Así cruzó España la primera bola de fuego del año, más brillante que la Luna
Una roca desprendida de un asteroide causó el fenómeno, que se pudo ver desde Andalucía.
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El Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) detectó a las 22:08 de este jueves una "impresionante" bola de fuego que cruzaba el cielo nocturno.
Es la primera gran bola de fuego del año y su intenso brillo, con una luminosidad que fue por momentos mayor que la de la Luna llena, hizo que se pudiera ver desde toda la Península Ibérica.
El bólido, que así es como llaman los astrónomos a estos fenómenos, fue visto por numerosos testigos que han compartido imágenes en redes sociales.
Según ha infomado Astrohita en una nota de prensa, el suceso también fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN) opera en el Complejo Astronómico de La Hita.
Proyecto Smart
Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto Smart, un proyecto de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
También fue grabado por los detectores que este mismo proyecto de investigación tiene instalados en los observatorios de Calar Alto, Sierra Nevada, La Sagra (Granada), Olocau (Valencia), Faro de Cullera (Valencia) y Marçà (Tarragona).
Análisis del fenómeno
Esta bola de fuego ha sido analizada por el investigador responsable del Proyecto Smart, el astrofísico José María Madiedo, del Instituto de Astrofísica de Andalucía. Según los resultados de este primer análisis, el fenómeno se produjo al entrar en la atmósfera terrestre una roca a una velocidad de unos 67.000 kilómetros por hora.
Procedente de un asteroide
La roca procedía de un asteroide. Estas rocas que se cruzan con la órbita de la Tierra reciben el nombre de meteoroides y el brusco rozamiento de la roca con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 86 kilómetros sobre la localidad de Lomas (Palencia).
Desde allí avanzó en dirección noroeste y se extinguió a una altitud de unos 23 kilómetros sobre la localidad de Joara (provincia de León).
La gran luminosidad que alcanzó este bólido hizo que pudiera verse desde más de 600 kilómetros de distancia. A lo largo de su trayectoria mostró varias explosiones que provocaron aumentos súbitos de su luminosidad y que se debieron a diversas rupturas bruscas de la roca.
En total, la bola de fuego recorrió unos 67 kilómetros en la atmósfera antes de extinguirse.
Una parte de la roca llegó al suelo, en León
Otro resultado importante de este análisis preliminar es que la roca no se destruyó completamente en la atmósfera y una parte de ella habría sobrevivido, cayendo al suelo en forma de meteorito.
Ese meteorito habría caído en la provincia de León y las primeras estimaciones revelan que su tamaño sería muy pequeño, como una pasa que no llegaría a los 20 gramos de peso.
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