¿Cuáles son los peligros de que los menores tengan móvil?

La edad mínima recomendable para que un menor tenga un teléfono móvil es a los 14 años

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Menor usando un teléfono móvil
Menor usando un teléfono móvil / M. G.

El uso del móvil no está recomendado para todas las edades, así lo dicen los psicólogos y los pediatras, los niños no deberían tener un teléfono móvil hasta mínimo los 14 años, aseguran los expertos. Hasta esa edad la capacidad cognitiva de los menores no está lo suficientemente desarrollada como para poder afrontar tener este tipo de aparatos que abren una gran ventana en su forma de comunicarse con el mundo.

Aunque muchos adolescentes comiencen a tener móviles al empezar el instituto con 12 años, la edad marcada por la Policía Nacional para tener un móvil propio son los 14 años pero, según la miembro del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatra (AEP), la doctora María Salmerón Ruiz, "no todos los niños de 14 años están capacitados para tener un móvil" y, por tanto, "debe estudiarse cada caso dependiendo de la madurez del menor".

En este sentido, la pediatra especialista en medicina de la adolescencia en el Hospital Ruber Internacional, ha explicado que, además de la edad a la que se le concede un teléfono propio a un niño, también es importante la manera en qué este se da. "Se puede dar un móvil propio de última generación o uno que se tenga en casa y que el niño entienda que es de papá y mamá y que solo lo va a poder usar para determinadas cosas en determinados momentos", ha detallado.

La adopción del teléfono móvil es inferior, pero siete de cada diez menores disponen de este dispositivo, al que acceden desde los 11 años y uno de cada tres está enganchado a las redes sociales, a las que se conectan todos o casi todos los días, según una investigación de Unicef. A medida que los niños crecen y pasan más tiempo con la tecnología digital, experimentan más aspectos positivos y negativos. Por ello, preocupa, cada vez más, el impacto que pueda tener sobre su bienestar un uso excesivo.

"Lo que tenemos que trasladar a las familias es que no hay una manera de dar un móvil a los niños y que

tendremos que ver cada caso de forma individualizada y que cuanto más tarde, mejor", ha señalado la

especialista.

Con respecto al tiempo de uso de las pantallas, la doctora Ruiz Salmerón ha explicado que la recomendación incluye que: para menores de dos años no hay un tiempo seguro por lo que no deben usarse ya que esto puede afectar a su neurodesarrollo; de dos a cinco años, no se deben usar más de una hora; y, a partir de los cinco años, no se deben tener más de dos horas de ocio digital.

En cuanto al espacio en el que se usan las tecnologías, la doctora Salmerón Ruiz ha explicado que "es recomendable que los dispositivos se utilicen en zonas que sean comunes a las familias" ya que hay "un mayor riesgo si el uso se hace en lugares como el baño o el dormitorio".

Los peligros del móvil en menores

  • Ciberbullying: el acoso entre el menores a través de las redes sociales, es de los peligros más comunes ya que los agresores se esconden detrás de una pantalla.
  • Falta de privacidad: los menores son menos consciente de lo que publican y eso puede implicar tanto a su privacidad como a la de sus padres, porque no se sabe quién está leyendo.
  • Grooming: El término hace referencia a las prácticas en línea de adultos que buscan hacerse con la confianza de los menores para recibir, acosar e incluso explotar sexualmente imágenes de carácter sexual. Está estrechamente ligado con la pornografía infantil y la pedofilia en Internet.
  • Sexting: Esta práctica, bastante habitual entre adolescentes, consiste en utilizar los móviles para mandar contenido de carácter sexual (fotografías, textos, audios…) como pruebas de afecto o a modo broma. Puede convertirse en objeto de chantaje más adelante.
  • Contenidos poco apropiados: buceando en internet de manera accidental el menor puede encontrar contenido que no sea apto para su edad como contenido de carácter sexual o violento.
  • Reducción del sueño: el uso excesivo del teléfono móvil puede provocar que el menor pase más tiempo con el dispositivo y no duerma las horas necesarias.
  • Propensión a trastornos mentales: Existen estudios que demuestran que el uso de dispositivos móviles de cualquier tipo es un factor clave para sufrir depresión, ansiedad, psicosis, trastorno bipolar y/o déficit de atención.
  • Adicción al smartphone e internet: La ciberadicción es un trastorno real que afecta tanto a menores de edad como a personas adultas. Consiste en la creencia de una necesidad constante de estar conectado al móvil o internet.
  • Compras sin autorización: Contar con apps como puede ser Amazon o Zara en un dispositivo smartphone puede ocasionar riesgos si no se toman las precauciones adecuadas. Un niño, sin maldad ninguna, puede acceder a esa aplicación y agregar productos a la lista de la compra y, con un simple clic, pagar al momento. Esto puede suponer caer en estafas o compras sin control.
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