El problema de las viviendas turísticas

Anuario de Turismo 2024

La ocupación hotelera en 2024 nos dejó un sabor agridulce, pero el sector sabrá remontar el vuelo y afrontar el año próximo con fuerzas renovadas

Piso turístico.
Piso turístico.
Pedro Sánchez-Fortún - Presidente de Ashal Almería

21 de enero 2025 - 21:30

Cada vez que toca hacer recuento de los niveles de ocupación que ha registrado el sector alojamiento turístico durante la Semana Santa o el Verano o las Navidades o tal y cual puente, sin querer queriendo, consultamos el Registro de Turismo de Andalucía en el que se refleja que en la provincia de Almería había censadas casi 10.000 viviendas de uso turístico “regladas” a principios de año, con municipios como Almería (1102), Mojacar (1554), Nijar (1079), Roquetas (1609) o Vera (2207) con más de 1000 viviendas registradas cada uno de ellos, en tanto que en el momento presente, sin que hayamos cerrado aún el año, ya superamos las 11.100 viviendas  y nos preguntamos cuántas serán las viviendas no regladas de dichos municipios y de la provincia en general, pero sobre todo, cuantas de esas viviendas –regladas y no regladas- declaran sus beneficios al fisco para contribuir con sus impuestos al mantenimiento del estado de bienestar que disfrutamos, así como cuanto tiempo piensan esperar los ayuntamientos de la provincia con falta de vivienda en alquiler no temporal o alquiler no turístico a ponerse manos a la obra para intentar solucionar el problema, realizando inspecciones para aflorar actividad clandestina y, especialmente, estableciendo limitaciones o restricciones para el ejercicio de la actividad.

Como asociación nos toca trasladar los datos de los titulares (propietarios) de las mencionadas viviendas turísticas así como los datos de los explotadores de las mismas a las Inspecciones de Hacienda o de Trabajo con el objetivo de que puedan comprobar, por poner solo un ejemplo, si las limpiezas de dichas viviendas están siendo realizadas por camareras de pisos en alta y nomina según convenio de hostelería con el correspondiente informe ergonómico y reconocimiento médico tal y como se exige al sector hotelero o, por el contrario, se trata de economía sumergida que solo florece en el bolsillo de quien la practica. Y no nos estamos refiriendo (que también) al particular que dispone de una vivienda que habitualmente usa y alquila puntualmente un mes o dos meses al año, si no a particulares y/o empresas que disponen de decenas de viviendas y que han hecho de esa actividad su medio de vida.   

Como asociación también nos toca recordar a la mayor parte de esos ayuntamiento que hemos referido anteriormente (Almería, Roquetas o Nijar, por poner un ejemplo) que han modificado alguna/s de sus ordenanzas fiscales para incrementar sus tasas o impuestos al sector hotelero (agua, basura, ibi u otros) para 2025, sin considerar -no sabemos si por desidia o simple despiste- el “despiporre” de recursos que utilizan esas viviendas de uso turístico.  

Y tenemos que concluir que la ocupación hotelera esta Semana Santa y este verano y este año 2024 en general nos ha dejado un sabor agridulce al no cumplirse las expectativas iniciales por varios motivos, entre otros, el problema de las viviendas turísticas, pero que -como siempre- el sector hotelero sabrá remontar vuelo y afrontará el 2025 con fuerzas renovadas y expectativas de éxito.

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