A punta de bisturí
No hay nada que celebrar
Review | Precio y caracteristicas
Se empieza a convertir en una tradición de estas fechas, como otras tantas que nos sacuden, para bien o para mal: ZTE llega a la recta final del año con un móvil sorprendente tanto por prestaciones como, sobre todo, por precio.
En esta ocasión la propuesta, encuadrada en la serie Blade de la marca, renueva y de forma no menor lo que ofrecía hace un año por estas fechas su predecesor. El ZTE Blade V50 Design cuenta con mejoras en casi todos los apartados (diseño, memoria, procesador, cámaras...) y, como el Blade V40 Design, tiene un precio por debajo de los 200 euros (199), aunque estos días dispone de ofertas promocionales y se puede encontrar por mucho menos.
Antes incluso de retirarle el plástico protector al dispositivo, lo primero que llama la atención al abrir la caja es la cantidad de cosas que hay en ella aparte del teléfono en sí y el cable de carga (contenidos que, junto a una tarjeta de garantía, se han convertido tristemente en el estándar, no importa cuán costoso sea el móvil en cuestión).
Aquí tenemos ambos, claro, más un cargador (carga rápida de 22,5 W), funda, cristal protector para la pantalla y hasta auriculares con cable (tiene conector de 3,5 milímetros).
Una vez quitado el plástico, el ZTE Blade V50 Design destaca por, como bien indica su nombre, su diseño. Laterales rectos, bordes redondeados, trasera brillante (en acabado negro, o Diamond Black), una interesante disposición del módulo de cámaras traseras (con un marco duocromo que devuelve distintos matices de color en función de cómo le dé la luz) y una sensación general de estar ante un móvil de rango de precio muy superior (y sí, su diseño se parece mucho al de otro teléfono fabricado por una conocida tecnológica estadounidense).
Siguiendo con el apartado externo, tiene lector de huellas en el lateral, el ya comentado conector de auriculares, USB-C para la carga y unas dimensiones de 164,9 x 76,1 x 8,3 milímetros, con algo más de 200 gramos de peso.
En la parte frontal el teléfono instala una pantalla de 6,6 pulgadas, con resolución FHD+ 1080 x 2408 píxeles y formato gota de agua (waterdrop) para el orificio de la cámara delantera.
La pantalla, pese a sus modestas especificaciones (aquí se puede notar un poco la categoría de precio en la que estamos), rinde mejor que bien. Dispone de dos opciones de tasa de refresco (60 Hz y 90 Hz), proporciona una calidad muy buena en distintos escenarios y con diferentes patrones de uso y la respuesta táctil es también muy precisa.
Por dentro volvemos a olvidarnos de lo que cuesta este ZTE V50 Design. Un procesador Unisoc T606 de ocho núcleos a 1.6 GHz, que completa con 256 GB de almacenamiento interno (ampliables con tarjetas microSD de hasta 1 TB) y 8 GB de memoria RAM que pueden convertirse en 18 GB tirando de la memoria interna (los 8 GB de serie más otros 10 GB de RAM virtual).
A eso suma una batería de 5.000 mAh muy bien optimizada además para prolongar aún más su duración (más que suficiente para tener energía durante un día completo de uso intenso) y, como decíamos más arriba, carga rápida de 22,5 W.
Instala sobre Android 13 la capa de personalización de ZTE, MyOS 13, bastante ligera y muy fluida, con las opciones disponibles en Android y algunas propias añadidas, sobre todo en el apartado de personalización.
Dispone de doble ranura de tarjetas SIM (más la microSD), los sensores habituales (acelerómetro, luz, proximidad), NFC (para pagos sin contacto, entre otras funciones), conectividad Bluetooth 5.2 y el arriba comentado lector de huellas en el lateral.
En el apartado fotográfico, el ZTE Blade V50 Design instala una cámara frontal de 8 megapíxeles y un triple sensor en el módulo trasero, con una principal de 50 megapíxeles (MP) con inteligencia artificial incorporada para reconocer de forma automática escenas y ajustar colores y contrastes para mejorar la imagen en función de dichas escenas.
A ese sensor se suma un macro de 2 MP FF y una tercera lente también de 2 MP FF para los desenfoques (y otros ajustes interesantes) en el modo retrato.
Las cámaras, sin ser excepcionales, son más que correctas no solo teniendo en cuenta el precio del dispositivo, sino en comparación incluso con otros modelos sobre el papel muy superiores.
(*El dispositivo ha sido cedido por ZTE para la prueba)
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