dos generaciones a las que separa el fino hilo de la democratización tecnológica: la de nativos digitales y la de migrantes digitales. Mirando a uno y otro lado de esta franja, se confiesan fervientes defensoras de que la educación digital alcance a todos y cada uno de nosotros y a la totalidad de las empresas, sin fisuras.
Teresa Suárez Martín es de Huelva. Estudió Periodismo y Comunicación Corporativa. Responsable de Comunicación en el Colegio Internacional San Francisco de Paula de Sevilla y responsble de Desarrollo de producto en Opileak. Formadora en universidades, escuelas de negocio y mentora en 'El Cubo' de Andalucía Open Future.
Keka Sánchez Rodríguez. Nacida en Madrid, criada en Melilla, comenzó a desarrollar su vertiente profesional en Málaga. Cursó Derecho y actualmente estudia un Grado de Comunicación en Sevilla. Es social media manager y tutora del máster en Comunicación Audiovisual en el Instituto de Estudios Cajasol, así como profesora de marketing online en diferentes instituciones y escuelas de negocios.
-La era digital nos envuelve. Como profesionales del entorno, ¿creéis que estamos preparados para entender todo lo que esta transformación nos exige?
T.S. Sin dudarlo, no. No estamos preparados. La transformación va de hacer partícipes a las personas, no de la tecnología en sí. Se pone el foco en la tecnología y no tanto en lo que supone para los profesionales y usuarios de la misma. Deberíamos tener más en cuenta que son nuevas herramientas y que el verdadero cambio se debe dar en los que toman las decisiones en las organizaciones para que a través de la formación y la estrategia esta transformación digital sea una realidad. La transformación digital lo será al 100% cuando se tengan en cuenta cuestiones como la accesibilidad de las herramientas a todo tipo de personas y dispositivos con más o menos recursos.
K.S. Creo que de modo general no estamos ni preparados ni tenemos interiorizado lo que estos cambios significan en nuestro día a día. La adaptación de nuestros conocimientos en la era digital va muy poco a poco y aunque hay que adaptarse a todo parece que sufrimos un freno porque no hay un verdadero interés en saber qué nos depara el futuro en nuestros puestos de trabajo para resultar imprescindibles. Saber utilizar las herramientas de comunicación para implementar nuestra productividad y focalizar el verdadero valor en las personas requiere cambios de paradigmas y de mentalidades. Y, evidentemente, hay que obtener una formación para ello, por lo que a día de hoy, aún es difícil estar preparados para la mayoría de los usuarios.
-La cultura digital aterrizó hace dos cursos como asignatura en los colegios andaluces. Por el momento, la reciben alumnos de sexto de Primaria. ¿Sería deseable implantar esta materia en otros cursos?
T.S. Cultura digital debería ser transversal y tener su presencia en cada curso y asignatura según sea posible y como algo planificado a lo largo de toda la vida escolar. A los primeros que habría que preparar es a los profesores y a los padres que tienen la misma responsabilidad en casa. Hay una creencia extendida de que los nativos digitales, por el hecho de serlo, de haber nacido entre dispositivos electrónicos y manejar una tablet desde bebés, están preparados para lo que en la vida se requiere del uso de la tecnología.
La realidad es que no nacen sabiendo controlar su privacidad en redes sociales, utilizar los programas de gestión de correo, documentos, procesos, compra online, etc. como la vida académica, personal y profesional demanda. Por otra parte, la falta de educación los expone a los peligros del ciberacoso, las estafas y el bullying online.
K.S. Sería deseable quizás comenzar antes de que los niños se inicien en redes sociales pero entiendo que primero deben adquirir unas competencias a nivel de comprensión lectora para poder desarrollar correctamente dicha asignatura. Quizás me preocupa más el hecho de que muchos padres todavía no sepan ni tan siquiera abrirse una cuenta de correo electrónico ni para qué la deberían utilizar. El desconocimiento de buena parte de los padres hace que tengan esa valentía a la hora de comprarles móviles en cuanto hacen la Comunión y no sean capaces de detectar señales que sus hijos dan cuando puede que estén siendo víctimas de acoso escolar. Es muy importante que seamos proactivos y conozcamos los códigos de comunicación que ellos desarrollan, porque si no lo hacemos podemos obviar situaciones salvables cuanto menos.
-En cultura digital, precisamente, parece que no aprueban las empresas españolas, según un reciente informe de Capgemini: Sólo el 5% de la alta dirección opina que la cultura de su organización es digital, pero los empleados no lo piensan en ningún caso (0%). ¿Qué decís de esto?
