Mastodon: qué es, cómo usarlo y por qué es mejor que Twitter
Redes sociales
Esta red social es una especie de antítesis de Twitter que en los últimos días se está popularizando precisamente entre los usuarios de la red del pajarito.
La red social Mastodon tiene mucho en común con Twitter, pero también es una especie de anti-Twitter: más tranquila, menos poblada, menos verbalmente agresiva. Aunque todo eso puede cambiar.
Su creciente popularidad (también entre usuarios españoles) puede que sacuda este oasis para siempre y exporte a Mastodon todo lo que ha hecho de Twitter un espacio cada vez menos atractivo para un buen número de usuarios.
Frente a la red creada por Jack Dorsey, en Mastodon no hay anuncios, ni vigilancia empresarial, tiene un diseño ético, como dicen sus creadores, y hace de su descentralización una de sus principales banderas.
Como ocurre con Diaspora (el anti-Facebook o, al menos, el Facebook alternativo), Mastodon, nacido en 2016, parece, de entrada, mucho más humano que sus contrapartidas.
Pero también puede resultar confuso para los recién llegados. En primer lugar, porque a diferencia de Twitter, no se trata de una empresa, sino que está compuesta por una miríada de núcleos -llamados instancias-, una especie de servidores que albergan las cuentas de los usuarios y que, aunque funcionan de forma independiente, en realidad forman parte de una colmena global, por lo que podemos seguir y ser seguidos por usuarios dentro y fuera de nuestras instancias.
Cómo unirnos
Hasta hace poco, mastodon.social era la instancia principal, pero ahora está completa, así que, si no tenemos claro cuál escoger, podemos empezar por mastodon.cloud. Y si no estamos satisfechos, siempre podemos mudarnos.
Una vez dentro, lo que veremos es una interfaz muy parecida a TweetDeck, con el flujo de mensajes de los usuarios a los que seguimos, las notificaciones y una tercera columna que podemos usar para varias cosas.
En Mastodon podemos seguir a usuarios, mencionarlos y enviarles mensajes directos. Además, hay dos timelines generales, el local (que reúne a la gente que forma parte de nuestra misma instancia) y el federado (con todos los del local más todos los usuarios a los que siguen las personas de nuestra instancia local)
Otra diferencia con Twitter es que los tuits o mensajes aquí se llaman toots y los retuits, boosts.
Códigos de conducta
Cada instancia tiene su propio administrador y su propio código de conducta, que debemos leer antes de publicar nada. El código de mastodon.social, por ejemplo, prohíbe cualquier contenido que promueva el racismo, sexismo, discriminación de minorías, xenofobia, contenido sexual sobre niños, nazismo y referencias al nacional-socialismo.
Además, existe una función de aviso de contenido (content warning), útil no sólo para etiquetar contenido explícito o desagradable o no seguro para el trabajo (NSFW) pero también para ocultar espoilers. Y junto a esto, podemos ajustar la audiencia que verá cada uno de nuestros mensajes (esto se parece más a Facebook).
¿Merece la pena apuntarnos a esta (otra más) red social? Puede, como sustituto de Twitter o como alternativa. Lo cierto es que Twitter se ha vuelto con los años en un espacio incómodo al que hacer una visita rápida de vez en cuando pero que no anima a quedarse mucho tiempo. Ni siquiera con un timeline depurado (listas, silencios, bloqueos). Hay siempre demasiado ruido.
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