Las contraseñas más usadas en 2020 (y las más inseguras)

Escoger una contraseña al darse de alta en un servicio no siempre es fácil. Por mucho que se recomiende (o se exija, según los casos) una determinada longitud o que combinen minúsculas, mayúsculas, números y caracteres especiales, para muchos usuarios lo más importante es que sea fácil de recordar.

Por eso utilizan una demasiado sencilla, o la misma para todo, o palabras reconocibles (nada de combinaciones aleatorias), o la propia fecha de nacimiento... Seguro que más de uno lo ha hecho alguna vez, ¿verdad?

Pero del mismo modo que no llevamos apuntado en un papel en el mismo sitio donde la guardamos el pin de la tarjeta bancaria (o no deberíamos, desde luego), tampoco es recomendable descuidar la protección de nuestras cuentas (de correo, bancarias, redes sociales, aplicaciones...) con contraseñas inseguras.

Para tener más claro qué es una contraseña insegura, NordPass, que se dedica precisamente a generar nombres de usuarios y contraseñas robustas (entre otras cosas), recopila cada año las credenciales a las que más personas recurren, añadiendo cuántas veces se han usado, cuánto tarda un hacker en descifrarlas y cuántas veces han aparecido en listados de contraseñas filtrados online.

La lista completa puede consultarse en la web de NordPass, pero aquí van algunas de las que figuran en los primeros puestos. Podría pensarse que es una broma, pero es real. ¿Reconocen alguna?

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¿Cómo escoger una contraseña segura?

La respuesta fácil es no usando ninguna de las de arriba (que por cierto los hackers tardan menos de un segundo en descifrar). Para la respuesta algo menos fácil hay unas recomendaciones que deberíamos seguir.

• Usar contraseñas diferentes, no siempre la misma.
• Procurar que incluyan mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales (signos de exclamación o admiración, asteriscos...). Muchos servicios avisan de la fortaleza de la contraseña escogida en el momento en el que se está creando. Hagan caso a sus indicaciones.
• Usar la doble verificación en los servicios que ofrezcan la opción. Eso significa que para iniciar sesión no bastará con el usuario/correo electrónico y la contraseña sino que, por ejemplo, nos enviarán un mensaje al móvil con un código. Es un poco molesto, sí, pero muy útil.
• Usar un gestor de contraseñas. Si no se nos da bien pensar en contraseñas y no queremos ir apuntándolas, hay numerosos servicios que nos pueden echar una mano. El ya mencionado NordPass, 1Password, LastPass o Bitwarden (con aplicación de escritorio y extensiones para Edge, Firefox o Chrome) son algunas de las muchas opciones disponibles (con opciones gratuitas y de pago).
• Los usuarios de Firefox tienen a su disposición Lockwise, su propio gestor de contraseñas, y Monitor, una funcionalidad muy interesante que nos avisa si nuestros datos se han visto comprometidos en alguna filtración de las aplicaciones que usemos.