La Giganta digital, palabra de igualdad en la red

Detrás de La Giganta digital hay dos mujeres periodistas sevillanas, al igual que detrás del Giraldillo hay una Giraldilla, una diosa Atenea. Ya lo decía Miguel de Cervantes, en femenino singular, en su reconocida obra caballeresca, en boca del propio Quijote: “Una vez me mandó que fuese a desafiar a aquella famosa giganta de Sevilla llamada la Giralda, que es tan valiente y fuerte como hecha de bronce, y sin mudarse de un lugar es la más movible y voltaria mujer del mundo”.

Esta figura antigua, mitológica y luchadora de la capital andaluza se ha convertido en icono dentro del entorno digital gracias a un interesante proyecto periodístico, en clave de género, al que el acertado adjetivo quijotesco le presta nombre y abolengo. La Giganta digital, que justamente ahora cumple su primer aniversario coincidiendo con el 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer Trabajadora), representa una fuente de información rigurosa del periodismo situado, convirtiéndose en un referente al visualizar a mujeres de todos los espacios que tienen mucho que aportar a su ámbito y a la sociedad.

Las responsables de este proyecto son dos veteranas periodistas, Juana Vázquez Torres y Fátima Fernández Baena, que escriben historias con perspectiva de género y dan voz con suma sensibilidad y nombres propios conocidos y por conocer. Lo hacen desde Sevilla, cuentan, “pero con mirada universal”. Las mujeres tienen su altavoz en esta plataforma cuya marca está siendo cada vez más conocida en las redes y en los ámbitos feministas gracias a su seriedad y lucha contra la desinformación. No en vano sus luchas, y las de mujeres anónimas, forman parte de su contenido.

En sus páginas encontramos los testimonios (a través, sobre todo, del género entrevista) de la windsurfista internacional Blanca Manchón, científicas como la catedrática de química inorgánica Adela Muñoz Páez o la neurobióloga del Centro de Regulación Genómica de Barcelona Mara Dierssen; artistas como Adriana Torres Silva, Lauranne Sorcière o la británica Laura Dodsworth; compañeras periodistas como la precursora del “feminismo andaluz”, Mar Gallego, o la doctora en periodismo Ana Isabel Bernal Triviño.

Grandes juristas, como Octavio Salazar, María José Fariñas o la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona, han pasado también por La Giganta, al igual que escritoras como Sara Mesa, la poeta Rosa Berbel o la soprano Raquel Andueza.

Desde esta plataforma digital, Vázquez y Fernández reivindican el buen periodismo, “eso que llamábamos servicio público, más necesario que nunca en la era de las redes sociales, la posverdad y el desprestigio de los medios de comunicación de masas”. Apuestan, por ello, “por un periodismo independiente, veraz, honesto, cercano, riguroso y creíble”.

La objetividad no es posible, afirman las periodistas, “pero sí hay que ser honestos con quien nos lee, por lo que fijamos la mirada en las mujeres, en plural y diverso, pues los escenarios y fuentes de las informaciones no se deben de reducir a los centros de poder”. Y eso es más factible, añaden, “gracias al formato digital que permite que nuestro mensaje llegue a todas partes, siendo Estados Unidos o Argentina algunos de los países que siguen nuestras andanzas”.

Las redes sociales, concluyen, “nos están permitiendo crear comunidad y seguir siendo coherentes con nuestro lema: utilizar la palabra como arma de igualdad”. Con grandes retos en el horizonte, como la creación de una editorial, que más pronto que tarde se hará realidad, La Giganta se alza como un proyecto digital como mucho futuro y que dará (para bien) mucho que hablar.