“La escritura es un arte y, como tal, tiene unas técnicas que pueden aprenderse”
La periodista y escritora Nerea Riesco dirige en Carmona el curso de verano ‘Construyendo mundos: cómo crear una novela’, que se clausura hoy
El talento no se aprende. La vocación no se aprende. Las ganas de perpetuarse por escrito no se aprenden. Pero “la escritura es un arte y, como tal, tiene unas técnicas que sí pueden aprenderse”. Y de todo ello trata el curso ‘Construyendo mundos: cómo crear una novela’, que dirige en Carmona la periodista y escritora Nerea Riesco junto a la profesora de la UPO Aurora López y que se imparte desde el pasado lunes hasta este miércoles dentro de la programación de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide.
Riesco ha asegurado que, pese a que a priori puede parecer un pasatiempo un tanto “estrambótico”, escribir es “una de las profesiones más solitarias que existen”, ya que quienes escriben pasan gran parte de sus días inmiscuidos en la vida de unos entes de papel “que sólo existen en su mente”, unos seres “tiránicos” que le obligan a construir un mundo que habrá que “amueblar, equipar y decorar para que los acoja”, al tiempo que ha afirmado que “cada narrador vive sumergido en un mundo repleto de sueños, realidades mezcladas con fantasías, olores y colores, personas que no conoce físicamente pero que están más presentes que algunos de sus familiares”.
La también doctora en Comunicación ha subrayado que la clave para la escritura está en el aprendizaje, pues “nadie tiene una varita mágica”, y que al igual que hay formaciones regladas para enseñar técnicas “que ayudan a sacar el máximo partido a las cualidades innatas de un artista en pintura, escultura o arquitectura”, un curso de creación literaria ayuda a quienes “se sienten tentados a recorrer el delicioso (y escabroso) camino de plasmar una historia negro sobre blanco”.
La novelista ha explicado que escribir exige realizar un trabajo previo a la redacción, ya que lo común es preparar el guion de la futura obra, elegir la voz narrativa, escribir un borrador, reescribir y, finalmente, pulir. Así, el objetivo del curso ‘Construyendo mundos: cómo crear una novela’ ha sido guiar a los alumnos por todo este proceso, desde el desarrollo de su idea inicial hasta el manuscrito final para su posible publicación.
“No se alcanzan las cumbres de la genialidad sin el más mínimo esfuerzo. Ojalá fuera así, pero no. Escribir tiene un sabor agridulce, y la pugna de dar a la luz una obra literaria es tremendamente tortuosa”, ha sentenciado.
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