La mujer ha sido la gran olvidada de la Historia y de la Literatura y su papel ha estado en los márgenes

“La mujer ha sido la gran olvidada de la Historia y la Literatura, su papel ha estado en los márgenes, en la periferia e incluso ha sido silenciado”. Así lo ha denunciado la periodista y escritora Eva Díaz Pérez, para quien muchos campos del conocimiento han apartado el papel de la mujer como protagonista y como sujeto creador, por lo que ha reivindicado a la literatura actual el ejercicio de un “acto de justicia poética” al rescatar a las mujeres silenciadas narrando la historia de sus vidas.

Díaz Pérez ha hecho estas manifestaciones con motivo de su participación en una mesa redonda durante el curso ‘Mujeres y la Historia, la historia de las mujeres’, impartido en la sede de la UPO en Carmona bajo la dirección de Amparo Rubiales y Mercedes de Pablos, y la codirección de las profesoras Lina Gálvez, Adela Muñoz y Blanca Rodríguez.

A juicio de la escritora sevillana, es “evidente” que la historia no está completa porque tiene “muchos vacíos”, si bien “vivimos una época afortunada en la revisión del canon y con un particular interés en recuperar a esa mitad de la humanidad que ha sido invisibilizada” porque estaban alejadas de los centros de poder, pero “cuando investigas te das cuenta de que estaban ahí y que su papel era importante”, por lo que sólo hay que tener un poco de curiosidad para “alumbrar esa penumbra en la que han habitado”, ha subrayado.

En este sentido, Eva Díaz Pérez ha señalado importantes avances en el que ha calificado como un “momento muy luminoso de nuestra Historia”, aunque ha reconocido que “queda mucho por hacer” para llevar a cabo una “necesaria y justa revisión de la historia” que, según la periodista, tiene que partir de una “curiosidad general de todos, no sólo de las mujeres”, para que la lectura de la historia sea de verdad “completa e integradora”.

La periodista ha considerado que es preciso seguir luchando por la igualdad entre hombres y mujeres en el mundo del trabajo y de la vida cotidiana, donde aún perviven micromachismos y lastres. Así, “las mujeres siguen ocupándose de los asuntos pragmáticos de la vida mientras que los hombres pueden ocuparse del mundo de las ideas”, ha lamentado.

Díaz Pérez ha puesto en valor el rescate reciente de las mujeres de la Generación del 27 o de los casos de María de Zayas o Ana de Caro Mallén en el Siglo de Oro, así como la nueva “mirada de época” sobre Emilia Pardo Bazán o Cecilia Böhl de Faber, o la importancia de las mujeres de la “Edad de Plata” como Luisa Carnés, María Teresa León, Concha Méndez, María Zambrano o Rosa Chacel que, “aunque no aparecen en la famosa fotografía de la Generación del 27, sin duda pertenecen a ella”.

Por último, ha destacado el caso de las monjas escritoras y ha reivindicado rescatar su obra “más allá de la visión puramente religiosa”, ya que ha asegurado que se trataba de mujeres que elegían la celda conventual como una suerte de la habitación propia que defendía Virginia Woolf como el espacio necesario que requería la independencia de una autora. “Creo que de alguna manera aquellas mujeres preferían la ‘libertad’ del convento a la de otras opresiones como el destino del matrimonio o la crianza de los hijos”, ha concluido.