La clausura más dulce en los conventos sevillanos
Sevilla luce estos días de Navidad sus mejores galas y los conventos de clausura de la provincia, con su tradicional y reconocida repostería, ya se encuentran preparados para endulzar nuestras mesas durante estas fechas
Las calles y plazas de la provincia de Sevilla se encuentran iluminadas desde el pasado 2 de diciembre con el brillo de 200 localizaciones. Las monjas de 17 conventos de la capital y sus municipios se pre- paran para ofrecer sus delicias artesanales, elaboradas con devoción y maestría. Estas fechas son vitales para estas congregaciones, puesto que, debido a la precariedad económica que en numerosas ocasiones sufren, la venta de estos dulces típicos son el pilar de su subsistencia, representando una importante fuente de ingresos para los conventos, y contribuyendo a su supervivencia y mantenimiento. La tradición y la fe se mezclan con la dulzura de esta gastronomía y los conventos abren sus tornos para ofrecer una exquisita variedad de dulces conventuales.
Cabe destacar que existen dulces monacales para todos los gustos, paladares y público puesto que estos dulces sevillanos navideños abarcan una amplia gama de sabores y texturas. Cada convento y cada monja tienen sus propias recetas, que han sido transmitidas y perfeccionadas a lo largo de numerosas generaciones. Los ingredientes típicos incluyen almendras, miel, azúcar, canela, y frutas confitadas, entre otros. Los tornos de los conventos, donde se venden los dulces, son ventanillas giratorias que permiten a las monjas mantener su clausura y poder ofrecer al público estos manjares. De hecho, en la provincia sevillana, comprar directamente en estos tornos es una tradición que muchos sevillanos y visitantes repiten a lo largo de todo el año.
Si hablamos de dulces navideños, podemos empezar hablando de los manjares elaborados por el Convento de Madre de Dios de la Piedad, ubicado en San José, 4, y conocido en toda la provincia por sus alfajores de almendra y suspiros del Obispo. No menos famoso es el Convento de Santa Ana, en Santa Ana, 34 B, donde las yemas y pestiños son espacialidades que nadie debería perderse si quieren deleitarse con lo mejor del azúcar y de la miel. Mientras, trasladándonos a los maravillosos pueblos de la provincia sevillana, no podemos dejar de desplazarnos hasta Carmona, concretamente hasta el Convento de Santa Clara, en Calle Torno de Santa Clara, s/n, que atrae a numerosos visitantes en búsqueda de sus célebres bizcochos y hojaldres.
Por otro lado, de vuelta al casco urbano de Sevilla capital, debemos mencionar a San Clemente, situado en Calle Reposo, 9, que se destaca, especialmente, por sus tortas de polvorón y piñonadas. Asimismo, en Doña María Coronel, 5, el ConventodeSantaInés ofrece mantecados y empanadillas de batata que son una verdadera delicia, así como cortadillos y bollitos que son la perfecta combinación de sabor y tradición. También otro de los conventos más destacados dentro de estas fechas en cuanto a la elaboración de estos dulces es el Convento de San Leandro, en Plaza de San Idelfonso, 1, que sigue maravillando con sus famosas yemas que se elaboran desde el siglo XVI.
Y no podemos olvidar el Convento Santa María de Jesús, situada en la mítica Calle Águilas, 22, donde las monjas clarisas preparan corazones de almendra, roscos de almendra y una amplia variedad de turrones y pastas que hacen las delicias de todos los que las prueban. Mientras que, en Bormujos, el convento de Santa María La Real, en Carretera Bormujos, s/n, es un referente para los amantes de uno de los mejores postres de chocolate: las trufas. En la Calle Bustos Tavera, s/n, Santa María del Socorro ofrece sus exquisitas rosquillas de Estella, y finalmente, el ConventodeSantaPaula, en Calle Santa Paula, 11, encanta con su carne de membrillo y mermelada.
En el municipio sevillano de Alcalá de Guadaíra encontramos el convento de Santa Clara, donde las clarisas cuentan con hasta 50 especialidades distintas, por lo que este convento puede presumir de contar con una de las mayores variedades de dulces artesanos de toda la provincia de Sevilla. Sus creaciones incluyen mazapán relleno, roscos de piñonate, pastas de almendras, polvorón, y bizcochitos rellenos, entre muchos otros. Las clarisas no solo ofrecen dulces típicos durante todo el año, sino que también preparan especialidades estacionales como los roscos de Reyes y troncos de Navidad.
Manjares
Los dulces monacales son un manjar lleno de exquisitez, mimo y mucha fe. Estos días navideños Sevilla sigue brillando por sus luces, su belleza y todo su patrimonio, dentro del cual se engloba la dulzura que se esconde dentro de las cocinas de estos conventos, donde, sin duda, se encuentran algunos de los mejores dulces navideños de la comunidad andaluza, cuya venta ayuda a mantener vivas estas congregaciones a lo largo del año
Temas relacionados
No hay comentarios