La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Educación
La educación de los hijos es uno de los aspectos más relevantes en la planificación familiar. Es obvio, el colegio será el hogar de estos, en él pasarán gran parte de su infancia y adolescencia, se formarán y obtendrán una serie de conocimientos que los acompañarán toda la vida.
Por estos motivos, no es de extrañar que su elección represente un auténtico rompecabezas para los padres. Con una oferta educativa amplia y de calidad como la que existe en España, es totalmente normal que para la inmensa mayoría resulte una decisión excesivamente compleja y difícil.
Son muchas las variables a considerar: distancias, modelo educativo, instalaciones, horarios... Sin embargo, en principio, hay que tener en cuenta que el colegio perfecto no existe y habrá que seleccionar el que más se adecue a las características que se buscan y, por supuesto, a las necesidades de los más pequeños.
Dicho esto, Guillermo Bautista y Beni Gómez-Zúñiga, profesores de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ofrecen una serie de consejos para aquellos padres que se estrenan en esta elección.
En primer lugar, según estos, se ha de poner el foco en el lugar de residencia y capacidad económica de la familia. Son dos de los primeros criterios que se deben tener claros y que ayudarán a limitar el abanico de posibilidades a la hora de elegir. “Hay que tener en cuenta cuál es la capacidad económica real de la familia y el lugar de residencia o de trabajo de los padres”, recomiendan los profesores. “Así se posibilitará la compatibilidad y la coordinación entre los miembros de esta de la manera más relajada”.
Para estos expertos, otro aspecto clave a tener en cuenta son los proyectos didácticos que se desarrollan en el centro o en los que participa el colegio: cómo agrupa a los estudiantes, cómo se trabajan las diferentes áreas, cuál es el papel de los deberes en la dinámica didáctica del centro, etcétera. “Es muy importante hacer todas las preguntas que sea necesario respecto al proyecto educativo (tanto sobre lo que se especifica como sobre lo que no encontramos) y pensar si, como familia, nos sentimos identificados con ellos”, señalan.
“Es muy importante pensar si, como familia, nos sentimos identificados con ellos”
También recomiendan observar que el equipo de maestros y la dirección trabajen de forma coordinada, qué valor dan a su trabajo y si entienden su actuación educativa como un proceso global e integral. “Es importante que los profesores hablen a las familias de educación y de desarrollo integral de la persona, más allá de la importancia de las matemáticas, la historia o las lenguas”, aclaran.
Respecto a la elección entre centro público, privado o concertado, los profesores de la UOC manifiestan que hay que tener muy claro qué significa público, concertado o privado; confesional o no, y decidir en consecuencia. “Lo más conveniente es ser coherente con los principios y los valores de cada familia”, subrayan.
Otra de las variables para esta evaluación es conocer la comunidad de alumnos. Según esto especialistas en educación y psicología, además de averiguar el número de estudiantes de la escuela y cuántas líneas tiene, “es importante saber si un centro tiene una comunidad de alumnos muy homogénea o, al contrario, heterogénea”, ya que “un conjunto diverso reflejará, en la práctica, cómo es la sociedad actual”, aseguran.
Por otra parte, la ubicación y el entorno son otra de las claves a valorar a la hora de elegir un colegio. Así, se aconseja saber cómo es el camino que el niño tendrá que hacer para ir y también el barrio donde se encuentra. Según Bautista y Gómez-Zúñiga, también hay que prestar atención a “los equipamientos y servicios que hay cerca y fijarse en las entidades o las asociaciones del entorno que colaboran activamente con el centro”.
“Pueden ser tan importantes o más que las horas que pasan en el colegio en horario lectivo”
Asimismo, aunque los equipamientos no deben ser un factor determinante, es conveniente que el centro disponga de espacios apropiados para el ocio, el descanso, el aprendizaje, etcétera, al igual que los aspectos más físicos del aula: el tamaño, la iluminación, el tipo de mobiliario, si es cómoda y segura. También hay que fijarse en los factores más relacionados con la pedagogía: cuáles son los materiales y los recursos empleados y cómo se utilizan, cuál es la disposición de las mesas y las sillas, qué espacio ocupan los profesores, etcétera.
Igualmente, los expertos aconsejan fijarse en las actividades complementarias. Habrá que evaluar si estas se plantean con “seriedad y rigor”, de forma que no sean más que un “aparcamiento infantil”. “Desde el punto de vista educativo, pueden ser tan importantes o más que las horas que pasan en el colegio en horario lectivo”, puntualizan.
Los profesores de la UOC aseguran que es bueno dejarse aconsejar, pero con límites. Para los padres, puede ser una estrategia que alguien les ayude a tomar una decisión. Los expertos advierten que “es importante saber qué dicen otras personas de la escuela, especialmente las familias y los alumnos de esta, pero debemos tener en cuenta que hay que diferenciar muy bien cuáles son los criterios a partir de los cuales opinan los demás”.
Por último, una vez se han revisado las opciones anteriores, Guillermo Bautista y Beni Gómez-Zúñiga recomiendan “pensar en el niño y en la propia familia y ver cuál es el colegio que mejor se adapta a su carácter y a su idiosincrasia, y cuál es el que le puede ayudar más a crecer y a desarrollarse como persona”.
Para estos expertos, no hay que olvidar algo tan básico como que los niños van a la escuela cada día para ser felices y pasarlo bien.
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