Análisis: Avast Premium Security, la opción de pago del popular antivirus
Tecnología
Este paquete añade a las ya conocidas características de la versión gratuita herramientas adicionales para salvaguardar dispositivos y datos
Ofrece una protección robusta contra las principales amenazas
Avast es uno de los antivirus más populares del mercado y su versión gratuita está instalada en millones de ordenadores y dispositivos móviles. Esta versión sin coste, disponible para Windows, Mac, iOS y Android, ofrece una protección básica que será suficiente para la mayoría de usuarios, con características presentes en otros antivirus también gratuitos de la competencia.
Entre ellas destacan, por ejemplo, detección de virus, malware, ransomware y otras amenazas en tiempo real; inspector de red Wi-Fi para detectar los puntos débiles por los que puedan colarse intrusos o una capa adicional de seguridad que analiza vulnerabilidades (configuraciones y contraseñas no seguras, complementos sospechosos, software desactualizado...) que podrían hacernos víctimas de un ataque de ransomware.
Para los usuarios más avanzados o que precisen de elementos de protección adicional, Avast cuenta también con una serie de productos de pago con funcionalidades adicionales:
Avast Premium Security
A las características de la versión gratuita añade estas otras:
- Sitio web legítimo: Protege frente a hackers que intentan redirigirnos a sitios falsos para apropiarse de nuestros datos.
- Sandbox: Permite abrir cualquier archivo o programa sospechoso en un entorno seguro antes de ejecutarse en el equipo.
- Cortafuegos avanzado.
- Escudo de webcam: Controla qué programas acceden a la cámara web; sólo aquellos a los que demos permiso podrán utilizarla.
- Destructor de datos: Sobrescribe los archivos que queramos eliminar con datos inútiles (incluso varias veces, si así lo determinamos) para que nadie los pueda recuperar.
- Actualizador de software automático: Se encarga de mantener al día los programas que tengamos instalados.
- Suscripción multidispositivo: Permite hasta diez dispositivos, ya sean ordenadores, móviles o tablets.
Avast Ultimate
Incluye las opciones tanto del paquete gratuito como del Premium, además de estas otras:
- Avast SecureLine VPN: Virtual private network o red privada virtual.
- Avast Cleanup Premium: Para eliminar archivos residuales de los dispositivos y, en consecuencia, mejorar el rendimiento.
- Avast AntiTrack: Para evitar que nos rastreen cuando navegamos por internet.
Los componentes VPN, Cleanup Premium y Antitrack pueden adquirirse por separado, independientemente de los paquetes Premium Security o Ultimate. Es cuestión de seleccionar qué nos interesa y hacer cuentas. Si por ejemplo se desean las funcionalidades de Avast Premium Security y además VPN, resulta más económico adquirir el paquete Ultimate aunque incluya cosas que no vayamos a usar (más abajo hablamos de los precios).
Además de todo esto, Avast dispone de un navegador gratuito, Secure Browser, basado en Chromium y que ya viene de entrada configurado para ofrecer una navegación segura y con protección de la privacidad (bloqueo de rastreadores y de anuncios ya activado, un entorno seguro e independiente para transacciones bancarias...). Son funciones que otros navegadores ya ofrecen, con las configuraciones adecuadas, pero merece la pena mencionar la propuesta de Avast.
Así es Avast Premium Security
Una vez repasado, siquiera someramente, los principales productos del catálogo de la compañía checa, nos centramos ahora en el análisis en sí. Nos hemos circunscrito al paquete Avast Premium Security, por lo que no hemos probado ni la opción de VPN, ni Cleanup Premium o la función antirastreo.
Lo hemos instalado en un PC con Windows 10 desde el que llevamos a cabo tareas tanto personales como profesionales (teletrabajo) y en el que se ejecutan por ejemplo navegadores, programas de mensajería y videollamadas o funcionalidades de escritorio remoto, por mencionar solamente las aplicaciones que se conectan a la Red y que pueden, por tanto, ser vía de entrada de amenazas.
Al tratarse de un equipo principal y no de uno destinado en exclusiva a hacer pruebas, no ha sido sometido a propósito a amenazas para testar al máximo la efectividad de este paquete. Hemos llevado a cabo, eso sí, todas o casi todas las acciones que un usuario, tanto doméstico como profesional, puede realizar en un ordenador.
Configuración inicial
Nada más activarlo (hay que instalar primero la versión gratuita y desde ahí actualizar al paquete de pago), Avast Premium Security cierra cualquier conexión a una red abierta que tengamos activa (vía cortafuegos), para más adelante permitirnos configurar cómo será la conexión a nuestra red privada y qué queremos permitir (programas, sitios web) cuando nos conectemos a una pública.
Siguiendo con el cortafuegos, las opciones por defecto son más robustas que las que ofrece Windows Defender, con configuraciones adicionales para escritorio remoto, RDP (Remote Desktop Protocol), o protocolo de configuración dinámica de host (DHCP).
