La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Compañía
Hablar de posponer algo que nunca se llegó a convocar oficialmente puede sonar extraño, pero justo eso es lo que ha pasado con Apple. Era un secreto a voces que la compañía iba a organizar un evento este mes para presentar, entre otras cosas, un iPhone de precio más asequible que podría llamarse iPhone SE 2.
No se llegó a comunicar de forma oficial ni la firma envió sus habituales invitaciones, pero incluso cuando informó a mediados de febrero de que no cumpliría con sus previsiones económicas para este trimestre por el impacto del coronavirus en sus cuentas, garantizó a medios como Bloomberg que habría evento en marzo sí o sí.
Ha pasado casi un mes y la crisis global por la enfermedad Covid-19 (que la OMS ya considera pandemia) no ha hecho sino escalar. Sin ir más lejos, el condado californiano de Santa Clara (donde está Cupertino, sede de Apple) ha prohibido, en principio durante tres semanas, las reuniones de más de 1.000 personas. Eso se une a que California decretó hace días el estado de emergencia y a que se suceden las cancelaciones o suspensiones de actos por todo el mundo (en el sector tecnológico la última ha sido la E3 de videojuegos de Los Ángeles).
¿Cómo anunciar que se cancela algo que nunca habías anunciado que se celebraba? Contándoselo a unos cuantos medios que usarán el clásico "fuentes de la compañía" o fórmulas similares. En este caso la noticia se ha publicado en Forbes o Cult of Mac, entre otros, que hablan de los problemas de suministros de los que la propia Apple alertaba hace un mes (¿para qué van a enseñar algo que no van a poder vender porque no lo van a poder fabricar?, se preguntan) o de que organizar un evento masivo de estas características (que fácilmente podría trasladarse a otro sitio donde no estén prohibidas las reuniones multitudinarias) pone no sólo en riesgo de contagio a los asistentes, sino a los propios trabajadores de la empresa californiana.
Ya se han detectado positivos de coronavirus en las oficinas centrales de Apple en Irlanda y en la sede de Cupertino se urge a trabajar de forma remota o a guardar cuarentena a cualquiera que crea que puede tener síntomas. No parece lógico entonces exponer a sus empleados a una muchedumbre como la que se congrega en cada presentación.
Estas precauciones pueden trastocar otra de las grandes citas que Apple celebra cada año justo antes del verano: su conferencia de desarrolladores, la Worldwide Developers Conference o WWDC. Una cita aún más masiva que una presentación y que no dura un par de horas, sino varios días. Tampoco ha sido convocada oficialmente, pero en principio debería celebrarse en junio en San José (California). Después de las canceladas F8 de Facebook y Google I/O (esta última podría salvarse con algunas sesiones en streaming) y en torno a las mismas fechas que la E3.
Aún quedan tres meses y sería osado aventurar cómo será entonces el escenario. Quizás Apple opte por encuentros virtuales y prescinda de los contactos presenciales o quizás, como ahora, no diga una palabra oficial y se limite a no convocar nada.
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