Dieta mediterránea, nuestro patrimonio más saludable
En España se come bien. La variedad y calidad de alimentos que producimos, la forma de cocinarlos, nuestras recetas milenarias y la inigualable ayuda del aceite de oliva virgen extra han ido dando forma a la dieta mediterránea.
La dieta mediterránea comprende un conjunto de conocimientos, competencias prácticas, rituales, tradiciones y símbolos relacionados con los cultivos y cosechas agrícolas, la pesca y la cría de animales, y también con la forma de conservar, transformar, cocinar, compartir y consumir los alimentos,
afirma la Unesco ante su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El acto de comer juntos es uno de los fundamentos de la identidad y continuidad culturales de las comunidades de la cuenca del Mediterráneo. Es un momento de intercambio social y también de
afirmación y renovación de los lazos que configuran la identidad de la familia, el grupo o la comunidad. Por
eso, nuestra dieta “pone de relieve los valores de hospitalidad, buena vecindad, diálogo intercultural y creatividad, así como un modo de vida”.
Además, desempeña un papel esencial de factor de cohesión social en los espacios culturales, festejos y celebraciones, al agrupar a gentes de todas las edades, condiciones y clases sociales.
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