La dieta mediterránea, un estilo de vida
La dieta mediterránea es una forma de comer más que un plan de dieta formal. Hace décadas, los
investigadores llegaron a la evidencia de que la dieta mediterránea que enfatiza frutas, verduras, nueces, granos, legumbres, mariscos, aceite de oliva y un consumo moderado de vino, mientras limita la carne y los productos lácteos, puede ayudar a proteger al cuerpo de enfermedades cardíacas, diabetes, Alzheimer y muchas afecciones más.
Los muchos beneficios para la salud de la dieta mediterránea se atribuyen en gran medida al consumo de alimentos de origen vegetal ricos en grasas insaturadas saludables, vitaminas ricas en antioxidantes y polifenoles, compuestos que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
La dieta mediterránea se basa en cuatro pilares fundamentales, frutas, verduras, carnes magras y cereales
integrales. Las verduras de hoja verde son un gran vegetal porque contienen una variedad de nutrientes. Algunas de las verduras de hoja más saludables que existen son la lechuga romana, la acelga y la espinaca.
Para seguir la dieta mediterránea, lo ideal es elegir frutas que contengan menos azúcar y algo de fibra para una digestión más lenta y estable. Algunas de ellas son manzanas, aguacate, peras o fresas. Pero hay muchas más.
La dieta mediterránea evita el consumo de carnes rojas, pero para realizar un aporte correcto de energía al cuerpo, se apuesta por el consumo de mariscos, pescado fresco y carnes con poca grasa como el pollo o el conejo.
Los cereales integrales son una gran fuente de fibra y también proporcionan algunas proteínas y grasas saludables. Algunos granos integrales más comunes que puede encontrar en el supermercado son la avena, arroz integral y pan, pasta y cuscús de trigo integral.
En la dieta mediterránea, una media del 35% al 40% de las calorías provienen de las grasas. La mayoría de los expertos en salud del corazón recomiendan obtener menos del 35% de las calorías de las grasas. Las grasas permitidas en la dieta mediterránea provienen principalmente de aceites insaturados, como el aceite de pescado, aceite de oliva y ciertos aceites de nueces o semillas y de frutos secos (nueces, avellanas y almendras), todos ellos pueden tener un efecto protector sobre el corazón.
El vino tinto tiene ciertas propiedades que, según las investigaciones, son beneficiosas para la salud del corazón. Si bebes alcohol con moderación, agrega un poco de vino tinto en lugar de otras bebidas alcohólicas.
La protección cardiovascular que proporciona el vino tinto se atribuye a los antioxidantes de los flavonoides que se encuentran en la piel de las uvas. Los flavonoides reducen el riesgo de enfermedad cardíaca al reducir el colesterol malo, aumentar el colesterol bueno y reducir la coagulación de la sangre. Además, el vino tinto contiene reservatol, que puede tener beneficios adicionales incluyendo la inhibición de desarrollo de tumores en ciertos tipos de cáncer.
Aunque el vino tinto puede ser parte de un estilo de vida saludable, una línea fina determina qué cantidad se considera saludable. La ingesta diaria recomendada es una copa para las mujeres y de una a dos copas para los hombres.
Alimentos a evitar
Estos son los ingredientes y alimentos que deberás desterrar de tu alimentación:
- Azúcares añadidos: refrescos, caramelos, helados, azúcar de mesa y muchos otros.
- Granos refinados: pan blanco, pasta elaborada con trigo refinado, etc.
- Grasas trans: se encuentran en la margarina y en alimentos procesados.
- Aceites refinados: aceite de soja, aceite de semilla de algodón y otros.
- Carne procesada: Embutidos procesados,salchichas, etc.
- Alimentos altamente procesados: cualquier cosa etiquetada como “baja en grasas” o “dietética” oque parezca que se hizo en una fábrica.
Además, los expertos recomiendan leer atentamente las etiquetas de los alimentos si deseas evitar estos
ingredientes nocivos para la salud.
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