Aunque las funciones de esta versión de pago son, como apuntábamos más arriba, más amplias que las que ofrece la opción gratuita, la interfaz es la misma, con una pantalla de estatus de inicio con los avisos principales y las acciones inmediatas recomendadas.
Protección
Desde ahí podemos ir al apartado de Protección, donde está el acceso al análisis de virus, que puede ser inteligente, completo, específico (por directorios o carpetas), durante el arranque del equipo o personalizado (para programar la frecuencia del análisis, cómo de exhaustivo queremos que sea o qué debe el antivirus hacer si encuentra algo dañino, entre otros parámetros). En esta misma pestaña está el enlace para crear un disco de rescate de Avast.
En el capítulo de Protección están además los accesos a estas otras características:
- Los escudos básicos que podemos activar o desactivar: del sistema de archivos, de comportamiento, web y de correo electrónico.
- Baúl de cuarentena de virus y archivos sospechosos.
- Inspector de Wi-Fi: Analiza qué dispositivos se conectan a nuestra red.
- Escudo de ransomware: Aquí podemos seleccionar qué archivos o carpetas cuentan con una capa de seguridad adicional contra accesos indeseados.
- Cortafuegos (y las opciones de configuración).
- El ya mencionado escudo de acceso remoto.
- Real site: Protección contra redirecciones a sitios fraudulentos.
- Sandbox: El entorno aislado donde abrir archivos o aplicaciones potencialmente peligrosos.
Privacidad
El siguiente apartado de Avast Premium Security, Privacidad, ofrece por su parte estas opciones:
- Alertas de hackeo: Registramos nuestras cuentas de correo electrónico y Avast nos avisa si algún servicio en el que hayamos iniciado sesión con ellas ha sido víctima de una filtración de datos. Similar a herramientas como Firefox Monitor.
- Password Protection: Protege las contraseñas que hayamos guardado en los navegadores con los que accedemos a internet y nos avisa si una aplicación desconocida intenta acceder a ellas. Siempre es recomendable usar un gestor de contraseñas, pero son muchos los que usan para ello los navegadores y esto les garantiza una mayor protección.
- Escudo de webcam.
- Escudo de datos confidenciales: Busca los documentos con información sensible (datos bancarios, de Seguridad Social, contraseñas, nóminas, identificadores...) y los recubre con una protección extra para que no pueda acceder a ellos otra persona que acceda a nuestro ordenador con una cuenta de usuario diferente a la nuestra.
- Destructor de datos: De archivos, unidades de disco y de los archivos ya eliminados, para borrar cualquier vestigio de ellos que haya podido quedar atrás.
Rendimiento
Por último, en el apartado de Rendimiento tenemos dos herramientas más: el modo no molestar y el actualizador de programas (Software Updates).
Cada uno de los puntos anteriores tiene sus propias opciones de configuración que sería tedioso enumerar y que permiten básicamente calibrar la exhaustividad de la protección que cada una nos proporciona.
¿Merece la pena?
Avast Premium Security es un producto muy completo que brinda una protección robusta contra las principales amenazas a las que un usuario, tanto medio como avanzado, puede encontrarse cuando se conecta a internet.
Es cierto que para ese mismo usuario un antivirus gratuito, tanto de Avast como de similares productos de la competencia, podría ser suficiente siempre que mantenga su equipo actualizado (y los programas que usa en él), su red protegida (y no se conecte alegremente a cualquier Wi-Fi pública) y use un navegador con las adecuadas configuraciones de privacidad y seguridad (y no descargue nada de sitios poco fiables ni abra sospechosos archivos que le lleguen por correo o programas de mensajería).
Pero todo esto no está al alcance de todos, claro.
Para esos usuarios que no quieran o sepan preocuparse adecuadamente de sus dispositivos y sus conexiones, quizás sea mejor acudir a una opción de pago como la que ofrece Avast, que (salvo por su ya tradicional consumo excesivo de recursos, aunque es cierto que ha mejorado mucho en los últimos años) funciona muy bien.
Sin embargo, el principal problema de estos productos de Avast es el precio, objetivamente elevado. Para un dispositivo cuesta 69,99 euros al año (29,99 el primer año) y, si adquirimos el paquete para diez dispositivos (Windows, Mac, iOS y Android), pagaríamos 89,99 euros al año (39,99 euros el primer año).
Si a ello sumamos extras como VPN (desde cuatro euros al mes), Antitrack (49,99 euros al año para un dispositivo, 59,99 euros para diez) o Cleanup Premium (59,99 euros), dependiendo de lo que se pueda necesitar, entonces lo más razonable sería, ya puestos, comprar el paquete Ultimate, que incluye todo lo anterior por 99,99 euros al año (49,99 euros el primer año) para un dispositivo y 119,99 euros al año (59,99 euros el primer año) para diez.
Son, en definitiva, herramientas muy recomendables pero cuyo coste disuadirá a muchos usuarios que puedan estar interesados en ir más allá en la protección de sus dispositivos de lo que ofrecen los programas gratuitos.
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