La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
Tecnología
“Es la tierra que me hace sonreír siempre que pienso en ella”. Es lo que responde Alexa cuando se le pregunta si le gusta Andalucía. Quizás no sea la respuesta más original del mundo, pero en su descargo diremos que tampoco es una pregunta fácil. ¿Qué diría un ser humano si le planteásemos, a traición, algo similar?
Hace cuatro años que Alexa, el asistente de Amazon, debutó en España y en este tiempo su presencia no ha parado de crecer, gracias en buena parte a la buena acogida que ha logrado en Andalucía. Nuestra comunidad fue la segunda del país que más interactuó con Alexa el último año (solamente por detrás de Madrid), un periodo en el que el número de usuarios en la región creció en un 32%.
Como es lógico, si aumentan los usuarios, también lo hacen las interacciones, en este caso en una proporción mayor. El año pasado el asistente de Amazon sumó más de 747 millones de contactos (un 40% más que en 2021), con Sevilla a la cabeza (210 millones de solicitudes), seguida de Málaga, Granada, Cádiz, Córdoba, Almería, Jaén y Huelva. Pese a que Huelva está a la cola, también es la provincia donde más subió el uso en 2022: un 43% con respecto a un año antes.
Son algunos de los datos desgranados por Andrés Pazos, Senior Business Development Manager de Alexa en España, en un encuentro en Sevilla con la prensa que sirvió a la compañía para mostrar su catálogo de productos compatibles con el asistente y, también, su interés por una región que “tanto peso ha tenido en el crecimiento de Alexa en España, porque los andaluces recurren cada vez más a ella y en más variedad de ocasiones”.
En línea con los usuarios de otras regiones, también los andaluces invocamos a Alexa para tareas cotidianas (ya sean relacionadas con el trabajo o con la vida personal) como preparar la lista de la compra, gestionar dispositivos de hogar digital, organizar tareas o calendarios y, también, para relajarnos o entretenernos.
Aunque cada usuario es un mundo (de eso se trata precisamente, de que cada uno personalice y configure los instrumentos tecnológicos a su disposición de la manera que mejor se ajuste a sus gustos y necesidades), son muchos los que se despiertan con Alexa (los andaluces le dieron el año pasado los buenos días dos millones de veces) y se van a dormir con ella (medio millón de buenas noches en Andalucía en 2022; el desfase entre la mañana y la noche podría explicarse porque muchos caerán redondos en la cama antes de poder despedir el día como es debido).
Y, de la mañana a la noche, Alexa acompaña y ayuda a miles de andaluces de formas que solamente al comenzar a relacionarse con ella uno puede empezar a comprender.
El éxito de Alexa, como explicó Pazos, se asienta sobre varios pilares: la propia tecnología del asistente, los productos con los que se puede acceder a él y el “trabajo del equipo local, que va creando constantemente contenidos editoriales personalizados tanto localmente (versos de Bécquer, cantar unas sevillanas, la receta de un gazpacho o salmorejo...) como atendiendo al calendario (hay listas de comandos concretos para Navidad, San Valentín, vacaciones...)”.
El cuarto pilar, en el que reside una de las claves de la versatilidad de consultas y tareas que puede resolver y también del constante crecimiento de las posibilidades de Alexa, reside fuera de los muros de la propia Amazon, por así decirlo: el trabajo de terceros, empresas y desarrolladores de todo el mundo y de todo perfil que crean pequeñas aplicaciones, las llamadas skills (hay más de 4.000 solo en España), que amplían casi hasta el infinito las funcionalidades del asistente.
Las hay de todo tipo y adaptadas a casi cualquier necesidad. Sería un tanto tedioso listar aquí ejemplos, pero Pazos destacó algunas de las últimas incorporaciones al catálogo, como una del Grupo Planeta con expertos de mindfulness (que, según contó de propia mano, viene genial para dormir), otra del Grupo Vaughan para aprender inglés (incluso con ayuda para la pronunciación), infinidad de juegos (uno de los más populares es el rosco del Pasapalabra) y hasta karaoke, para quienes cuenten con un dispositivo compatible con pantalla.
Según datos de la compañía, en 2022 fueron más de tres millones de veces las que los usuarios de Alexa en Andalucía jugaron con estas skills (un 38% más que el año anterior).
Todos estos ingredientes confluyen para dotar a Alexa de “una personalidad propia e inteligente” y (esto lo añadimos nosotros) hacen que la experiencia sea menos robótica que la que se obtiene con otros programas similares.
Y, con el paso del tiempo y el aprendizaje (que se lleva a cabo en ambos sentidos: Alexa nos va conociendo y nosotros también a ella), será posible mantener conversaciones muy parecidas a las que podríamos entablar con un interlocutor humano.
Las tareas y consultas cotidianas que puede resolver este asistente son sin duda una ayuda importante para un usuario medio, pero para muchos su papel es esencial.
