Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Dispositivos
Aunque no saldrá a la venta hasta el 23 de agosto, hemos podido probar (brevemente) en su presentación en Nueva York el último dispositivo que se incorpora al catálogo de Samsung, el Note10, que llega en dos tamaños para tratar de seducir a diferentes perfiles de usuarios.
La gama Note es, junto a la S (el más reciente es el Galaxy S 10, lanzado en primavera), el buque insignia de la compañía surcoreana, que mantiene los modelos de la serie A como los smartphones de entrada y los S y Note como premium e incluso ultra-premium.
Samsung lanzó su primer Galaxy Note allá por 2011, y en su momento se percibió como una decisión extraña: era muy grande y además llevaba un lápiz (los stylus tan denostados por, entre otros, Steve Jobs). A medio camino entre un smartphone y un tablet, se le conoció entonces como phablet y fue objeto de no pocas burlas por su, entonces, inusual tamaño.
Pero han pasado ocho años y el mundo ha cambiado. Millones de personas usan teléfonos grandes, y no sólo grandes, también caros. Se han normalizado los smartphones de mil euros (y más) e incluso hay una amplia demanda en España de móviles de gama alta, como explicó a este diario tras el Unpacked de Nueva York Luis de la Peña, director de Marketing de Movilidad de Samsung Iberia.
Samsung aprovechó este evento (en el que también se habló del portátil Galaxy Book S, el tablet Galaxy Tab S6tablet y el reloj Galaxy Watch Active2) para lanzar no uno, sino dos Note diferentes: el Note10, con 6,3 pulgadas de pantalla (similar al S 10 y al mismo tiempo el Note más compacto hasta ahora), y el Note10+, con 6,8 pulgadas. Ambos llevan Android 9 Pie con la capa de personalización de Samsung OneUI.
Tanto el Note10 como el Note10+ llevan pantallas Dynamic Amoled, casi sin marcos y con la cámara frontal insertada en un diminuto agujero (además de un sensor de huellas digitales en la misma pantalla). En la parte trasera, el plus lleva cuatro cámaras (con una lente extra para ajustar la profundidad de la imagen, el volumen o la distancia) y el normal, tres.
Las cámaras de los nuevos teléfonos de la firma surcoreana incorporan no solo gran angular, sino ultra-gran angular, con un campo de visión más amplio del que alcanza el ojo humano (es decir, que en la lente cabe una porción mayor de lo que se quiera retratar y no hará falta tirar tantas fotografías para recogerlo todo). Y si lo que se quiere es grabar vídeo, un micrófono extra y cambios en el software mejoran la calidad del audio y reducen el ruido de fondo.
Los Note10 prescinden del conector de audio tradicional (el jack de 3,5 milímetros) y solamente tiene un puerto USB-C. Por lo que se refiere a la batería, Samsung promete carga ultra-rápida y energía "para todo el día" con solo 30 minutos enchufado a la corriente.
Samsung ya actualizó el año pasado su lápiz, el S Pen, convirtiéndolo en algo parecido a un mando a distancia con Bluetooth. Ahora le ha añadido controles gestuales, gracias al acelerómetro y el giróscopo instalados en el lápiz. Las primeras reseñas de los Note10 se referían al nuevo S Pen como una varita mágica, y no andaban desencaminadas.
El stylus permite controlar las cámaras a distancia e incluso añadir efectos a lo que se ve en pantalla. Se puede editar las imágenes (también las de vídeo), controlar reproductores multimedia (audio o vídeo) y las posibilidades para creadores que trabajen con realidad aumentada o 3D son casi ilimitadas.
En cuanto a usos más tradicionales de un lápiz de este tipo, es decir, sobre la pantalla, resulta muy cómodo escribir a mano textos que se pueden digitalizar después para editarlos (por ejemplo, con Microsoft Word), anotar un documento o imagen e incluso trasladar fragmentos entre aplicaciones usando la pantalla partida.
A falta de una prueba más amplia que permita un análisis más detallado, el Note10 (en cualquiera de sus versiones) es mucho más que una actualización de uno de los productos estrella de Samsung, aunque pueda percibirse a primera vista como continuista.
Algunas de las apuestas de la compañía plasmadas en estos terminales (los editores de fotos y vídeos, quitar el conector de audio, los controles gestuales o la integración con Windowsde la que hablamos en el lanzamiento) podrían ser, si no un punto de inflexión, tal vez un ligero cambio de rumbo.
Con estos Note10 la compañía surcoreana, sin descuidar a creadores audiovisuales (y diseñadores, usuarios de redes sociales o jugadores de videojuegos), parece dirigirse a usuarios atraídos por las altas prestaciones y también a los más profesionales que buscan una productividad móvil y precisan combinar de forma fluida entornos de trabajo muy diferentes.
Los Note10 están ya en preventa por un precio que va desde los 959 euros del básico hasta los 1.309 euros del Note+ 5G con 512 GB de almacenamiento interno. El Note+ está también disponible en dos versiones más sin 5G: 1.109 euros con 256 GB de capacidad y 1.209 euros con 512 GB.
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