Kinética Salud
Vértigos y mareos tratados desde la fisioterapia vestibular
Rincón de la Victoria
Cuando elegimos un destino para pasar unas vacaciones lo hacemos por varias razones. Buscamos todo aquello que se adapte a nuestros gustos y preferencias. Cada país, cada ciudad y cada pueblo nos ofrece todo aquello que lo hace único, distinto y que pueda desnivelar la balanza en favor de otro “competidor”. Alejado de estas disputas, es cada vez es mayor el número de personas que elige Rincón de la Victoria, una pequeña ciudad marinera de la Costa del Sol oriental cercana a Málaga capital. ¿Por qué?, porque como destino turístico es capaz de ofrecer todo lo que buscamos para nuestros días de descanso.
En primer lugar, Rincón de la Victoria está situada estratégicamente en la Costa del Sol. A pocos minutos de Málaga, y a apenas una hora de ciudades como Granada o Córdoba. Por lo que se convierte en un “cuartel general” perfecto desde donde disfrutar de unas vacaciones más amplias. Pero en Rincón de la Victoria puedes disfrutar de todo lo que busques. Con casi ocho kilómetros de playa y casi 365 días de sol al año, es un municipio donde disfrutar del Mediterráneo en todo su esplendor y donde, por su especial orografía, puedes atravesar unos acantilados únicos desde donde contemplar algunos de los mejores atardeceres del mundo.
A lo largo del litoral o en los distintos núcleos de población, podrás disfrutar de su rica gastronomía, donde el boquerón victoriano y el pescaito frito se llevan la palma. Pero ojo, no desprecies la variada carta que este pueblo ofrece en cuanto a platos internacionales o de cuchara se refiere. Ojo que Rincón de la Victoria es algo más que sol, playa y buena comida. Como buena ciudad mediterránea, por ella han pasado fenicios, romanos y musulmanes. Aunque la joya de la corona del rico patrimonio histórico tiene algunas decenas de miles de años más. Rincón de la Victoria cuenta con la única cueva visitable de Europa cuyo origen es marino. Las otras dos se encuentran en México y China. La historia, la arqueología y la leyenda se unen en unas galerías donde se encontraron restos del Paleolítico y de la Edad de Bronce, así como muestras de Arte Rupestre.
A pocos metros de la Cueva del Tesoro, se encuentra la Cueva de la Victoria, un reto para los más aventureros porque su entrada está catalogada como actividad espeleológica de turismo activo. La Cueva de la Victoria fue una concurrida cavidad funeraria del Neolítico y recorre vestigios con 30.000 años de antigüedad del Arte Paleolítico Arcaico, pasando por el Arte Paleolítico Magdaleniense hasta llegar a los enterramientos Neolíticos o el Arte Esquemático de apenas 6.500 y 4.500 años.
Pero el patrimonio histórico de Rincón de la Victoria no se acaba en sus antepasados más lejanos. Pues emblemática es su Casa Fuerte Bezmiliana, antigua fortaleza militar del siglo XVIII que servía para combatir a los piratas de la época y que hoy es la principal sala expositiva de la ciudad. Igual de representativas son las dos torres almenaras, también de origen militar, y que datan del siglo XIV. Casi trece siglos antes de que estas fortificaciones se elevarán en las costas de Rincón de la Victoria, los romanos dejaron claro que ya era el destino ideal no solo para pasar unos días, sino para vivir. La Villa Romana de Torre de Benagalbón es un yacimiento del siglo III d. C., que muestra lujosa vivienda de la época en la que destaca, por su estado de conservación, el mosaico de Júpiter disfrazado de sátiro seduciendo a Antíope, hija de Tebas.
Tenemos claro que Rincón de la Victoria tiene naturaleza, gastronomía de la buena, patrimonio histórico, pero también ofrece una última sorpresa. La posibilidad de perderse por las encaladas calles blancas del núcleo de Benagalbón, de origen morisco, donde disfrutar de la paz que solo pueden ofrecerte los pueblos de interior. Y todo ello, a pocos minutos del que fuera el Mare Nostrum.
También te puede interesar
Lo último
Blitz | Estreno en AppleTV+
Una odisea bajo las bombas
El maestro Juan Martínez que estaba allí
Juan Martínez existió