Bluesky no usa los datos de usuarios para entrenar IA ni tiene intención de hacerlo

Hace unos días entró en vigor el enésimo cambio de la política de privacidad de X (antes Twitter) desde la llegada de Elon Musk.

Entre otras novedades que incluyen la posibilidad de recopilar todo tipo de datos de los usuarios y emplearlos para básicamente cualquier cosa que uno pueda imaginar, se ha añadido un nuevo apartado que empeora aún más las cosas.

En este nuevo apartado indica (que no explica) cómo comparte la información con proveedores, anunciantes y terceros en general.

Y se apunta que dichos terceros podrán usar "en algunos casos" los datos de los usuarios "para sus propios fines independientes", como puede ser el entrenamiento de sus modelos de inteligencia artificial (IA).

Esos modelos de IA incluyen el propio de X, Grok, al que hasta ahora los usuarios podían esquivar si encontraban la muy escondida opción para deshabilitarlo. Ya no es posible hacerlo.

Mientras todo esto ocurre en el coto privado de Elon Musk, Bluesky, principal aspirante (con permiso del Threads de Meta) a heredar el trono de la antigua Twitter, publicaba, en respuesta a las inquietudes de sus usuarios, toda una declaración de intenciones.

Ni utiliza el contenido de los usuarios para entrenar inteligencia artificial generativa ni tiene intención de hacerlo.

En un segundo post añadía que utilizan, de forma interna, IA para ayudar en la moderación de contenido, lo que sirve para discriminar posts y "proteger a los moderadores humanos de contenido dañino". Además, dicen, emplean IA para los algoritmos que recomiendan contenidos que creen que pueden gustar a los usuarios. Pero inciden: "No son sistemas de IA generativa entrenados con contenido de los usuarios".

Transparencia y respeto por los datos de sus usuarios

Esta plataforma social descentralizada ha desarrollado políticas de privacidad con un enfoque destacado en la transparencia y el respeto por los datos de sus usuarios.

Según indica en sus condiciones de uso, Bluesky recopila datos básicos, incluyendo información de registro y uso de la plataforma, para garantizar su funcionalidad.

A eso añade cookies y tecnologías similares para gestionar las sesiones de usuario, analizar el tráfico y personalizar la experiencia y ciertos servicios pueden emplear cookies de terceros para fines de analítica y publicidad.

Las cookies pueden deshabilitarse parcialmente en los navegadores, aunque algunas son necesarias para el funcionamiento del sitio (las habituales cookies técnicas o esenciales).

Por lo que se refiere a la privacidad, prioriza la seguridad del usuario y asegura que no comparte datos personales con terceros sin consentimiento explícito, aunque puede agregar información anónima para análisis estadísticos o mejora de servicios.

En el apartado publicitario, Bluesky permite anuncios basados en datos limitados (como ubicación no precisa o tipo de dispositivo) y evita comportamientos invasivos para personalización extrema. Su modelo busca un equilibrio entre monetización y privacidad, promoviendo, insiste, la confianza del usuario.

Como decimos, una de las banderas de la plataforma es su apuesta por la transparencia. Por eso destaca la importancia de explicar sus políticas de forma accesible, una faceta sin duda atractiva para aquellos preocupados por la privacidad y descontentos con las prácticas que llevan a cabo las redes sociales tradicionales.