Microsoft presenta en sociedad Windows 8
La compañía lanza su nuevo sistema operativo, que bebe de la arquitectura clásica de Windows pero muestra un aspecto directamente inspirado en los 'tablets'. Con él llegan Windows Phone 8 y Surface.
Microsoft ha presentado en sociedad Windows 8, una versión "reimaginada" de su sistema operativo que llega al mercado este viernes en todo el mundo y 37 idiomas diferentes. "Hemos reimaginado Windows", afirmó el máximo responsable de Microsoft, Steve Ballmer, al anunciar "una nueva era para Microsoft y por los consumidores", y presentar el nuevo Windows, diseñado para ayudar en la transición a un creciente uso móvil de internet.
El grupo demostró algunas de las novedades y una de sus mayores revoluciones: el menú de arranque ha sido remplazado por una pantalla de bienvenida repleta de botones, particularmente bien adaptados a la pantalla táctil de un tablet. Junto a Windows 8, la compañía estrena su sistema operativo móvil Windows Phone 8, el servicio de música en streaming Xbox Music, Internet Explorer 10, su tablet Surface y la aplicación Smartglass, que permitirá acceder a los contenidos de Xbox Live desde dispositivos móviles y pasarlos de la pantalla de un dispositivo a un televisor.
Durante la presentación en Nueva York, Microsoft ha asegurado que ya hay 1.000 equipos certificados para disfrutar de las posibilidades de Windows 8 y un total de 420 millones de equipos en los que podría instalarse desde el principio. "Ofrecemos a los usuarios todo lo que necesitan", ha dicho Steve Ballmer, reforzando la idea multiplataforma de Windows 8. La compañía explica que ha diseñado un sistema operativo que mira sobre todo al futuro. La conexión, la nube y la variedad de equipos han sido las piedras angulares de este nuevo Windows.
Una de las virtudes del sistema que más se ha defendido es su versatilidad y adaptabilidad a los distintos tipos de equipos. Microsoft ha creado dos versiones, Windows RT y Windows 8 Pro, pensadas para garantizar la experiencia en todo tipo de terminales. Sin embargo, en la presentación se ha hecho especial énfasis en el trabajo de desarrollo de Windows 8 enfocado a su instalación en equipos Windows 7. Para fomentar su instalación, Microsoft ha explicado que su nuevo sistema operativo es capaz de mejorar el rendimiento de equipos Windows 7 en un 33% y mejorar el rendimiento de su batería.
Otro aspecto destacado por Microsoft ha sido las posibilidades de conexión entre dispositivos. Ballmer, el que ha dicho que Windows 8 fomentará todo un ecosistema en torno a Windows, que ofrecerá a los usuario todo tipo de servicios y posibilidades entre sus dispositivos. En la presentación se ha destacado el potencial de Windows 8 y su relación con Windows Phone 8, que es uno de los pilares del sistema. Además de compartir código, ambos compartirán también acceso a Windows Store, su tienda de aplicaciones y contenidos.
Así es Windows 8
Táctil, ubicuo y muy visual, así es Windows 8. La computación en la nube, el boom de las aplicaciones y la movilidad -tendencias de éxito indiscutible- conforman el espíritu de la gran apuesta de Microsoft para el mercado de consumo, donde ha perdido fuelle en los últimos años. Lo que más llama la atención de Windows 8 es su interfaz: multitáctil, colorida y compuesta de aplicaciones, muy orientada a los tablets.
El sistema se ha concebido para que la experiencia del usuario sea la misma con independencia del dispositivo que utilice, ha asegurado el responsable del sistema operativo de Microsoft en España, Fernando Calvo. Con una misma cuenta de correo electrónico, el consumidor puede acceder a su configuración, sus contactos y sus datos desde distintos dispositivos. Windows 8 también recoge el fenómeno de la segunda pantalla: permite dividir el monitor en dos para realizar sendas actividades a la vez: por ejemplo, escribir un documento y consultar el tiempo, tuitear y ver un vídeo. Esta nueva versión de Windows requerirá que el usuario se familiarice con su funcionamiento: menús deslizantes, nuevas formas de navegar y una nueva manera de cerrar los programas, por ejemplo.
Pero desde la compañía de Redmond (Washington) insisten en que éste es un Windows "reimaginado", pero no reinventado, y en efecto, más allá de su carcasa, los cimientos del nuevo sistema operativo beben de la arquitectura clásica de Windows y el usuario puede elegir que aparezcan cuando lo desee. El sistema llevará integradas las aplicaciones de correo electrónico, mensajería, calendario, mapas, contactos, Xbox Music, vídeo, el navegador Internet Explorer 10, Smartglass -que permite la interacción entre distintas pantallas- y el servicio de almacenamiento en la nube Skydrive.
Los fabricantes se han puesto las pilas creando equipos y periféricos que den vida al sistema operativo. En ese contexto los tablets y los dispositivos convertibles serán los productos estrella. Llama la atención la apuesta de la compañía de Redmond (Washington) por entrar en la producción de dispositivos -con Surface- y por querer hincar el diente a los servicios -con Xbox Music y más adelante con el cine-, como ya hacen con éxito considerable Apple o Amazon. Después de algunos años instalado en la comodidad, gracias al éxito en el mercado profesional y también a los buenos réditos cosechados en el ámbito del ocio interactivo con Xbox, Microsoft afronta un otoño movido.
No sólo lanza Windows 8, también Windows Phone 8, el servicio de música en streaming Xbox Music, una nueva versión de Internet Explorer -la 10-, Surface y Smartglass. Microsoft ha puesto toda la carne en el asador y sus socios fabricantes esperan el sistema operativo para impulsar el maltrecho mercado de los ordenadores personales.
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