La práctica del control biológico en las etapas más tempranas es fundamental
Agrobio
El control biológico ha demostrado ser la herramienta más eficaz para el control de plagas de muchos cultivos hortícolas, frutales y ornamentales, tanto en invernadero como al aire libre. Para que esto sea posible es clave contar con insectos de gran calidad, pero su eficacia también responde a un trabajo global entre técnicos y productores. Es muy importante realizar un manejo adecuado y un seguimiento especializado, así como utilizar una variada fauna auxiliar y complementar los enemigos naturales con otras medidas de control y monitoreo como trampas y feromonas.
Esta práctica permite a los agricultores conseguir un producto de mayor calidad, reducir la aplicación de fitosanitarios y lograr la seguridad alimentaria en sus producciones, pero también extender la vida útil de la planta. Esto ha sido clave, sobre todo, durante los primeros meses del año, cuando los agricultores necesitaban alargar el ciclo productivo de las plantaciones de otoño/invierno para seguir recolectando fruto y poder abastecer la demanda de los mercados.
Este modelo productivo, el control biológico, cada vez es más conocido en las diferentes zonas agrícolas del mundo, que precisan de una estrategia adaptada a sus necesidades. No todos los países cuentan con las mismas infraestructuras, la misma trayectoria o la posibilidad de introducir cualquier enemigo natural, por ello, es importante contar con un equipo experto, adaptar protocolos y desarrollar tecnología innovadora capaz de aportar la solución biológica que demanda el campo.
Cada vez, el campo es más consciente de la importancia que tiene adelantarse a las plagas si queremos que el control biológico sea un éxito. Por ello, desde Agrobío llevamos años investigando y desarrollando nuevas formulaciones, poniendo en marcha protocolos y métodos de suelta con tecnología propia para facilitar la práctica del control biológico en las etapas más tempranas, incluso cuando la planta aun no tiene flor.
La alimentación de los ácaros presa es una de nuestras principales líneas de trabajo desde que comenzamos las primeras experiencias en crisantemo en Holanda.
El uso de ácaros presa directamente en planta se ha convertido en una práctica habitual que multiplica y mantiene las poblaciones de depredadores en la finca. Este método de alimentación patentado por Agrobío ha supuesto una revolución en el campo, logrando consolidar el control biológico en pepino y ornamentales. Además, está abriendo nuevas líneas de investigación que nos permitirán realizar un control biológico de las plagas en cultivos donde aun no existe una solución eficaz.
La alimentación es fundamental para adelantarse a las plagas, pero también lo es elegir el momento adecuado de introducir la fauna auxiliar. Los agricultores ya están familiarizados con las sueltas desde semillero de algunos depredadores, como es el caso de Nesidiocoris en tomate o berenjena. Pero no solo esta chinche es capaz de hacer un buen control desde la etapa más delicada de la planta; ya estamos realizando sueltas de ácaros depredadores desde semillero, tanto en cultivos convencionales como en ecológico, donde se debe tener especial cuidado.
Es importante bioproteger todo el ciclo de la planta, cuando la planta se está iniciando y en el invernadero, pero también en el momento del trasplante. Para facilitar todo el proceso, en Agrobío hemos diseñado diferentes maquinarias adaptadas a las infraestructuras locales para que los métodos de suelta sean más eficaces. Esto permite distribuir uniformemente sobre las hojas de las plantas diferentes especies de ácaros junto con su alimento adecuado, favoreciendo así el desarrollo de mayores poblaciones, pero también supone comodidad, rapidez y un aprovechamiento óptimo del producto.
Agrobío llega con sus productos de control biológico y biopolinización, y apoyo técnico a más de 35 países, dato que refleja la creciente demanda de un sistema agrícola, social, económico y medioambiental más seguro. El equipo internacional continúa con su crecimiento en un mercado que presenta nuevas necesidades.
Control conservativo
Otra estrategia de control biológico preventivo es el control conservativo. Los agricultores conocen muy bien el Nesidiocoris, A. swirskii, Aphidius sp., Phytoseiulus… Pero existe una amplia gama de enemigos naturales específicos y generalistas de determinadas plagas como el pulgón, que también debemos tener en cuenta, son las crisopas, los sírfidos, los coccinélidos y diferentes parasitoides, entre otros. Para establecerlos en el cultivo de forma precoz es necesario asegurarles un refugio y una fuente de alimento, es decir, diseñar una estrategia de control conservativo. La elección de setos en el exterior actuarán de barrera natural evitando la entrada de plaga, y la siembra de plantas de cereal inoculadas con pulgón específico y Lobularia con Orius en el interior, favorecerán el desarrollo de las poblaciones de depredadores y parasitoides en ausencia de plaga o polen cuando aun no han salido las primeras flores. Además, las plantas control como el Aliso de mar actuarán como plantas trampa, alejando el trip del cultivo.
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