Análisis: Altavoz Grundig Jam Earth, inalámbrico y sumergible

Los accidentes ocurren. No importa cuán cuidadosos seamos con nuestros dispositivos (nos centramos en los dispositivos porque estamos en la sección de Tecnología, pero lo mismo puede decirse de casi cualquier cosa), siempre se nos pueden caer, llevarse un golpe, un arañazo o recibir una salpicadura. También es posible que sean víctimas del calor, de un descuido que nos lleve a perderlos, o de un amigo de lo ajeno que se encargue de que los perdamos.

Da igual qué puntuación saquemos en la escala de la patosidad o del despiste. Como dicen los anglosajones, shit happens, tanto en casa como fuera de ella. Si además estamos en verano, y tenemos la suerte de contar con una playa, piscina, río, lago o cualquier entorno con agua (mejor fresquita) a mano, lo más normal es que el artilugio que sea se lleve, como mínimo, alguna que otra gota.

No hablamos solo de teléfonos o tablets, también de un accesorio que cada vez es más frecuente encontrar tanto en interiores como, sobre todo, en exteriores: los altavoces inalámbricos.

Tal es su popularidad que cada vez hay más opciones en el mercado, con distinta autonomía, funcionalidades o resistencia al agua.

Hemos podido probar uno que alcanza una nota sobresaliente tanto en batería (llega a las 30 horas de reproducción) como en protección contra elementos acuáticos, el Grundig Jam Earth, que no solo aguanta cualquier gota que le pueda alcanzar, sino que además es sumergible.

Así es el Grundig Jam Earth

Compacto, potente y sencillo, el Jam Earth es una elección idónea para quienes en esencia no quieren complicarse la vida y buscan un dispositivo que puedan conectar y utilizar al momento, sin tener que instalar aplicaciones en el móvil o pasarse un buen rato configurándolo.

Es TWS y lleva Bluetooth 5.0, por lo que basta emparejarlo con el móvil o con cualquier otra fuente (también se pueden conectar dos entre ellos para escuchar en estéreo o en distintos espacios al mismo tiempo) y empezar a disfrutar de él. Tiene además un alcance de 30 metros.

Como decíamos, tiene un diseño muy compacto y discreto, con unas dimensiones de unos 10 centímetros por 8 y un peso muy ligero, por lo que es muy cómodo llevarlo, por ejemplo, en un bolso o una mochila. Por cierto, que tanto el altavoz como el embalaje están fabricados con materiales 100% reciclados (en la caja incluye, además del altavoz y una pequeña guía, un cable de carga).

Cuenta con un panel de botones en la parte superior (encendido, play, subir y bajar volumen y Bluetooth), además de unos LED que indican el porcentaje de batería.

En la parte trasera, protegido por una cubierta, hay un micro USB para cargar su batería de 2.500 mAh que, como indicábamos al principio, puede superar las 30 horas de autonomía, un conector de auriculares y un USB por si queremos enchufarle otro dispositivo.

El Jam Earth cuenta con certificación IPX7, así que es seguro sumergirlo en agua hasta media hora y, si necesitamos una dosis de energía en el teléfono, podemos conectarlo al altavoz para cargarlo. Y ya que hablamos del móvil, el Jam Earth tiene función manos libres con micrófono integrado, por si queremos responder llamadas sin tener que coger el smartphone.

En el apartado de sonido, ofrece 3,5 W RMS de potencia de salida, con graves poderosos (lleva un radiador pasivo) y un sonido de una calidad sorprendentemente alta para un aparato tan pequeño.

(*El dispositivo ha sido cedido por Grundig para su prueba)