Apple consigue imaginarse un futuro sin Steve Jobs
El carismático cofundador de Apple es un superviviente de cáncer de páncreas cuya delicada salud y notables cambios de peso han traído de cabeza a los mercados en los últimos años.
La noticia del trasplante de hígado del fundador de Apple, Steve Jobs, hubiera causado un cataclismo en los mercados hace un año, pero ahora ha sido eclipsada por otra más positiva, el millón de unidades del nuevo iPhone vendidas en tres días.
"Los clientes están votando y el iPhone gana", escribió el propio Jobs en un comunicado distribuido el lunes por Apple y recogido hoy por varios medios. "Con más de 50.000 aplicaciones disponibles, el ritmo de crecimiento del iPhone es más fuerte que nunca".
La empresa aún no lo ha confirmado oficialmente, pero el diario The Wall Street Journal adelantaba este fin de semana que Jobs, de baja médica desde comienzos de año por un problema hormonal grave, recibió un trasplante de hígado hace dos meses.
Jobs se reincorporará a la empresa a finales de junio como estaba previsto pero, según el periódico, sólo lo hará a tiempo parcial por recomendación médica.
Hace apenas un año, la noticia habría provocado un desplome en la cotización de Apple, pero hoy, la perspectiva de Steve Jobs relegado a un discreto segundo plano en la firma ha sido digerida con normalidad por mercados y expertos.
El carismático cofundador de Apple es un superviviente de cáncer de páncreas cuya delicada salud y notables cambios de peso han traído de cabeza a los mercados en los últimos años.
Y es que el ejecutivo está tan fuertemente asociado con Apple que para muchos resultaba imposible imaginar a la compañía sin él.
Cuando el pasado octubre se extendió por Internet el rumor de que Jobs había sufrido un ataque cardiaco, las acciones de Apple se desplomaron un 5 por ciento en bolsa.
En diciembre, cuando la compañía dijo que Jobs no inauguraría la conferencia Macworld, los títulos tardaron minutos en perder un 2 por ciento pero recuperaron un 4 por ciento cuando Apple responsabilizó días después esta ausencia a un desajuste hormonal de los cambios de peso de Jobs.
Y desde que el directivo está de baja, los títulos no han caído en picado como muchos vaticinaron, sino que han subido nada menos que un 76 por ciento.
En estos meses, la compañía ha actualizado su línea de portátiles, ha lanzado una nueva versión de su sistema operativo y sacado al mercado el último modelo del iPhone, más rápido y con vídeo.
El teléfono fue presentado oficialmente hace dos semanas en la conferencia de desarrolladores de Apple celebrada en San Francisco.
Muchos esperaban que Jobs apareciera por sorpresa en el evento, pero fueron Tim Cook, responsable de operaciones de la empresa y CEO (consejero delegado) en funciones, y otros ejecutivos los que se hicieron de maestros de ceremonias.
Algunos expertos creen que estos meses han sido enormemente productivos en Apple pese a la ausencia de Jobs porque el ejecutivo ya permanecía apartado de la gestión diaria en la compañía desde hace tiempo.
"Jobs no se ha encargado de las operaciones diarias de la empresa desde hace casi dos años, bastante antes de su enfermedad", dijo Tim Bajarin, analista de Creative Strategies, a la prensa estadounidense. "Cook era el encargado".
No obstante, nadie duda de que Jobs sigue estando detrás de todas las grandes decisiones en la firma, especialmente en lo que a innovaciones se refiere, y que pasarán muchos años antes de que alguien logre hacerle realmente sombra.
Según los rumores, el directivo ha seguido también estrechamente implicado en el desarrollo de nuevos productos incluso durante estos meses de baja.
Estas versiones aseguran que Jobs ha estado trabajado en la creación de un portátil de pequeño tamaño que será la respuesta de Apple al éxito de los "netbooks".
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