Amor lento y efecto fantasma: lo que ofrece Tinder

En la era digital, el mundo del flirteo y las relaciones amorosas ha experimentado una revolución notable gracias a aplicaciones como Tinder. Estas plataformas han facilitado la creación de conexiones entre personas que, en el pasado, podrían no haberse encontrado nunca. Sin embargo, a pesar de la revolución que han supuesto, parece que las dinámicas de género en las relaciones amorosas aún se mantienen en gran medida inalteradas.

Un estudio de la Universidad de Stanford en Estados Unidos revela que una de cada cuatro parejas formadas después de 2005 se conoció a través de encuentros en línea, ya sea mediante aplicaciones de citas o reencuentros con antiguos amigos en redes sociales. Si bien estas aplicaciones, con Tinder a la cabeza, han cambiado la forma en que las personas se conocen y se relacionan, no han logrado modificar del todo las estructuras de género en el ámbito romántico.

El arraigo del amor romántico

Ana González Ramos, socióloga e investigadora del IN3 de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), señala que, a pesar de las nuevas formas de conexión, las mujeres todavía se sienten influenciadas por el concepto tradicional del amor romántico. La creencia en relaciones amorosas duraderas centradas en la familia y el cuidado mutuo sigue siendo prevalente entre las mujeres. Este ideal persistente de amor romántico se traduce en que muchos buscan relaciones a largo plazo, con un enfoque en la estabilidad.

Según datos de Meetic, una plataforma de citas en línea, ocho de cada diez mujeres solteras en España creen en el amor verdadero, y el 70% confía en encontrarlo en aplicaciones de citas en línea. Además, el 56% de ellas está buscando una relación a largo plazo activamente. Este apego al ideal del amor romántico ha sido reforzado por expectativas sociales y juicios morales, lo que lleva a muchas mujeres a buscar relaciones estables que se ajusten a estos estándares.

Diferencias en el comportamiento en aplicaciones de citas

Las diferencias de género también se ven en el comportamiento de las personas en aplicaciones de citas en línea. Los hombres tienden a visitar los perfiles de otros usuarios con mayor frecuencia que las mujeres y están más dispuestos a iniciar el primer contacto después de visitar un perfil. Las mujeres, por otro lado, tienden a comportarse de manera más tímida en estas plataformas y suelen dar mayor importancia a características como la edad, el nivel educativo y el salario de sus posibles parejas.

Estas diferencias en el comportamiento reflejan las expectativas tradicionales de género y las normas sociales arraigadas. A pesar de la mayor libertad de elección que brindan las aplicaciones de citas en línea, las expectativas en torno a las relaciones de género siguen influyendo en cómo las personas se comportan y se conectan en línea.

Relaciones más sólidas en línea

A pesar de estas dinámicas de género, las investigaciones han demostrado que las relaciones que se inician en línea a menudo son más sólidas que las que surgen en el escenario tradicional. Un estudio realizado por economistas de las universidades de Essex, Reino Unido, y Viena, Austria, evaluó 19,000 matrimonios entre 2005 y 2012 y concluyó que las uniones que resultaron de citas en línea tienden a ser más sólidas.

Francesc Núñez, sociólogo y profesor de Humanidades de la UOC, sugiere que esto se debe a que las personas que se conocen en línea a menudo pasan por un proceso de búsqueda y selección más intenso antes de establecer una relación física. Este proceso de selección cuidadosa puede llevar a una mayor madurez en las relaciones desde el principio.

Ampliando las posibilidades y desafiando normas sociales

Además de relaciones más sólidas, las aplicaciones de citas online también han permitido que las personas amplíen sus horizontes y conozcan a personas que no forman parte de su círculo social tradicional. Esto es especialmente relevante para aquellos individuos que se sienten limitados por normas sociales o que están aislados geográficamente. Las aplicaciones de citas en línea brindan una oportunidad para transgredir las relaciones patriarcales y explorar contextos más diversos.

Aunque las tecnologías han contribuido a cambios significativos en las dinámicas de las relaciones amorosas, queda trabajo por hacer para superar las estructuras de género arraigadas en la sociedad. A pesar de la creciente igualdad en el mercado de aplicaciones de citas en línea, los roles de género siguen reproduciendo patrones de dominación masculina, lo que destaca la necesidad continua de abordar estas cuestiones en la búsqueda de relaciones más equitativas.