Aquí entran en juego algunos de los programas sociales en los que participa Alexa, como el desarrollado junto a Cruz Roja con voluntarios que distribuyen dispositivos a mayores y les enseñan a utilizarlos para, por un lado, señaló Pazos, ayudarles a combatir la soledad no deseada y, por otro, para reducir, siquiera un poco, la conocida brecha digital. “La voz es la forma más fácil de comunicarnos, y basta la voz para utilizar Alexa, que sirve para acompañar a quien está solo y también para ponerle en contacto con sus seres queridos”.
En esta línea de proyectos sociales se enmarcan también las colaboraciones con entidades como Adopta a un abuelo o Adela, así como la que la ONCE tiene en marcha para sus asociados, con skills propias para solicitar, por ejemplo, el acompañamiento de un voluntario para acudir a una cita médica.
Volviendo a los datos del balance de 2022, el año pasado los andaluces dimos las gracias a Alexa en un millón y medio de ocasiones, le dijimos que la queríamos un millón de veces (prueben a decirle “Alexa, te quiero” si quieren saber cómo reacciona a esa muestra de cariño) y realizamos con su ayuda casi dos millones y medio de llamadas.
Los usuarios de Andalucía también solemos activar Alexa para conocer la previsión del tiempo (15 millones y medio de solicitudes en la región en 2022), las noticias (tres millones) y muchas preguntas sobre resultados deportivos (normalmente fútbol, pero también sobre Rafa Nadal).
Las alarmas y los temporizadores son otras funcionalidades recurrentes, con 9,4 millones de temporizadores programados en Andalucía en 2022 (un 62% más que en 2021) y más de 10 millones de alarmas (un 61% más). Y relacionado con la gestión del tiempo, recordatorios que no sirven solamente para despertarnos, sino para que no se nos olvide una cita o tarea que debemos hacer (más de un millón y medio el año pasado).
Alexa también puede echarnos un cable a la hora de llenar la nevera o la despensa. Es cómodo y sencillo apuntar sobre la marcha (con la voz, sin tener que tocar nada) este o aquel producto a la lista de la compra (más de ocho millones de productos añadidos por los andaluces en el último año).
Y esa lista la podremos consultar cuando estemos en el supermercado, bien con la aplicación de Alexa en el móvil o, si llevamos auriculares con el asistente integrado, como los Echo Buds u otros compatibles, podemos pedirle que nos la lea.
Hay otro aspecto relacionado con Alexa que no para de crecer de forma constante, en concreto en nuestra comunidad: todo lo que tiene que ver con el hogar digital y con dispositivos domésticos conectados, del tipo luces, calefacción/aire acondicionado, persianas...
El catálogo de opciones y de productos se amplía año a año (sin ir más lejos, el último monitor de calidad del aire que ha lanzado Amazon) y a todo ello se va adaptando también Alexa, gracias a las skills.
El año pasado se registraron en Andalucía 118 millones de interacciones relacionadas con el hogar digital, como peticiones para encender o apagar las luces, establecer la temperatura o subir o bajar las persianas, entre muchas otras.
Relacionado con esto, las Rutinas permiten automatizar tareas del día a día como, por ejemplo, definir que, al decir “Alexa, empieza mi día”, nos dé las noticias, encienda las luces y conecte la cafetera (en 2022 los andaluces activaron 98 millones de rutinas, un 45% más que el año anterior).
¿Y qué sería la vida sin música? Escuchar música es una de las actividades favoritas de los usuarios de Alexa, también de los andaluces, que reprodujeron con ella 32 millones de horas el año pasado (es compatible con las principales aplicaciones de música en streaming).
No sorprende el tipo de música reclamado por estas latitudes, con el flamenco y sus variantes como favoritas (y listas de reproducción como la titulada Flamenquito). Como en el resto de España, lo que más pidieron los andaluces el año pasado fue Tacones Rojos de Sebastián Yatra, mientras que el segundo artista más reclamado fue Manu Carrasco.
Y, aunque no tenemos datos, sí nos cuentan amigos y conocidos que a los más pequeños les encanta charlar con Alexa y pedirle música, entre otras cosas (habrá muchos padres que recurran a ella cuando entren sus churumbeles en esa etapa de curiosidad insaciable por la que todos pasan).
También sabemos que hay muchos mayores enganchados al asistente, casi un miembro más de la familia con el que conversan y, también, recuperan los grandes éxitos de sus artistas favoritos.
Alexa, nacido hace ocho años, es el asistente virtual de Amazon (el equivalente al Siri de Apple o al Asistente de Google, para entendernos) y para comenzar a utilizarlo solamente es necesario tener una cuenta de la plataforma de comercio electrónico.
Aunque lo ideal, sobre todo si lo vamos a utilizar de forma doméstica, es tener algún dispositivo de Amazon, hay disponibles aplicaciones de Alexa que podemos instalar en el teléfono móvil o en cualquier otro aparato, también Smart TV, para relacionarnos con él.
El catálogo de productos propios de Amazon con Alexa incluye, por ejemplo:
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