Julia Perea, secretaria general de CCOO de Huelva:“Es intolerable que la gente siga perdiendo la vida en el trabajo”

Cada 28 de abril, se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, sobre esta importante efeméride y su situación en la provincia de Huelva, reflexiona en esta entrevista la secretaria general de Comisiones Obreras (CCOO) de Huelva, Julia Perea.

–Es innegable que el derecho fundamental de tener un entorno de trabajo seguro y saludable es de suma importancia en la sociedad actual, ¿cómo CCOO lo promueve?

–Todos los trabajadores y trabajadoras tenemos el derecho a estar seguros en nuestro entorno de trabajo y también las empresas tienen la obligación de velar por establecer las medidas preventivas necesarias para evitar ya sean accidentes laborales o enfermedades profesionales. En Comisiones Obreras, tenemos programas de concienciación y sensibilización y formación. En primer lugar, se informa a nuestros delegados y delegadas, porque al final los Comités de Empresa, y dentro de estos los comités de seguridad y salud, son los encargados de vigilar que se cumpla la normativa en materia de prevención. También hacemos campañas de sensibilización y concienciación entre los trabajadores y las trabajadoras. Estos, muy a menudo, no son conscientes de los riesgos que corren. Por último, se incide mucho en que la Administración cumpla con su cometido de vigilar por la seguridad y la salud laboral.

–¿Qué diagnóstico hace sobre la situación de esta en la provincia de Huelva?

– En 2023, en Huelva, se produjeron un total de 7.596 accidentes laborales con baja y 9 de ellos fueron mortales, lo que supone un 28,57 por ciento más que en mismo periodo de 2022. Es intolerable que la gente siga perdiendo la vida cuando precisamente va a ganársela. En España, en 2023, 700 personas perdieron la vida en el trabajo, 700 familias fueron destrozadas.

Huelva es la provincia con peor resultado en siniestralidad, comparada con el número de trabajadores en activo, de toda Andalucía durante el año 2023. Muchos de estos accidentes, aunque nos sean mortales, son tan graves que terminan suponiendo incapacidades permanentes para los trabajadores y trabajadoras. Limitando ese accidente, que con medidas preventivas podría haberse evitado en muchos casos, toda su vida

Resulta inadmisible que los empresarios vean en la prevención un problema en vez de una inversión. Otra cuestión que venimos denunciando continuamente es el impacto que está teniendo el cambio climático en nuestro día a día. Muchísimos trabajadores y trabajadoras están expuestos a temperaturas que, de no tener las medidas preventivas necesarias, pueden provocarles cualquier tipo de accidente o la muerte.

Ya la Organización Internacional del Trabajo avisó que aumentaría el riesgo de lesiones y de muertes, debido a los fenómenos meteorológicos extremos. Este hecho afecta especialmente a la construcción, sector en el que los trabajadores están sometidos a altas temperaturas. Fíjate si no hay conciencia del impacto del cambio climático en el mundo del trabajo que en este, en vez de abordar con medidas para prevenir los golpes del calor que pueden provocar una caída de un andamio a veinte metros por un mareo o un golpe de calor, se están reduciendo los días de jornada intensiva en verano. CCOO lo tiene claro. Si la falta de medidas preventivas, como el caso expuesto, supone el fallecimiento de un trabajador, el sindicato pedirá responsabilidad penal al empresario. Porque hablamos de un homicidio imprudente

–¿Cuál es la principal reclamación de CCOO en este 28 de abril?

–Este 28 de abril estamos diciéndole al Gobierno de España que no podemos esperar más para que se cree un registro de profesiones expuestas a agentes cancerígenos en el trabajo, algo que está pendiente de su desarrollo normativo desde 1997.

Se estima que una de cada cuatro personas trabajadoras está expuesta a ello y que en España más de 14.000 muertes al año son por este motivo, sin embargo, este 2023 solo se reconocieron 96, ya que las mutuas se niegan a admitirlas como enfermedad y alegan para ello que es una patología que el trabajador o la trabajadora la traían históricamente.

Las enfermedades profesionales son la gran asignatura pendiente de la salud laboral. Lo que no se registra ni existe ni se previene. Son necesarios cambios en la definición de enfermedad profesional y en su sistema de notificación y registro para que deje de depender de las mismas entidades obligadas a la reparación del daño, las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social.

–¿En qué se ha avanzado desde que en 1995 se aprobara en España una Ley de Prevención de Riesgos Laborales? Y ¿Qué papel ha jugado y juega CCOO en todo ello?

–La Ley de Prevención, evidentemente, supuso un gran progreso y se ha avanzado muchísimo en la seguridad y la salud en el trabajo, aunque en unos sectores más que en otros. A pesar de ello, todavía queda muchísimo camino por recorrer. Para ello, en Comisiones Obreras, tenemos departamentos especializados en Seguridad y Salud en el trabajo, como es el Instituto Sindical de Trabajo Ambiente y Salud (ISTAS) encargado de promover la mejora en la seguridad y salud, impartir formación, etcétera. Para CCOO es fundamental dar cumplimiento a la recomendación europea que indica que haya un inspector de trabajo por cada 10.000 personas. Dotar de más medios a las inspecciones de trabajo es fundamental para que la Ley de Prevención se cumpla.

Reclamamos que se tengan en cuenta los riegos psicosociales, los daños a la salud mental, como el estrés ansiedad y la depresión. Muchos trabajadores y trabajadora están desarrollando enfermedades psicológicas debido al estrés al que están sometidos, al igual que las enfermedades cardiovasculares.

Hay que incidir en que los empresarios las empresarias sean conscientes de la necesidad de invertir en Prevención de Riesgos Laborales y que lo entiendan como una inversión para garantizar la seguridad y la salud de sus plantillas. Se eluden no solo accidentes laborales sino también muchas bajas, que son consecuencias en gran parte de los casos de la sobrecarga de trabajo, a la vez que deben invertir en formación, tal y como establece la Ley de Prevención y de Riesgos Laborales. Por último, también, es necesario sensibilizar y concienciar a los trabajadores y trabajadoras de que evitar riesgos supone mejorar su salud y su calidad de vida.