Smart Mirror: la Inteligencia Artificial llega a los probadores

Innovación para el sector retail

SAP diseña un espejo inteligente que actúa como personal shopper y permite unificar los canales digitales y la tienda física en una nueva experiencia

El producto está orientado a las tiendas de moda.
El producto está orientado a las tiendas de moda.

14 de agosto 2019 - 02:00

La experiencia de compra del cliente se ha convertido en un elemento clave para fidelizarlo. Por eso las marcas cada vez se preocupan más por conseguir que los consumidores tengan experiencias perfectas. SAP pretende dar un paso más en mejorar esta experiencia y ha creado el smart mirror, un espejo que actúa como personal shopper y es capaz de hacer recomendaciones sobre la ropa que mejor sienta o mejor combina gracias a la inteligecia artificial.

Esta herramienta, dirigida a la industria de fashion retail, permite a los compradores vivir una experiencia única: Todo comienza en el probador de una tienda con un proceso de identificación personal a partir del cual la experiencia empieza a ser personalizada. Desde el probador, el cliente puede acceder al catálogo de la tienda, recibir recomendaciones de diferentes prendas según sus gustos, tener acceso a las búsquedas realizadas desde su casa, incorporar a este momento de compra prendas que ha decidido probarse una vez en la tienda… Y, además, con la posibilidad de solicitar una talla o un color diferente de la prenda que se está probando. El dependiente recibirá un aviso en su smartwatch para que pueda acercar las nuevas prendas al cliente en el probador adecuado sin que el cliente tenga que salir de él.

Esta experiencia permite a la marca tener mucha más información de lo que ocurre en el canal físico. A través de este espejo se puede saber qué prendas se prueba el cliente, los tejidos y colores por los que se decanta, que artículos se termina comprando, el tiempo de permanencia en la tienda… Gracias al conocimiento adquirido en todas estas interacciones (tejidos, colores, tallas…) el cliente puede seguir recibiendo recomendaciones personalizadas. De esta forma el canal físico se une al canal digital.

Una vez finalizada la compra y sin salir del probador, el cliente puede realizar el pago de una forma segura y sencilla pulsando un simple botón. Las prendas pueden ser recogidas en el mostrador antes de abandonar la tienda o, si el comprador lo prefiere, las puede recibir en su domicilio en el plazo de 24 o 48 horas.

Antes de finalizar la sesión, el espejo invita al cliente a compartir su experiencia de compra con la marca mediante una corta encuesta de satisfacción, que, unida a los datos que se han ido recopilando a lo largo de la compra, son fundamentales para que la marca conozca realmente los gustos y preferencias de sus clientes. Gracias a ello, las futuras interacciones serán aún más personalizadas y por tanto más satisfactorias para los clientes.

Además, la intimidad del cliente está completamente preservada porque el espejo no tiene cámara. Interactúa con las prendas por medio de un escáner.

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