T.S. Los datos son demoledores. Una cultura digital en la empresa refleja que la transformación digital está en mucho más que utilizar uno u otro programa informático. Cada empresa debe analizar y elegir entre las soluciones que existen, como las herramientas de comunicación y gestión de tareas, la geolocalización, Internet de las Cosas, el Big Data, los chatbots, la atención al cliente a través de redes sociales, el comercio online y aplicar lo que corresponda en cada una. Es transformar los procesos de la compañía para que sean más eficientes y mejores para las personas que trabajan en las mismas y para las que disfrutan de sus productos y servicios.
K.S. Coincido con estos datos que aporta el informe Capgemini. Creo que hay cierta asincronía en cuanto a la interiorización de los cambios que se deben realizar para esto de la transformación de las empresas. De igual modo es necesario realizar un plan de formación e implementación de los conocimientos a través de procesos y en ocasiones se realizan cursos sin previo estudio de cómo hacerlo, en qué plazo desarrollarlo y sin contar con la transversalidad necesaria.
-En España aún parece en ciertas parcelas profesionales que esto de la digitalización es cosa de los demás... de los jóvenes preparados... ¿La capacitación para adquirir competencias digitales está en manos de todos?
T.S. Sí, se 'descarga' muchas veces esa responsabilidad en los perfiles más técnicos o más jóvenes, que en muchos casos son los últimos en haber llegado o los becarios. La digitalización es una cuestión estratégica que debe contar con recursos humanos y técnicos propios, y sobre todo un plan de formación e implementación a cada escala en la organización. Es difícil romper esa 'barrera de entrada' de algunos profesionales que no quieren hacer lo que hacían de una forma diferente aunque sea más eficiente y ofrezca un resultado mejor. ¿Qué hacemos con ellos? Motivarlos, formarlos recompensarles y hacerles ver que el cambio es una oportunidad. Contar con competencias digitales lo entiendo de la misma forma que saber un idioma más, nos hace mejores profesionales. En un mercado laboral cada vez más 'líquido' y cambiante, el inglés y las competencias digitales son lo mínimo que debemos llevar con nosotros.
K.S. Está en manos del que tenga interés pero, como en todo, se suele delegar en los más jóvenes por aquello de que la disrupción y realizar cambios en el día a día de las empresas implica salir de la zona de confort. Existen programas de formación financiados para ello pero considero que resultan insuficientes dado que la economía digital está trasformando el mercado laboral y el modelo productivo en todos los sectores. Es complicado enfrentarse a estos cambios tan vertiginosos como la inteligencia artificial, los bulos, los ataques en redes sociales o la ciberseguridad si no se hace un esfuerzo mayor en la formación de los profesionales.
-Las profesiones vinculadas a las nuevas tecnologías son las de mayor proyección. Entre ellas, las relativas al márketing digital y a la gestión y planificación de contenidos y comunidades digitales. ¿Qué valor aportan estos profesionales a la estrategia de una empresa? ¿Son necesarios?
T.S. Estos profesionales son una clave en las estrategias de posicionamiento de las empresas, que ya hoy pasa por realizar marketing de contenidos. Es decir, hoy las empresas y organizaciones deben aportar valor a sus clientes y a su entorno compartiendo contenido propio y de calidad, lo que las convierte en medios de comunicación. Esta necesidad de las empresas de comunicar a ese nivel sin precedentes hace que o tienen en la plantilla quien desarrolle y cree esas acciones y contenidos, o lo externaliza o estará atrás en esta carrera del posicionamiento frente a la competencia.
K.S. En la era de la democratización digital los profesionales del sector del marketing online tienen importancia si las empresas creen en la competitividad, en la transparencia y en la productividad. Son necesarios si la mentalidad del empresario está en la clave de los puntos que anteriormente he comentado.
-¿Contamos con espacios formativos a la altura de la especialización que exigen estos puestos?
T.S. La Universidad cuenta con programas, algunas escuelas de negocio también aunque no considero que sean suficientes. Debería formar parte de los planes de desarrollo profesional de las propias empresas y ser contenido y competencia transversal en más cursos de formación profesional, grados universitarios y programas máster.
K.S. Creo que sí se cuenta con espacios formativos para esta especialización aunque considero que aún son insuficientes y quizás poco accesibles. No cabe duda que este proceso es lento y aunque la mayor parte de las empresas de reciente creación lo tienen claro, muchas necesitan ponerse al día con esto.
Están en la frontera entre dos generaciones a las que el fino hijo de la democratización tecnológica: la de nativos digitales y la de migrantes digitales. Mirando a uno y otro lado de esa línea, se confiesan fervientes defensoras de que la educación digital alcance a todos y cada uno de nosotros y a la totalidad de las empresas, sin fisuras.
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